Capítulo 16: La Guerra de los Mundos

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¡Sorpresa, sorpresa! Añadimos día para subir capítulos :) Así  que a partir de ahora los lunes y miércoles publicaré. 

Jota

No tenía mucho que hacer hoy, tan solo había quedado por la noche con Dani y mi prima para ir a cenar a casa del primero. Le hablé a Sara para saber lo que hacía, así al menos podría verla un rato antes de recogerla para irnos.

Mientras esperaba a que me contestase me hice un café y me lo tomé en la terraza disfrutando de las vistas que tenía este lugar. El mar estaba considerablemente lejos y me gustaba subir aquí para verlo, era como si tan solo lo tuviese a dos pasos, a pesar de la distancia.

Mi casa era bastante grande, la construyó mi abuelo cuando era joven y por eso mis padres pudieron permitírsela. Hasta nos hizo una piscina que aprovechamos todos los veranos. Teníamos un jardín lo suficientemente grande como para no tener que cruzarme con mi padre y eso siempre era la opción correcta.

Me bebí el café tranquilamente hasta que mi móvil vibró. Era una notificación de Instagram, el pub en el que tocamos nos había hecho un par de fotos y las había publicado en su cuenta. Le di like y las posteé en el perfil de la banda.

Cuando terminé de beberme el contenido, caminé hasta la barandilla y me apoyé aún con la taza en la mano. Respiré el aire y dejé que la brisa peinara los mechones que me caían por la frente, me gustaba cuando el día era soleado y hacía buen tiempo. Claro que eso no era muy raro porque vivía en la costa.

Salí de la terraza y llevé la taza a la cocina para después meterme en la ducha. Me preparé por si Sara en algún momento me decía algo. Normalmente me contestaba a los cinco minutos de salir y por eso me preparaba antes.

Cuando terminé de vestirme y echarme colonia, miré el móvil. Me había contestado, me dijo que estaba en el piso de Iris y que la podría recoger allí pero que aún les quedaba para terminar.

No era un problema, aprovecharía e iría a pasar el rato con mi abuela. Normalmente, solía llamarla cuando iba a su casa pero hoy quería darle una sorpresa y como casi siempre estaba en su piso, no me preocupé demasiado.

Conduje mientras iba escuchando la radio y de repente, cuando aparqué el móvil empezó a vibrar en mi bolsillo.

—¡Abuela! —contesté alegre.

—Hola, cariño —noté su sonrisa al otro lado del altavoz—. ¿Estás en tu casa?

—No, había venido a darte una sorpresa.

—Cielo, me ha recogido tu hermana y estamos llegando a tu casa.

—¿En serio? —puse cara de decepción.

—Sí, creo que esta noche voy a dormir aquí así que luego nos vemos, ¿vale?

Mi madre preparó un dormitorio para mi abuela cuando mi abuelo murió, por si en algún momento quería mudarse con nosotros. Muchas noches las pasaba con nosotros. 

—Vale. Te quiero, luego nos vemos.

—Adiós, tesoro. Un besito.

Colgué y escribí a Sara. Joder, era demasiado pronto y esperaba pasar lo que quedaba de tarde con mi abuela.

Repiqueteé los dedos en el volante esperando una respuesta y entonces me dijo que podía esperar en casa de Iris mientras que ellas terminaban de hacer el trabajo.

Había leído un mensaje que decía que el piso era el 5º A, así que obediente toqué al timbre y tras unos segundos el pitido del porterillo sonó. Subí en el ascensor mientras me apoyaba en la baranda.

A través del arco IrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora