capitulo 15 - Preocupación mutua.

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Por otra parte, Juliana se encontraba en su habitación junto a Noa y Mencia.

— Entonces... Antes de que los encontráramos... ¿Él te dijo, qué?

— Resumiendo... Damián cree que no es la gran cosa, y no cree que pueda serlo.

— ¡Pero si Damián es un gran cocinero! No entiendo por qué diría eso, los combates y la cocina son cosas muy diferentes, no pienso que tengan punto de comparación en importancia.

— ... Dudo que sea exactamente eso Mencia. ¿Qué más te dijo al respecto?

— Que tal vez eran celos más que nada... Y...

— ¿Y?

— Que le gustaría hacer cosas grandiosas como...

— No, eso no. ¿Qué dijo después de eso?

— ¿A qué quieres llegar con esto Noa? No sé a qué quieres apuntar con todo esto. —Mencia miro a Noa con curiosidad.

— No considero que sean celos, ni desconfíe de su habilidad en la cocina.

— ¿Entonces qué es? —La chica de cabello castaño miro al suelo, intentando unir puntos.

— Es obvio que el acontecimiento de sus padres aún le afecta demasiado, hablar de ello abre una herida que ni siquiera ha dejado de sangrar.

— ¿Y eso significa que...?

— Que esto, además de ser una herida abierta y dejarlo atascado en el duelo, hace que vernos hacer cosas, después de presenciar esto junto a él lo haga sentir fuera de lugar y un inútil.

— ¿Cómo supones eso? ¿Damián te dijo algo?

— Te recuerdo que sufrí acoso escolar en la academia hace un año, y aunque no sea lo mismo, sentirse fuera de sitio hace que seamos crueles con nosotros mismos. Avanzar es difícil y más cuando desconfías de ti mismo porque crees que algo está mal en ti.

— Me encantaría ayudarlo... Pero siempre termino descubriendo que no ha sido sincero del todo y...

— Está en su derecho de no decirnos nada.

— Pero... ¿Cómo ayudamos a Damián entonces?

— No podemos ayudarlo como tal, él necesita ayudarse a sí mismo. Por como actúa, siento que hay cosas que no ha dejado salir del todo.

— ... Voy a llamarlo ahora.

— Juliana, agobiarlo con llamadas no tendrá un efecto positivo. Tenemos que estar con él en persona y hacerle saber que estamos para él.

— ¡Vamos a buscarlo!

— Ya es de noche, debe estar en su habitación. Podemos esperar mañana en el almuerzo, ¿no?

— Pero... Pero Damián...

— No ayudaremos en nada si no le damos espacio para que reflexione, podemos hablar con el mañana. Se los digo en serio, solo déjenlo descansar. Aunque sea esta noche.

Juliana y Mencia cruzaron miradas, ambas no se veían muy convencidas, pero aceptaron lo que Noa decía sin dar más pelea.

— Lo que más necesita Damián ahora es ordenar sus pensamientos, no podemos hacer que brinque ese paso y que nos cuente todo. Aún le tomará tiempo. Y más les vale que lo entiendan. ¿Me escucharon?

— ¡Claro! ¿Qué dices Juliana?

— ... Supongo que está bien.

— Ahora todos a la cama, que necesitamos descansar.

— Espera... Creo que recordé algo... ¡Ya sé! Damián varios días atrás me comento que estaba tan extraño por el suceso en el área cero, cuando fuimos todos y nos encontramos a esos Pokémon de otra época. ¡Ahora que lo pienso, eso suena a una película que vería sin dudas!

— ... Mencia...

— ¡¡¡NO SE SUPONE QUE DEBÍA DECIRLO!!!

— Bien, entonces. Estaba en lo correcto, el evento ha resultado tan traumático que todavía no comprende que sucedió. Por ende, tiene estos episodios dónde parece desconectarse del mundo exterior. Es su forma de asimilarlo.

— ¿Y la falta de sueño? —Preguntó Mencia inocentemente.

— Supongo que el trauma también atormenta sus sueños, por ende se niega a dormir o simplemente no puede hacerlo.

— En mi última clase de hogar, Damián se quedó dormido... Durmió sin problemas, solo lo cuidé para que no se fuera de lado.

— Entonces... Damián no puede dormir de vez en cuando por las pesadillas que el trauma debe causar. Ahora tiene más sentido, las veces que se "desconecta" del mundo solo

— Entonces, ¿qué debemos de hacer? —La chica del cabello castaño dirigió su atención completa a Noa.

— Darle su espacio, no somos profesionales en la ayuda psicológica, pero podemos ser un pilar de apoyo en quienes pueda confiar, incluso de forma parcial.

— Oh, pues... ¿Haremos lo que dijiste? —Mencia volteo a ver a Noa.

— ¿Lo de esperar hasta mañana? Exactamente, debemos darle su espacio y permitirle una noche tranquila. Estos días no fueron nada normales para nadie, desde Juliana buscándolo hasta en la sopa hasta el viaje exprés en el área cero.

— Bien. Comprendo... —Juliana bajo la mirada.

— Juliana... —La estudiante de lentes dijo en un tono bajo.

—Solo espero que esté bien en estos momentos.

— Te aseguró que es así. Creo que sería mejor dejarte dormir a ti también, buenas noches a las dos.

— También me voy, mis Pokémon deben preguntarse dónde estoy. ¡Buenas noches! —Mencia se despidió y corrió hacia su habitación.

— Buenas noches.

Juliana cerro la puerta; suspiró y recordó sus charlas con Damián. Había cosas que podría haberles dicho a las chicas sobre la situación, como por ejemplo, el odio que Damián le tiene a sus padres. Pero ella se calló, intentando respetar al menos un poco la privacidad de su compañero.

— Esperó que estés bien Damián...

Por su parte, Damián estaba sentado en lo más arriba del faro del cahíz junto a su compañero canino. Él y el Pokémon estaban admirando el cielo en una noche estrellada.

— Hoy fue un día muy... Pesado, siento como si todo hubiera sido metido con calzador.

— Bosstiff...

— Lo sé, también fue un día atareado para ti. ¿Qué tal si hacemos un bocadillo antes de regresar a la academia para dormir? ¿Te gusta la idea?

Al perrito se le iluminaron los ojos al escucharlo, Damián sonrió y se levantó.

— ¡Está decidido! ¡Cenaremos como reyes!

Pokémon SV: Camino de vuelta a casa. [Lectora x Damián]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora