El Gato con Botas: La última vida

Capítulo 16

Ya eran, mínimo, las seis de la tarde, y si bien era muy temprano para cenar, ya podían empezar a bailar.

Kitty estaba radiante de felicidad, por fin había podido superar el fantasma de Santa Coloma y ahora podía vivir casada con el amor de sus vidas.

Empezó la música y la pareja empezó su primer baile de casados. Pronto, sus amigos se les unieron en la pista de baile.

-Y pensar que en nuestro primer baile te odiaba- se rió Gato.

-Bueno, era un duelo de baile y te acababa de impedir que realizaras un robo importante.

-¿Tú que pensabas de mi en ese momento?

-Que no eras más que un presumido gatito que se creía mejor que la mayoría.

-¡Es que soy mejor que la mayoría! En la cual no estás incluida porque obviamente eres mejor que yo- finalizó debido a las cejas arqueadas de su esposa.

-Si, claro, eres un gato que nunca cae de pie.

-A excepción de ciertas caídas poco decorosas si tengo cualidades extraordinarias para alguien de mi especie. Lo cual me recuerda algo.

-¿A si?

-Si, pero debo esperar a que acabe esta pieza.

Cuando sonaron los últimos acordes, el anaranjado se separó con delicadeza.

-Es nuestra hora, Perrito- apremió a su amigo y le hizo una seña a los músicos.

El de las botas y el del suéter subieron al escenario y cogieron micrófonos.

-Esto va para mi amada esposa, la ladrona de mi corazón y mis canciones- dedicó el felino, entusiasmado de presentar lo que tanto había practicado.

¿Quien es valiente y dispuesta?

Kitty!!

¿Quien es también una chica modesta?

Patitas Suaves!!

¿Y que gata hace ella entrar?

Kitty!!

¿Quien su vida no perderá?

Patitas Suaves!!

¿Quien es tu heroína favorita? ¿Quien es tu heroína favorita?

Es Kitty!! Es Kitty!!

¡Es Kitty!

Quien es valiente y dispuesta?

Kitty!!

¿Quien es también una chica modesta?

Patitas Suaves!!

¿Y que gata hace ella entrar?

Kitty!!

¿Quien su vida no perderá?

Patitas Suaves!!

¿Quien es tu heroína favorita? ¿Quien es tu heroína favorita?

Es Kitty!! Es Kitty!!

¡Es Kitty!

La honenageada quedó extasiada. Solo la trajo a la realidad los aplausos de los invitados. Recordaba cuando Gato había empezado a componer aquella canción, un himno a todos sus méritos, y que ahora se la dedicará a ella...no podía haber otra mejor demostración de lo mucho que había cambiado.