Capítulo 9

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En el preciso instante que Saint y Fluke se fueron del complejo, Kao se habia ido a la biblioteca, estaba decidido a encontrar algo que lo ayudara a entender el enlace, o en su defecto una forma con la cual quitarlo para no estar sujeto a las condiciones que habia puesto su hermano, en su búsqueda se topó con libros muy interesantes, acuerdos comerciales con personas de las que nunca habia escuchado hablar, también vio algunos documentos que involucraban a su familia con otras de las pertenecientes a la elite de Arcadia, pero al final nada que lo ayudara con su problema.

Cuando ya no pudo alargarlo más, fue al baño tomo una ducha y se fue a dormir tocando la marca en el pecho, estaba resignado a lo que estaba por venir, solo esperaba que esta vez no hubiera visitas en medio de la madrugada y recuerdos dolorosos que le hicieran sentir una opresión en su pecho.

Esta vez las cosas eran algo diferentes, estaba caminando por los pasillos de la casa Natouch en su propio cuerpo, se habia visto reflejado en una de las ventanas, ¿qué estaba pasando ahora?, se movió por aquel lugar sin saber muy bien a donde lo llevaban sus pies, estaba como en piloto automático, hasta que cuando se acercaba a un determinado pasillo escucho algunos sollozos, los cuales decidió seguir solo para encontrarse a un pequeño Fluke abrazado a sus rodillas tratando de no llorar en medio del jardín, inspecciono los alrededores pero no habia nadie con él.

—¿Quién eres? —, pregunto el castaño levantando la vista, las lágrimas habían mermado.

—No te interesa—, respondió cortante el alfa quien no entendía que estaba pasando, ¿cómo era posible aquello?, ¿porque el omega lo habia visto?, no iba a negar que muchas veces habia querido estar fuera del cuerpo de Fluke para sacudirlo y preguntarle que le pasaba, que se defendiera, pero ahora que estaba sucediendo no sabía muy bien que pensar.

—No deberías estar aquí, no se permiten extraños en el complejo Natouch—, dijo el discurso aprendido por años en su familia.

—Si supiera como llegue, hace rato ya me hubiera ido...

—Lo acompaño hasta la puerta—. Se seco las lágrimas y se levantó de su lugar para guiarlo.

Caminaron por aquel lugar en medio de un pasillo interminable, Kao quería decirle que conocía como la palma de su mano toda la casa Natouch, pero opto por mantenerse en silencio, no estaban avanzando hacia ninguna parte y al parecer el Fluke de sus sueños no se daba cuenta de ello, ya se estaba cansando de aquello, por lo que decidido preguntarle porque lucia de esa manera.

—¿Porque estabas llorando?

—Dew... él no quiere verme, ni hablarme.

—No veo ningún problema en eso.

—Pero es que no sé porque está enojado.

—Seguro no le hiciste nada, eres muy blando como para eso.

—Parece que me odia—, susurro con desgana el castaño.

—¡Por fin te das cuenta! —. Lo dijo sin ningún tacto, pero él como un observador se habia dado cuenta de ello hace tiempo, por el rabillo del ojo vio como el omega apretaba los puños tratando de contener las lágrimas, frunció el ceño, no le gustaba la opresión que ocasionaba aquello.

—¡Pero es mi hermano!

—Lo sé, lo que pasa es que no eres firme con él, por eso te trata así, cuando te vuelvas a enfrentar con él en combate no te reprimas, trátalo como si fuera un enemigo, hazte respetar.

—Yo no podría...

—Pues, deberías hacerlo... Siempre tienes consideración con los demás, pero ninguno de ellos la tienen contigo, por eso es que te ignoran, ¿quieres ser reconocido?, hazte notar, demuéstrales que no solo eres amabilidad.

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