(✓) WHO'S A GOOD BOY? | BIBLEBUILD [RE-SUBIDA]

Capítulo 30.

BIBLE'S POV.

—¡Bible! —me llama mi madre ya desesperada. —¿En qué tanto piensas? Se hará tarde.

—Ah, sí, lo siento —digo siguiendo sus pasos.

—Tú padre y Kai se han ido desde antes al lugar, por Dios, está más emocionado que en nuestra boda, ¿puedes creerlo?

—Pues no lo sé, no asistí a su boda —respondo burlón. —Lo siento —digo cuando mi madre me da una de esas miradas que todas las madres hacen cuando los hijos hacen o dicen cosas que no le agradan.

—¿Te dijo Biu a que horas se iban a ir? Es que llamé a May y no respondió, supongo que seguía ocupada.

—Pues ambos quedamos de llegar minutos antes de que empiece la ceremonia, pues queremos seguir con la sorpresa hasta el momento de la ceremonia. Build dijo que estará ahí diez minutos antes, así que le dije que me iría antes que él.

Mi madre asiente subiendo al asiento del piloto y yo en el del copiloto.

—¿En verdad no sabes que es lo que usará Build?

Niego.

—Tong se enteró que iríamos juntos a ver los trajes y dijo que eso no podía ser, que era de mala suerte —digo riendo.

—Bueno, pero ve el lado bueno, la sorpresa será aun mejor. Ponte esto y no te lo quites hasta que te diga —menciona dándome una venda negra para los ojos.

(...)

Sinceramente, todo en este momento es nuevo, tanto para mí como para Biu, pues ninguno de los dos hemos decidido nada en la decoración, todo lo han planeado nuestros padres con ayuda de la misma organizadora que contrate para pedirle matrimonio a Biu.

—Necesitamos una lista de las cosas que les gustaría tener en su boda y el lugar —fue lo que dijeron nuestras madres un mes después de la pedida de matrimonio. Llegaron invadiendo el departamento y si no hubiera sido porque mi madre toco la puerta de la habitación, nos hubieran encontrado desnudos, pues me había olvidado por completo que le había pedido que me cuidara una copia de la llave por si perdía la mía algún día.

Escucho a mi madre pronunciando una "i" alargándola a modo de chillido cuando bajamos del auto.

—Verás que es increíble, lo van a amar —menciona agarrándome del brazo. Dejo que me guie, pues realmente no tengo la mínima idea de donde es que será la recepción, porque incluso con las invitaciones, solo nos mandaron algunas muestras y ninguna tenía la dirección del lugar. —Hay un escalón —me avisa, para que no tropiece y caiga al suelo.

Seguimos caminando por unos minutos más hasta detenernos, y justo antes de quitarme la venda de los ojos, mi medra me rodea en un abrazo, susurrando un te amo.

Al retirar la venda de los ojos una puerta enorme está frente a mí.

—¿Listo? —inhalo y exhalo, tratando de controlar los nervios que comienzo a sentir en el momento y asiento.

Cuando la puerta se abre, quedo atónito ante la vista frente a mí. Detrás de la puerta hay una gran terraza con vista al atardecer y el mar. Al estar en la terraza, me acerco a apreciar las decoraciones; grandes mesas redondas van acompañadas de sillas transparentes, como si fuesen de cristal, en el centro un grande florero con rosas blancas y a su alrededor otros pequeños adornos florales, los cuales están formados por una pecera con una vela encendida dentro de esta y por fuera, algunas rosas blancas y doradas, rodean la pecera. Sobre el mantel beige con brillos dorados, están acomodados los platos, los cuales son de cristal, con líneas doradas y los cubiertos siendo del mismo color de las líneas.