Capítulo 1

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Un castaño corría a todo lo que sus piernas le daban, no sabía cómo su hermano menor había terminado en el campo de batalla, lo había detectado a través de sus poderes sensoriales, pero eso no era lo que más le preocupo, sino el hecho de haberle llegado la visión de que estaba rodeado de enemigos, acabo rápidamente con el contrincante que tenía en frente y se dirigió hacia donde estaba él, estaba cansado, llevaba mucho tiempo luchando, tanto que sus habilidades especiales comenzaban a fallar un poco, por eso no se había dado cuenta antes de su presencia, lo peor es que mientras más se acercaba las imágenes de lo que estaba pasando con su hermano eran más constantes, ya había terminado con casi todos sus enemigos pero sin darse cuenta habian tres que se dirigían en su dirección.

Cuando por fin llegó, vio en cámara lenta como su hermano intentaba colocarse de pie pero sus brazos y piernas no le respondieron, estaba a punto de perder la conciencia, por lo cual tuvo que intervenir rápidamente y a pura fuerza de voluntad se enfrentó a aquellos hombres, él tampoco estaba en las mejores condiciones, pero lo logro; logro terminar con todos ellos, luego se volvió a concentrar sondeando un poco el ambiente, solo para notar que habian dos presencias cerca de su ubicación, pero al analizarlas mejor se dio cuenta que eran sus compañeros de batalla, asi que cuando estuvieron en su campo de visión se dejó caer en la inconciencia también.

En otro punto de aquel lugar en el que se estaba llevando a cabo esa guerra, un pelinegro misterioso esperaba que su hechizo de rastreo le indicara la localización de uno de los cabecillas de aquella masacre, había logrado ocultar por completo su olor, incluso su presencia, él observo la pelea de aquel joven que por las técnicas que usaba lo reconoció como un Natouch, incluso lo vio caer pensando que todo había terminado, lamentablemente no podía intervenir, la llegada del castaño lo sorprendió un poco no lo había sentido acercarse, ver la manera en que defendió a su familiar lo sorprendió, al igual que la forma en que se dejó caer cuando llegaron sus camaradas.

Y en menos de lo pensaba su hechizo había sido completado, estaba listo para ir por su objetivo, sin embargo, en su desesperación por completar su tarea no se dio cuenta de una presencia que lo seguía de cerca, era otro pelinegro que también había sido testigo de todo lo que sucedió en ese pedazo del campo de batalla.

Los líderes de los planetas de la Singularidad de Sirius lograron acabar con  la cabeza  de los rebeldes, pero no asi con el hechizo que habían colocado en el campo de batalla, uno que los tenia sumergido en un domo en el cual no pasaba el tiempo,...

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Los líderes de los planetas de la Singularidad de Sirius lograron acabar con la cabeza de los rebeldes, pero no asi con el hechizo que habían colocado en el campo de batalla, uno que los tenia sumergido en un domo en el cual no pasaba el tiempo, desde que todo aquello había comenzado, se podía entrar pero no salir, estaban seguros que habian pasado meses, pero ellos no lo sintieron, parecía que había sido ayer que habian comenzado a combatir, aparte de que los recursos comenzaban a escasear, la comida y las medicinas ya no eran suficientes para mantener a todos los gurreros.

Estaban desesperados por una solución, hasta que en el último momento todo se había desvanecido, lo cual los hizo pensar que al vencer a su lanzador todo había terminado, cosa que no fue de esa manera, pues la caída de la barrera se la debían a dos pelinegros, mas específicamente a los hermanos Noppakao, estos eran los dos extraños que habian estado a la sombra en el campo de batalla, habian encontrado al verdadero lanzador del hechizo matándolo en el proceso.

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