Capítulo 17

51 13 2
                                    

Durmieron toda la tarde en aquel pasillo y si no hubiera sido por los golpes incesantes que escucharon en la puerta quizás no hubiesen despertado, se miraron asombrados por haber dormido tanto y de manera tranquila.

—¿Soñaste algo? —, pregunto Kao sorprendido.

—No.

—Entonces hemos encontrado una forma de detener los sueños—. Movió las cejas de una manera picara mientras le daba una media sonrisa.

—¿Te refieres a dormir juntos? —, pregunto ahora el castaño con un sonrojo en sus mejillas.

—Si, al parecer eso hace que todo desaparezca.

—Señor Natouch—. Se escucho una voz desde el exterior.

—Es uno de los hombres de confianza de mi padre—, dijo Fluke reconociendo quien era, miraron el reloj y se dieron cuenta que eran más de las cinco y media de la tarde.

—Su padre me mando a que lo viniera a buscar.

—¿Qué? —, pregunto aun desde el interior mientras estiraba su ropa arrugada.

—Ordeno venir a buscarlo todos los días si a las cinco de la tarde no estaba en el complejo Natouch.

—Sera mejor que me vaya—, susurro para que el otro no escuchara desde afuera, pero antes de abrir la puerta fue estampado contra la misma mientras recibía un beso algo brusco que lo desestabilizo un poco, abrió la puerta y se disculpó con su familiar para luego retirarse de aquella casa, al parecer con la llegada de su compromiso habia nuevas reglas que cumplir.

Llegada la noche todo cambio nuevamente, las horas previas las habían pasado cada uno metido en un entrenamiento individual sabiendo que el sueño les iba a ser esquivo por todo lo que durmieron aquella tarde y tenían que mantener su mente ocupada ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegada la noche todo cambio nuevamente, las horas previas las habían pasado cada uno metido en un entrenamiento individual sabiendo que el sueño les iba a ser esquivo por todo lo que durmieron aquella tarde y tenían que mantener su mente ocupada en algo, la llegada de Fluke a su casa habia sido algo rara, cada miembro de la familia con el que se había cruzado, lo habían mirado de manera extraña, al parecer ya la noticia había corrido entre los Natouch, incluso vio a su primo en los jardines pero este simplemente lo ignoro, definitivamente aún estaba molesto por no haberle contado nada.

Cuando por fin se durmió, su sueño lo llevo a un pasillo oscuro tenía puesto su pijama, no reconocía el lugar en donde estaba, todo era tan confuso, camino por aquella oscuridad hasta que se encontró con unos cuerpos, corrió hacia allí para ver de quien se trataba y se sorprendió de reconocer a los consejeros, estaban en el suelo cubiertos de sangre, miro hacia todas partes en busca de Kao, pero no lo veía, esta vez todo era diferente.

—Tu—. La mujer que había pensado estaba muerta hablo mirándolo con la sangre brotando de su cabeza.

Retrocedió asustado, miro sus manos y estas estaban llenas de sangre al igual que su ropa, salió corriendo en dirección contraria sin saber muy bien a donde iba, todo comenzó a volverse borroso hasta que llego a un pasillo y miro a dos niños pequeños jugando, se acercó a ellos algo cohibido y cuando estos voltearon a su dirección se dio cuenta que aquellos pequeños se parecían a ellos y no eran sus versiones de la infancia, pronto se dio cuenta que no lo estaban viendo a él sino a un Kao que lo traspaso como un fantasma y los cargo con una sonrisa.

EnlazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora