Manuscritos, crucifijos y un par de balas perdidas.
Mis ojos se veían afectados por el resplandor del crucifijo. El Señor Gruñón recibía con satisfacción la bendición del religioso. Cada uno de sus gestos era observado atentamente por mis ojos curiosos, no dejé pasar desapercibida ninguna de sus actitudes, ni siquiera cuando el Padre ocultaba un par de billetes verdes bajo las mangas de su sotana.
En un instante inesperado, justo cuando las circunstancias empezaban a cambiar entre esa pareja, la cesta repleta de dinero del diezmo se cruzó en mi camino, rozando delicadamente mi prominente nariz. Mi padre, con su generosidad característica, contribuyó con su aporte y la respetable anciana del lugar prosiguió con su encomiable labor.
El marido de mi padre se acercó a nosotros con determinación y, sin dudarlo, rodeó la cintura de JiMin con sus brazos. Sus labios se acercaron a su oído izquierdo y el temblor de su frágil cuerpo se hizo evidente para todos los presentes. Levanté la mirada y, por primera vez, los ojos del Señor Gruñón se encontraron con los míos. En ellos pude percibir una multitud de emociones, pero ninguna de ellas era amor. En cambio, JiMin me regaló un gesto de cariño, mientras la sonrisa de TaeHyung desaparecía en un abrir y cerrar de ojos.
;
La palabra divina me llenaba de serenidad. Los relatos de mi padre quedaban en un segundo plano cuando escuchaba las historias de las Sagradas Escrituras. En el punto culminante de los Textos Sagrados, dos hombres que velaban por nuestra seguridad ingresaron al templo. Con sus dedos diestros, trazaron una cruz en sus frentes y prosiguieron su camino.
— Buenas noches, distinguido Señor —susurraron con delicadeza—. Nos complace informarle que la valiosa mercancía ha arribado a su destino. Antes de proceder con el proceso de carga en los camiones, requerimos de su distinguida aprobación.
TaeHyung asintió, acompañándolos con elegancia. Mi padre, JiMin, suspiró con tristeza y, envolviéndome en un abrazo firme, cerró los ojos.
"La curiosidad mató al gato", reflexioné, recordando que el felino posee siete vidas y yo no había malgastado ni una sola.
;
Ocultarme era una de mis habilidades más destacadas. Con mi estatura inferior a un metro y medio, podía deslizarme sin esfuerzo por cualquier espacio. Mientras mi padre esperaba afuera, yo, su dulce y tímido hijo, escalaba las paredes del baño hasta llegar a la ventana por la que se filtraba la luz de la luna.
Me impulsé hacia arriba con mis delicadas manos, y cuando mi cabello fue acariciado por la brisa fresca, esbocé una sonrisa de triunfo. Sin pensarlo dos veces, me lancé al vacío, aprovechando los exuberantes rosales del jardín para observar sigilosamente el movimiento de las imponentes camionetas.
Junto a la majestuosa iglesia, se encontraba una escuela destinada a los niños menos afortunados, un lugar en el que los hombres del Señor Gruñón entraban y salían en compañía. TaeHyung los observaba atentamente, deleitándose con su cigarrillo mientras asentía en aprobación cuando sus escoltas se acercaban a los pequeños. Minutos después, el sacerdote lo alcanzó, arrebatándole el fuego de los labios para probarlo con los suyos.
En cuestión de segundos, mis pies se desplazaron sin control. Para mi desgracia, uno de los tallos se enredó en mi tobillo y rasgó mi piel hasta hacerla sangrar. Emití un grito en respuesta, captando la atención de los demás. Se volvieron impresionados por mi lamento y cuando las lujosas linternas iluminaron el jardín, un par de balas rozaron mi rostro.
Aterrorizado por el reciente suceso, me arrojé al suelo.
— Indudablemente, se trata de una criatura sumida en un arrebato pasional —expresó el sacerdote, encogiéndose de hombros con distinción—. Las perras suelen ser muy escandalosas cuando de un pito se trata.
Todos estallaron en una estruendosa y enfermiza risotada. Determinado a regresar, escupí en la herida y me apresuré de vuelta hacia mi pequeña salida. Salté, salté y salté cada vez más alto, hasta que mis piernas se fatigaron, pero unas manos arrugadas me ayudaron a ascender. No pude visualizar su rostro, solo supe que era un veterano elegantemente vestido con traje y corbata, y no tardé en darme cuenta de que se trataba de uno de los hombres del Señor Gruñón.
— Será nuestra exclusiva confidencia —elevó su mano derecha—. Ich verspreche*.
No tuve la oportunidad de expresar mi gratitud por la atención que me brindó. Tiré de la cadena y salí del baño. Mi padre me esperaba con temor, seguramente había escuchado el eco de los estruendosos disparos.
— Has tardado un tanto, sohn*.
— Mis disculpas, vater*. No se repetirá —respondí sin levantar la mirada.
Salimos entrelazados de la mano, mientras TaeHyung nos aguardaba con los brazos cruzados. Su impecable atuendo ondeaba majestuosamente al compás de las ráfagas de viento despiadadas.
— ¿Me he perdido de algún acontecimiento crucial? —inquirió, desplegando majestuosamente la puerta de la imponente camioneta.
— Por supuesto que no —respondió JiMin, elevándose a continuación de mí.
Contemplé al hombre que se encontraba al timón. Identifiqué sus manos ancianas y la cicatriz en su ceja me brindó tranquilidad. Con discreción, posó uno de sus dedos sobre sus labios y encendió el vehículo.
— Bumbum-ah —le apodó el Señor Gruñón—, dirijámonos al corazón de la ciudad.
— ¿Hay algún día señalado en su calendario, Señor?
TaeHyung rechazó rotundamente y expresó con elegancia:
— Desearía celebrar este nuevo logro junto a mi distinguida familia.
JiMin, sin necesidad de hacer preguntas, tomó mi mano con firmeza. Yo, sin desviar la mirada, continué observando hacia adelante mientras Jaebum asentía con aprobación.
— Mir vertrauen* —murmuró, presionando el pedal del acelerador con determinación.
;
Traductor alemán - español.
1) Ich verspreche: te lo prometo.
2) Sohn: hijo.
3) Vater: padre.
4) Mir vertrauen: confía en mí.
seephany.
![](https://img.wattpad.com/cover/325838754-288-k381490.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Herr White ➤ kookgi [+21].
FanfictionEN CURSO. ➤Contenido adulto, religioso, vulgar, violencia y narración poco profesional. ➤Uso (en ocasiones) de palabras/adjetivos en alemán. ➤Herr: título de cortesía en alemán, equivalente a "señor". De fenomenales discotecas mariposa hasta la gél...