En la constelación Singularidad de Sirius existe un planeta llamado Arcadia, el cual tiene como particularidad ser la cabeza de este grupo de planetas, pero no se equivoquen, no estamos hablando de un rey que se encarga de dirigir diferentes pueblos, solo es el líder del consejo de planetas, en cada uno de ellos su cadena de mando está conformada por un conjunto de consejeros que se encargaban de ayudar a su líder a tomar las mejores decisiones para mantener la paz, muchas de esas decisiones no fueron las más acertadas, sin embargo, era un sistema que se había mantenido desde tiempos inmemoriales, en donde la gran mayoría de sus habitantes son guerreros que se encargan de mantener el orden y la paz con los aliados.
Cada planeta tiene un gobernante llamado Regente y este se encarga de mantener la tranquilidad en la que viven, sobre todo porque cada uno de los pobladores poseen singularidades y de allí el nombre de aquella constelación, algunos pueden hacer magia más allá de manejar los elementos, lo cual es normal entre los habitantes, cada uno nace con el don de aprender a manipular ya sea el viento, el agua, la tierra o el fuego, incluso hay algunos que pueden moldear y convertir el hierro a su antojo, cada uno de ellos posee un núcleo mágico, que se desarrolla de acuerdo al camino elegido por cada individuo, aunque todos aprenden hechizos básicos que les facilitan la vida, hay unos más especializados que otros, pero lo que más llamaba la atención de los habitantes de Arcadia y algunos planetas vecinos son sus líneas de sangre, cada familia posee una y esta determina en que será bueno cada uno, no todos pueden pertenecer a la misma categoría y por supuesto como en cualquier sociedad hay familias más importantes que otras, pero que forman parte del equilibrio que se ha construido.
Todos realizaban entrenamientos de combate, en realidad iban a la escuela para ello, al menos los que habían decidido llevar una vida de servicio al planeta; hay que mencionar de que aparte de estar divididos en clase guerrera, de servicio y civiles , también eran clasificados como alfas, omegas y betas, lo cual solo era una simple clasificación asignada por su género de nacimiento, en la Singularidad de Sirius todos son iguales, nadie es superior o inferior a otro, a menos que tengan un rango importante dentro de las fuerzas guerreras y cualquiera puede llegar a uno, todo depende de sus capacidades, las cuales son iguales para todos ellos, la fuerza no reside en ser alfa u omega sino en lo avanzado de su entrenamiento.
Pero todo no podía ser utópico en la Singularidad de Sirius, siempre habían seres hambrientos de poder, seres que se creen en la capacidad de ser los amos y señores de la constelación, de hacer las cosas a su manera imponiendo sus leyes, por lo cual se desato una guerra, una en la cual todos los planetas se habían involucrado, llevaban meses en ella, con muchas bajas y aun no se podía ver un claro ganador, lo cual nos lleva al comienzo de esta historia, una en donde aquel conflicto marcaria las vidas de un alfa y un omega que jamás han tenido contacto alguno, más que el de haber estado en la misma clase en la escuela y cruzarse una que otra vez en las calles cuando aún eran tan solo unos niños.
Ahora a sus veinticuatro años y después de un suceso inesperado en el campo de batalla, Kao Noppakao y Fluke Natouch de una forma imprevista han terminado enlazados, ahora juntos tendrán que encontrar una forma de solucionar la situación, una en la cual, muchas cosas cambiarán en la vida de ambos sin darse cuenta.
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Enlazados
FanfictionEn una Galaxia lejana existe una constelación escondida llamada la Singularidad de Sirius, en la cual se encuentra un planeta guerrero llamado Arcadia, que se caracteriza porque sus habitantes tienen el don de la magia, pueden controlar el viento, e...