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Mientras la lluvia se hacía más intensa y la brisa se hacía más agradable, la chica aún seguía preocupada por lo que le preparaba futuro, pensar le había dado hambre ¿o tal vez era la angustia?
— Una hamburguesa con frituras para ti, compre onigiris a la parrilla ¿quieres alguno?
— Con la hamburguesa y la limonada estoy bien. Gracias Damián.
El chico tomó uno de los onigiris con ambas manos y comió en silencio, mirándola de reojo de vez en cuando.
— Perdona por lo de hace rato.
— Ah, no te preocupes lo de ignorarme en el vestíbulo es algo insignificante. —Y dio otro bocado.
— Me refiero a lo que pasó hace unos minutos. No quería dejarte mis preocupaciones.
— Aw, no te mortifiques por eso está bien. Tu tranquila, que probablemente encuentres tu tesoro más pronto que tarde. ¿Vale?
— Vale... Gracias por la comida, no debería aprovecharme de la amabilidad.
— No digas eso, ¡esto es lo que hacen los amigos!
— Pero no me consideras solo una amiga después de todo, yo te gusto.
— Pero siempre me he preocupado por ti, independientemente de mis sentimientos actuales. Eres mi amiga, me gustes o no.
Se quedaron en silencio unos minutos, continuaron comiendo sin intercambiar palabras. ¿Por qué ella tenía que sacar ese tema a la mesa? Lo había olvidado durante un buen rato, pero parece que sus pensamientos regresaban al mismo sitio: la confesión de Damián.
Ella sabe que Damián es un chico dulce y atento, a veces un poco imprudente pero no es con mala intención. Ella lo conoció en su peor y mejor momento, pero ¿acaso él la seguiría amando si conociera su peor versión?
Él solo conoció a la chica prodigio de la escuela, tal vez solo le gustaba esa chica y no ella en sí.
Pero Damián no parecía ser ese tipo de chico, entonces... ¿Por qué ella tenía que divagar en esos pensamientos? Él la entendería si dijera que no, y aunque ella no piensa en un rotundo "No" al recordar la confesión, tal vez era muy rápido para aceptar un paso más.
Eso podría dañar a Damián.
Y ahí estaba ella de nuevo, preocupándose solamente por lo que los demás opinen de ella, tenía miedo de ser ella misma fuera del "prodigio" , sabía que en algún momento su suerte se iba a acabar y todos verían quién era en realidad: Simplemente una chica común con un poco de suerte.
Eso ya había pasado una vez antes de mudarse.
Así que la posibilidad de que eso sucediera nuevamente le aterrorizaba, ser abandonada y señalada por quienes antes le tenían respeto.Si eso pasaba... ¿Tendría que huir de nuevo? Si eso pasaba, ¿qué haría con sus amistades? ¿Con sus logros? ¿Con sus estudios? Y más importante... con su futuro.
Divagar era algo que no le pasaba tan a menudo, pero desde que todo con la máquina del tiempo terminó sentía un vacío.
Sabía que tal vez era mala idea seguir fingiendo que todo estaba bien y pedirle ayuda a alguien. Aunque sea conversarlo con alguien, pero ¿cómo empiezas una conversación así?
Damián seguía en silencio, pensando en que había hecho mal. Todo había salido tan bien al principio... Así que ahora analizaba cada palabra que había dicho que pudo haberla molestado u hecho sentir mal. Sin embargo parecía que no había alguna razón, así que analizaba una y otra vez cada interacción de esa tarde. ¿Y si la comida no estaba rica? ¿Y si ella se sentía mal de tenerlo cerca? ¿Y si ella quería romper la amistad? ¿Y si ella...?
En cambio, solo la miraba terminar su hamburguesa sin intercambiar palabras con él.
¿Qué es lo que pensaba ella?
Y ella tenía tantas cosas en la cabeza que sentía que era incapaz de terminar la comida, por más hambre que esta tuviera. La idea de ser rechazada de nuevo solo por no ser la "prodigio" el 100% del tiempo la preocupaba.
Sabia que era capaz de todo, pero a la vez de nada.
— ¿Estás bien amiguita?
— Sí.
— No suenas convencida, ¿necesitas algo? ¿Quieres que te lleve a casa?
— Creo que puedo ir sola.
— ... ¿Hice algo mal?
El silencio y la frialdad de las palabras de la chica preocupaban a Damián.
— No, solo... he estado pensando mucho en las cosas... No tiene nada que ver contigo.
Pero en parte, estaba mintiendo.
— No te preocupes por mi, debería ir a descansar o algo así. He estado con muchas cosas en mente estos días.
— Vale... Pero ¿estás segura de que quieres que te deje ir sola?
— ...
— Sí... No debería cuestionarte mucho, eres bastante fuerte y puedes cuidarte sola... no se porque digo estas cosas... Lo siento
— Tu igual eres fuerte
— No tanto como tú
— Pero hay algo en lo que eres mejor que yo, ¡mucho que mejor!
— ¿En qué?
— En cocinar, haces platillos muy deliciosos. —Se levantó de la mesa.
— Bueno, gracias, aunque es mejor ser fuerte en combates pokemon. —Sonrió.
— Muchas gracias Damián, nos vemos luego.
— Gracias a ti por venir... Nos... Vemos... —Tomó los platos y se dirigió al local para entregar los platos.
Con prisa la chica se acercó a la academia, mirando a un par de niños disfrutar de la lluvia. Con una sonrisa falsa en la cara, no podía fingir por tanto tiempo. Al igual que Damián ella también tenía algunos asuntos que resolver.
¿Pero a quien podría confirmarle aquello sin sentirse tan juzgada? ¿Quién entendería a alguien como ella?
El Team Star.
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Pokémon SV: Camino de vuelta a casa. [Lectora x Damián]
Fanfictionㅤㅤ ⚠️Simple aclaración de que solo uso el nombre Juliana para no usar el clasico ___, Tn o Y/N. Esta no es la Juliana del juego. Además no tengo originalidad con los nombres he he __ Juliana es una joven que ha logrado mucho en muy poco tiempo, de...