Capitulo 4

153 37 9
                                    

Capitulo 4

—Buen día—saludo ingresando a la tranquila y silenciosa biblioteca del chico amargado, pero lindo.

Es bastante temprano, no me sorprende que me observe con el ceño fruncido y la mirada ardiendo de rabia, sé que me detesta, por lo que estar tan temprano solo me permite ganar más su odio. No es que me guste del todo molestarlo y ganar su desagrado, es solo que necesito la historia. Me acerco, el gato huye del lugar en su escritorio donde tomaba una siesta y se acomoda en el marco de la ventana que deja entrar rayos de sol.

— ¿Es que no tienes más noticias? ¿Cómo consigues un sueldo mensual de esta manera?

—Tan temprano y malhumorado—niego con la cabeza acercándome a él—. Traigo café—extiendo un brazo hacia él—es dulce—levanto las cejas.

—Como si fuera gran cosa—lo escucho balbucear tomándolo.

—Te traigo café y no me dices: "hola" o "gracias"—hago una mueca—. Lo dejare pasar, si me cuentas lo que paso.

—Hola y gracias.

—Que seco... ¡vamos!

—No tengo nada que decir de ese día, pero este café esta amargo.

—Imposible. Lo probé.

—Esta amargo para mi gusto... y no deberías andar probando las bebidas que piensas regalar.

— ¿Tan así?

— ¿Te puedes retirar?

— ¿En serio? ¿Tan poco sociable eres?

— Si.

—No pareces haber sido así con el oficial—comento mirándolo de reojo.

— ¿Disculpa?

—Me llamo el Oficial Potter, solo para regañarme, porque tú le comentaste que yo era molesto.

—Lo eres.

—A eso me refiero—me quejo—con él no fuiste así de malo. Con el fuiste cortes.

—No puedo ser cortes con alguien tan molesto. Y para tu información, también le pedí que se retirara.

—Solo quiero...—deje mí pedido a la mitad para atender mi celular sonando—. ¿Hola?

— ¿Black? Soy el Oficial Potter, te llamo desde la estación, tengo la historia que buscas, así que ven aquí y deja de molestar al bibliotecario—el oficial corta y yo observo en silencio al bibliotecario que finge estar atento a unos papeles, pero yo se que su atención está en mi.

— Tengo otra noticia que buscar, pero volveré por tu testimonio y espero que seas más sociable—me voy sin decirle la verdadera razón, no estoy seguro de que el oficial Potter en verdad tenga para mí la verdadera noticia.

Llegando a la estación, el Oficial Potter me saluda, me lleva hacia las celdas en la pequeña estación. Me señala una, donde hay un hombre no muy feliz dentro.

— Tenias razón, hay más que un simple robo y el cómplice decidido hablar a los medios, ya que su abogado lo recomendó. Te dirá todo, si tú prometes contarlo tal cual.

— ¿Traicionara a su compañero?—pregunto sin creerlo, el hombre se acerca hasta el borde de las rejas y habla.

—Es un niño rico, ahora está libre gracias a sus padres—sonríe de lado—. Solo quise ayudarlo y así termine, acusado de robo, acoso e intento de asesinato—me acerco de inmediato mientras busco en mi celular la aplicación de grabado, para su testimonio.

—Y espero que así dejes de molestar al bibliotecario—comenta el oficial.

— ¿Tú crees?— pregunto mirando hacia atrás para atrapar su visión y sonreírle de lado.

— ¿Y por qué seguirías...?—su pregunta queda incompleta cuando la interpretación de mis palabras y gesto facial le llega—. ¿Tu...?— sonrió más ampliamente y el niega con la cabeza—. ¡Vas a enloquecerme, Black!

—No me vas a decir que no tengo buen ojo.

—Le prometí al chico que lo dejarías en paz—me acerco a él para hablarle bajo.

— Tengo buen ojo—le aseguro— y el tiene la culpa por ser tan gruñonamente lindo.

—Ni siquiera sabes si es...

—Lo es.

— ¿Cómo sabes?

— ¿Intuición masculina?

—Black, el chico no se ve...

— Si no lo es, se volverá.

— No puedes hacer a alguien homo.

— Cuando encuentres una hermosa mujer que sea lesbiana, me entenderás.

— Pobre chico.

— Afortunado chico hermoso.


-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-


Dos días sin pasar, tenían que ser suficiente para que el lindo bibliotecario dejara de odiarme. También, para que ser considerado, me aparezco más tarde, casi a la hora de la salida de los estudiantes, tengo que sumar puntos.

Estoy de buen humor y me tengo confianza. He recibido muchos elogios por la historia del incidente "el amigo traicionado", en los títulos de los diarios, porque eso es lo que atrapa a la gente, un preso que está allí por traición de su amigo.

He pasado dos días trabajando, sin un tiempo para mi vida personal o mejor dicho, el horario en que terminaba mi trabajo era el horario en el que el lindo bibliotecario ya se había marchado de la escuela.

Hoy pude llegar a tiempo y caminando por el pasillo hacia la biblioteca, solo me recibe el silencio. Todo está muy tranquilo.

— ¿Buenas tardes?— pregunto al ingresar.

El gato me maúlla y mi visión capta a lo lejos, entre estanterías de libros, la cabeza del chico, de Severus.

— ¡¿Otra vez usted?!—exclama al verme.

—Es un gusto verte...

—Pensé que no vendría más.

— ¿Me extrañaste?—esperanzado, me acerco.

— Claro que no, ese policía es un mentiroso. Te repito que nada vi, así que pierdes el tiempo.

— ¿Podemos sentarnos y hablar tranquilamente de ese día? Tal vez, así recuerdes.

— No, gracias. Tengo trabajo que hacer—aseguró acercándose a la puerta.

— Pero si casi es la hora de cerrar.

—Esto—me mostro una lista—son los libros que fueron pedidos en el día y no devueltos. Tengo que ir a buscarlos, es parte de mi trabajo.

— ¿Te ayudo?—me ofrecí como caballero.

— No, es mi trabajo y no puedes andar por los pasillos. Vete.

— ¿Puedo esperarte?—pregunte siguiéndolo por el pasillo.

—No.

— ¿Puedo venir mañana temprano?—insistí.

—No.

—Vendré, mañana temprano, con café dulce—asegure sin su permiso, me ignoro, claramente lo hizo, pero eso no baja mi ánimo. Me ganare la sonrisa del bibliotecario gruñón.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-



Sentado en mi escritorio, trato de no pensar en la hora, de concentrarme en mi lectura, ahora que puedo. No obstante, me es imposible, es media mañana y no he tomado una sola taza de café por esperarlo. Maldito y mentiroso imbécil.

Comenzaba a agradarme, por ello decidí no tomar mi habitual taza de café y esperar por la que me prometió. Creí que era un verdadero cabello y no solo un patético actor, me decepciono.

Espere a la nada, porque es obvio que no vendrá. He tratado de ocupar mi mañana, para no pensar en el café, especialmente el café que es tan necesario para mí, pero solo conseguí juntar todas las hojas caídas del árbol.

Creer que vendrá en la tarde, es una mentira para sostener mi orgullo herido. Tal vez, consiguió su historia y acepto que nada vi, por lo cual no hay razón para volver. Quizás, la historia que buscaba no era tan interesante y se cruzo con algo mejor.

De cualquier forma, se puede decir que, perdí mi oportunidad. Era irritable, pero atractivo y se mostraba caballeroso. Era posiblemente mi tipo, pero fui lo suficiente gruñón para no darle motivo para regresar.

Bibliotecario malhumorado y asocial, llegando a una edad inapropiada como para seguir tan solo. Es patético, sin mencionar que mi último ex ya está casado y tiene planes de adopción, según me han dicho.

El único gran problema en mi vida, es mi primo, quien me ha robado el skate que atesoraba de mi adolescencia. Hombres de mi edad, normalmente buscan la manera de conseguir enamorar o formalizar con alguien. Está de más recordar que mi último encuentro sexual, fue hace meses y el tipo era casado con fantasías homosexuales. Un hombre que vino a cubrir a una profesora de licencia por embarazo, estuvo solo algunos meses y antes de marcharse, decidió lanzarse a mí.

No creo que el reportero aparezca nuevamente, puedo conseguir finalmente mis momentos de paz. El oficial, no me ha mentido, es bueno saber que aún se puede confiar.

Continuara... 


Teniendo en cuenta que aun no recibo un solo comentario en la historia, por más que actualice cada día... comienzo a dudar si continuar subiéndola.



El chico detrás de los librosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora