Fluke se quedó reflexionando en su habitación hasta que había llegado la hora de hacer su rutina diaria, salió al pasillo y se dio cuenta que todo estaba normal, como lo intuyo nadie en su familia detecto su ausencia aquella madrugada, lo cual no era extraño, aun su primo no regresaba al planeta y él era el único que estaba pendiente de su presencia en aquella enorme casa, camino tranquilo a la cocina en donde preparo el desayuno y el almuerzo, para luego emprender el viaje hacia la casa Noppakao, esta vez habia decidido ir caminando, no estaba apurado por llegar.
Miro a las personas que comenzaban a transitar las calles de Arcadia, los comerciantes que abrían sus locales, los jóvenes que corrían hacia la escuela, los trabajadores que aún se ocupaban de terminar de reconstruir lo que se habia sido dañado durante la guerra, todos tan ignorantes de lo que se habia tenido que sacrificar para que vivieran en aquella paz, quizás Peter no era un héroe, pero al menos se merecía que su nombre fuera limpiado, que se reconociera el sacrificio que habia hecho por el bien de aquel planeta, entendía que aquella decisión habia sido tomada porque un grupo de los Noppakao estaban conspirando para hacerse del poder, pero no todos estaban al tanto de aquello, murieron sin saber la causa de su pecado, solo por llevar el apellido Noppakao fueron exterminados quedando un solo sobreviviente.
Entendía que eran guerreros de las fuerzas del planeta y que su primer deber estaba con Arcadia, que debían ser leales y defenderlo con su propias vidas, tenían que seguir ordenes aunque estas no les gustaran, para eso los preparaban desde niños, pero ¿quién vigilaba que aquellas decisiones fueran correctas?, ¿quiénes eran esas personas para decidir sobre la vida de los demás?, eran consejeros que nunca habían vivido ni estado en una pelea, solo eran personas que se habían dedicado a estudiar la magia y creían tener el poder y el conocimiento necesario para decir que era mejor, después de haber vivido aquel sueño comenzaba a cuestionarse muchas cosas que antes daba por sentado.
Sabía muy bien de donde habían venido aquellas ordenes, Yai Vacharakiat y Inthira Charoenpura, esos eran los nombres de los dos consejeros que quedaban de aquella época, solo los había visto un par de veces en reuniones con la Regente, pero solo eso le hizo falta para saber que eran unas personas que creían tener siempre la razón y jamás admitían estar equivocados, además de moverse como si fueran imprescindibles y supieran mejor las cosas.
Lo cual también le recordó aquellas palabras de su entrenadora cuando apenas estaban asumiendo ser parte de un escuadrón, "Un guerrero no es nada comparado con el bienestar del planeta", que debíamos valorar lo que teníamos porque en cualquier momento se podía acabar en medio de alguna batalla o misión, además de decirles que cuando fueran lideres de alguna avanzada o tuvieran un rango superior jamás le pidieran a sus subordinados hacer algo que ellos mismos no estuvieran dispuestos hacer, que ese era el camino de un buen líder y guerrero de Arcadia, pero ¿aquellas personas que daban consejo y decidían que hacer estaban dispuestas a hacer lo que ellos?, ¿si hubieran estado en la posición de Peter serían capaces de matar a su propia familia?, estaba seguro que la respuesta era un rotundo no, ellos nunca se ensuciarían las manos con la sangre de otro, se sentían muy por encima de ellos como guerreros y por primera vez en su vida comenzó a sentir desprecio por alguien más, no sabía si aún estaba sintiendo el eco de la emociones de Kao, pero eso era lo que sentía en esos momentos.
Quizás la idea de acabar con todo el planeta podía escucharse descabellada, pero entendía que habia detrás de ella, el pelinegro quería hacer borrón y cuenta nueva, quería terminar con la vida de todos aquellos que le dieron la espalda, de los que siguieron con su cotidianidad a expensas de su dolor, no obstante, las generaciones siguientes ¿qué culpa tenían de aquello?, en lo que si estaba de acuerdo es que la verdad de Peter debía saberse, quería que no fuera considerado un traidor, que se supiera que había sacrificado todo por el deber, merecía ser reconocido por ello.
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Enlazados
FanfictionEn una Galaxia lejana existe una constelación escondida llamada la Singularidad de Sirius, en la cual se encuentra un planeta guerrero llamado Arcadia, que se caracteriza porque sus habitantes tienen el don de la magia, pueden controlar el viento, e...