capitulo 1 - ¡Todo bien!

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Han pasado unos meses desde la última gran aventura del grupo; el viaje al foso de paldea. Y Damián está arropado en la cama de su habitación, ese día sus clases iniciaban tarde. Mabosstiff estaba dormido en una camita improvisada, pero de aspecto cómodo junto a la cama, a veces roncaba un poco, pero era adorable de ver en ese estado.

Damián pasó su mano por la cabecita de su compañero, se levantó intentando no hacer mucho ruido y fue al baño a tomar una ducha.

Los días eran tranquilos desde entonces, Damián tenía en claro que quería hacer con su vida, aunque dudaba de que camino tomar primero. Salió de la ducha y se colocó el uniforme pese a que las clases empezarán en dos horas, hizo el desayuno para sí mismo y dejó un plato con comida para su dormilón compañero.

La pared estaba llena de fotografías de su grupo de amigos; Noa, una chica tímida y calmada, aunque no era tonta, Mencia, la presidenta del consejo estudiantil y con el rango de campeona, y Juliana, una chica que compartía el rango de campeona y estaba determinada a hacer todo lo que esté a su alcancé.

El desayuno estaba rico, como siempre. Mabosstiff seguía profundamente dormido y las clases empezaban en una hora y media. Damián sobó nuevamente la cabeza de su compañero y salió por la puerta, no quería despertarlo, incluso si ya eran las 9 de la mañana.

Salió de su habitación en busca de sus amigas, yendo habitación por habitación. Mencia no contestó la puerta, asumió que la chica ya estaba levantada desde hace horas y hacía cosas que un presidente estudiantil hace usualmente. Noa estaba por entrar a su aula hasta que noto a Damián.

— Oh, Buenos días Damián, pensé que estabas en clases. —Contestó la chica con mochila de Eevee.

— Buenos días, mis clases empiezan más tarde. ¿Has visto a Mencía?

— Oh, ella fue con Juliana a la oficina del director, aunque eso fue hace como 20 minutos. No sé si sigan ahí. ¿Las necesitas?

— Solo quería saber si estaban en clase.

— Entiendo... Busca ahí entonces, tengo que irme.

— Sí, gracias.

El timbre sonó indicando el inicio de la siguiente clase. Aunque Damián no entraba hasta el próximo timbre. Se preguntó si su compañero ya había despertado mientras caminaba por los pasillos de la academia, frente a la puerta del despacho del director encontró a Juliana saliendo por la puerta.

Al verla, Damián naturalmente saludó. Juliana regreso el saludo y antes de poder preguntar que hacían ahí, Mencía salió con una sonrisa y saludo con prisa a Damián; él solo pudo escuchar chillidos de emoción mientras ella corría con una gran carpeta repleta de papeles, dibujos, notitas de colores y corchetes.

— ¿Qué se le ocurrió a Mencía ahora? — Pensó Damián.

— ¡Buenos días, Damián! — Juliana estaba sonriendo como siempre.

— Buenos días, pensé que estaban en clases.

— Se supone que sí, pero, Mencía tiene planeado algo... Quería que viniera con ella para ayudarla.

— ¿Y qué es exactamente?

— Es una sorpresa, le prometí a Mencía que no le diría nada de nada a cualquier persona. — La chica negó con la cabeza.

Damián se quedó en silencio por unos segundos, esperando que Juliana le cuente, pero la chica se le quedó en silencio.

— ¿No vas a decirme nada? ¿Ni una pista chiquita?

— Sé que puedes esperar, aunque sea un poco.

— Bueno, bueno. ¿No deberías estar yendo a tus clases ahora? ¿O acompañar a Mencía dónde sea que vaya ahora?

— Sí... Aunque eso aplica para ti también, ¿Por qué no estás en clases?

— Entro tarde.

— Sí... Seguro...

— Anda, debes ir a con Mencía, antes de que note que no estás y regresé a buscarte.

— ¡¡¡BUENOS DÍAS, DAMIÁN!!! —Mencía apareció por detrás de Damián, el cual soltó un grito debido al susto.

Juliana se quedó en silencio, Mencía estaba con más energía de lo normal y tenía una gran sonrisa en el rostro.

— ¿¡QUÉ TE OCURRE!? ¡¡¡NO HAGAS ESO!!! — Damián tenía la cara roja.

— ¡¡¡LO SIENTO MUCHO!!! ¡¡¡PERO ASÍ TE DESPIERTAS!!! — Tomaba aire después de cada palabra, quién sabe cuánto había recorrido con todo eso.

— Shhh... No griten...

— ¡¡¡ME VA A DAR UN INFARTO!!! ¿¡CÓMO QUIEREN QUE ESTÉ BIEN CON ESO!?

La puerta de la dirección se abrió, era el director Clavel, se aclaró la garganta y con seriedad los miro. Damián y Juliana se quedaron callados ante su presencia y Mencía seguía sonriendo haciendo leves chillidos de emoción.

— Guarden silencio, por favor.

— Lo siento... — Dijo Juliana en un tono bajito, pero ante el silencio que trajo la presencia del director Clavel era fácil de escuchar.

Clavel les dio un breve sermón sobre el respeto, la tolerancia, el silencio. Y que tuvieran clases libres no significaba que podían armar un escándalo, aunque los dejo cerrando la puerta de su despacho y entro.

— Uh, mejor regreso a mi habitación...

— ¿Pero no que estás por entrar en clases?

— Entro en media hora juliana, no soy tan puntual.

— Si fuera la clase de hogar...

— Te veo luego y a Mencía también, antes de que me pegué un infarto...

Pokémon SV: Camino de vuelta a casa. [Lectora x Damián]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora