(✓) WHO'S A GOOD BOY? | BIBLEBUILD [RE-SUBIDA]

Capítulo 3.

BUILD'S POV.

Escucho ruido en la lejanía, y gruño molesto. Ahora mismo lo único que quiero es dormir y quien sea que este fastidiando con el ruido, sabrá quién es Build Jakapan Puttha.

Abro mis ojos al sentir imposible el seguir durmiendo. El lugar me es familiar, pero definitivamente no es mi habitación. Parpadeo con la intención de que mi vista se aclare un poco mejor, recorro el lugar con la mirada y ¿cómo llegue aquí?

Es la habitación de Bible, pero no puedo recordar nada de la noche anterior, solo algunas imágenes distorsionadas de la fiesta.

—Por fin despiertas —dice Bible mirándome desde la puerta del baño, pequeñas gotas de agua que caen de su cabello mojado, recorren el torso desnudo y bien trabajado de mi mejor amigo. —Date un baño, para que desayunes.

Camina por la habitación con una toalla enrollada en su cadera dirigiéndose a su closet a buscar ropa. No puedo apartar la mirada de su espalda, y es que, aunque Bible no sea como esos tipos que van al gym y tienen mucho musculo, tiene un físico increíble. Tiene las proporciones correctas, hombros anchos, cintura pequeña, brazos marcados al igual que su abdomen.

Deja cae la toalla y mis ojos se abren de par en par, aparto mi mirada avergonzada y aclaro la garganta.

—Al baño, ahora —dice una vez que se ha puesto el bóxer y se gira para mirarme con los brazos cruzados.

Al escuchar eso, salgo de la cama inmediatamente y me encierro en el baño.

Me deshago de mi ropa y entro en la ducha, tratando de ahuyentar la imagen de Bible desnudo de mi mente, pero no parece funcionar, pues siento como la sangre en mi miembro comienza a aumentar.

Maldición. ¿Por qué? Jamás me había pasado esto, incluso cuando Bible en el pasado era más mandón de lo que es hoy en día. ¿Sera acaso el cambio que tuvo el verano pasado? Es que no es algo que pase desapercibido. El cambio de imagen que tuvo fue algo de lo que se hablo mucho en la universidad, y digo, no es como que Bible desde un principio haya sido de esas personas populares, pero teniendo en cuenta que sus padres tienen una de las empresas mas grandes del país, es casi imposible no saber quiénes son los Sumettikul.

Es solo que, desde el verano pasado, sus ordenes se sienten con más poder y no tengo idea de por qué.

—Ahí en la fuente había un chorrito, se hacía grandote se hacía chiquito —canto con la esperanza de poder dejar mi mente en blanco y evitar que mi miembro siga aumentando de tamaño. Mientras tanto, lavo mi cabello y cuerpo, parece que el cantar dio los resultados que buscaba.

Salgo del baño con una toalla envuelta a la cadera en dirección a la cocina.

—Bible, necesito ropa —le digo, esperando respuesta, pero solo se limita a mirarme y asiente. Deja de hacer lo que sea que haya estado haciendo, pues la barra que divide la cocina del comedor no me deja ver, y camina en mi dirección, me toma de la muñeca y me lleva de vuelta al dormitorio.

Abre el closet, descuelga una de sus camisas y después me da un bóxer que saca de uno de los cajones. —¿Quieres también un pantalón?

—Estoy bien así —respondo poniéndome la camiseta. Bible asiente, mirándome. —¿Por qué me sigues mirando?

—¿Qué tiene de malo? No es como que no lo haya hecho antes.

Desvergonzado. Pero tiene razón, ya muchas veces me a quitado la ropa cuando estoy erbio.

—Lo sé, pero ahora estoy desnudo, es raro.

Niega. —La camisa te llega a medio muslo, Biu, no es como que deje ver mucho. Date prisa, o se va a enfriar el desayuno. —Dice acercándose a mí y quitándome la toalla de encima para secar mi cabello. —Te espero afuera.