capitulo 18 - Entre nos.

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Los dos chicos comieron como de costumbre, Mencía por su parte intentaba analizar su comportamiento de una forma no muy disimulada. Y Noa hacía todo el esfuerzo posible para no pegarle a Mencía por la ridiculez que estaba cometiendo.

— ¿Damián tienes Pokérus? —Mencía trajo el tema sobre la mesa, lo que hizo que los tres amigos la mirarán de forma extraña.

— ¿Disculpa? —Damián no había podido probar un bocado antes de ser golpeado por esa pregunta.

— Es que...

Noa le lanzo una mirada fulminante a la delegada, la cual, pese a ello, hizo caso omiso y continuó.

— Estos días has actuado más raro de lo normal y tal vez es que tengas algo... ¡No soy la única que piensa eso! ¿Verdad Noa?

Juliana y Damián dirigieron sus miradas de confusión hacia Noa, la chica aún no quitaba la mirada de Mencía, pero sabía que ahora ella era el centro de atención.

— ¿Noa? ¿De qué está hablando?

— Nada tan importante como su almuerzo, ¡termínense eso que se enfría!

Damián y Juliana cruzaron sus miradas de confusión por unos segundos, lo que basto para que el chico se pusiera visiblemente nervioso. Juliana se mostraba más confundida al respecto, y el chico no daba alguna razón para su nerviosismo.

— ¡Solo coman, por favor!

Los dos chicos continuaron su almuerzo sin decir más palabras, Noa miraba a otra dirección pensativa y Mencía miraba a todos lados intentando sacar algo de lo cual hablar.

Al terminar, limpiaron el desorden y salieron del comedor. El grupo de 4 estudiantes aún tenían tiempo de sobra y entre los vacíos pasillos conversaron nuevamente.

— Así que... Pokérus... ¿Eh? —El chico saco el tema iniciado anteriormente por Mencía.

— ¿No has escuchado hablar de eso? Sé que en Galar existe, ¡Tal vez Noa lo tenga y te lo pego a ti!

— Mencía, por segunda vez, el Pokérus solo afecta a los Pokémon, no es peligroso y un humano no puede ser portador.

— Oh... Bueno...

— No entiendo nada de lo que están diciendo... —Juliana miro a Noa y a Mencía.

— Supongo que debería ir adelantándome, no debería perder más clases. Y menos de biología. Las veo luego, ¿sí? —Damián sonrió.

Las chicas se quedaron en un pequeño silencio, cuando Noa

— ¡Yo también tengo esa clase! ¡Vamos! —Noa tomó el brazo de Damián y caminó con prisa.

— Eh... ¡Adiós, las vemos luego! —Caminaba con prisa por la acción de Noa,

— ¡Nos vemos Noa, nos vemos Damián!

— ¡Adiós! —Juliana se despidió con la mano.

Ambas chicas los vieron partir, acto seguido Mencía miro a Juliana con confusión.

— Oye Juli... ¿Qué no Noa va con nosotras en biología las mismas horas? Hoy ni siquiera nos toca esa materia...

— ... Cierto. Entonces... ¿Por qué...?

Mientras tanto, Damián y Noa terminaron en otro lugar diferente, el área recreativa. Damián no tenía idea de lo que estaba sucediendo cuando Noa soltó su brazo.

— Tú y yo necesitamos hablar seriamente.

— ¿Qué hice ahora?

— Damián, ¿qué te sucede? Estás actuando mucho más raro de lo usual. Y no entiendo exactamente el porqué, ¿por qué te pones así con Juliana específicamente? ¿Paso algo con ustedes?

Damián ruborizó, la chica suspiró y se cruzó de brazos.

— ¿La besaste?

— ¡NO HICE ESO! —Sus mejillas se encendieron en un rojo intenso, sus manos temblaban y su mirada estaba clavada en la chica con mochila de Eevee.

— ¿Entonces te peleaste con ella?

— Claro que no... —Dirigió su mirada al suelo, sin bajar la cabeza. Cerro los puños y el rubor se redujo levemente.

— ¿Y qué es todo eso? Me preocupas.

— ... No estoy seguro...

— ¿Qué pasó con ustedes en el área cero? Llegue y ambos estaban llorando. ¿Qué pasó ahí?

El estudiante dejó salir un largo, suspiró, alzó la mirada y con la voz temblorosa intentó pronunciar algo.

— Tienes tiempo, te escucho.

— Creo que... Dije algo que no debía decirle.

— ¿Qué fue? No puede ser tan malo si ella te sigue hablando.

— ... Siento que ella es algo más que una persona para mí, la aprecio más de lo que he apreciado a cualquier otra persona... Y... Le dije más cosas que me arrepiento decirle...

— Te escuchó.

— Le dije que a veces admiró su rostro... Tiene algo que no puedo describir, solo me hipnotiza...

— Oh, ya veo. Te gusta. Pensé que era algo peor.

— ¡NO, NO!

— Damián, dime una razón por la que no te guste.

— ¡Tú dime como llegaste a esa conclusión!

— Bueno, para empezar. Tú y Juliana son cercanos, actúas raro junto a ella, dices que es alguien especial, ustedes se estaban tomando de las manos y acabas de decir que hay algo en su cara que te hipnotiza. ¿Qué más quieres? —Cruzada de brazos.

— ... ¡Que nos hayamos tomado sé las manos no significa nada!

— ¿Y lo demás?

— ... Maldición... Y SI TIENES RAZÓN ¿¡QUÉ HAGO AHORA?!

— Damián, tampoco es cosa de otro mundo.

— Es solo que... ¿Cómo...?

El rubio intentaba razonar en ese estado, jamás había experimentado un sentimiento similar y mucho menos lo relacionó al enamoramiento.

Entonces, si lo que sentía era amor por Juliana. Tal vez, en algún momento ella lo descubriría o él le diría. ¿Y si eso arruinaba su amistad para siempre? ¿Y si juliana se incomodaba por ello? ¿Qué debía hacer ahora?

Pokémon SV: Camino de vuelta a casa. [Lectora x Damián]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora