En una Galaxia lejana existe una constelación escondida llamada la Singularidad de Sirius, en la cual se encuentra un planeta guerrero llamado Arcadia, que se caracteriza porque sus habitantes tienen el don de la magia, pueden controlar el viento, e...
Una vez en la tranquilidad de su habitación Fluke se fue directo a darse una ducha, estaba buscando que el agua se llevara sus problemas, miro su hombro y estaba sano, solo quedaba una pequeña marca, la regeneración estaba haciendo su trabajo, en poco tiempo ya no habría rastro alguno de que fue herido, estaba un poco temeroso por lo que pudiera suceder, se había comprometido en ayudar a Kao y no le convenía ser el elegido para sellar parte de su magia.
Tampoco se podía enfrentar a Dew bajo las condiciones en la que estaba, todo el daño se lo llevaría el alfa pelinegro al que estaba enlazado, "Sin importar quién", esos vocablos vinieron a su mente de repente sin saber de dónde provenían, todo era confuso, ¿porque su primer pensamiento era el daño que pudiera recibir Kao?, cuando debería estar pensando en su hermano, en el desafío que se escuchaba en su voz en el momento que estaba hablando con su padre, no iba a ser la primera vez en la cual se enfrentaran en combate, pero al parecer si la definitiva.
En ocasiones anteriores siempre había perdido, simplemente no podía hacerle daño, ¡era su pequeño hermano!, aquel que había cuidado después de la muerte de su madre, él era el mayor y su deber era cuidarlo, tal y como lo había hecho en la guerra, cosa que solo hizo que su hermano le guardara rencor, aquel chico no podía concebir que fuera salvado por el débil Fluke, aunque le doliera quizás Dew siempre le había guardado rencor pero había sido más fácil ignorarlo que enfrentar el hecho de que no era nada para su propia sangre, para esa pelea tendría que tomarse todo en serio y darlo todo de sí, asi eso implicara dañarlo.
Las reglas de su familia eran muy claras, al primer hijo de la cabeza de la familia no se le sellaría la magia, este era el siguiente en la línea de mando para dirigir a los Natouch y no podía tener su magia a medias, por eso había sido muy fácil sacrificar al hermano de su padre, este era menor por tan solo medio minuto y por lo tanto portaba el sello mágico en su núcleo, en aquel entonces no podían quedarse sin líder, sin embargo, había un vacío en aquella regla, en ninguna parte decía que sucedería con el primogénito sino se le consideraba apto para liderar, por eso es que hasta ahora no habian hecho nada con ninguno de los dos, querían que crecieran, desarrollaran sus poderes a plenitud para ver quién era el más fuerte y asi tomar una decisión.
Cerro la llave del agua y tomo una toalla, camino hacia el espejo del baño y miro su hombro, había decidido que alargaría el momento un poco más, tomo una gasa del botiquín de primeros auxilios y se lo vendo, fingiría por un par de días mas estar todavía convaleciente para ganar algo de tiempo, se vistió y salió hacia la biblioteca en donde muchos libros de magia lo esperaban, comenzaría con su investigación.
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Kao llego a su casa y se sentía agobiado con todo lo que había visto y escuchado, las estúpidas condiciones que no sabían cuales eran lo estaban volviendo loco, tenía que ocupar su tiempo asi que sintiendo el poco de magia que tenía en su cuerpo, comenzó a desaparecer y aparecer de un lado a otro en el patio, midiendo la distancia a la que podía llegar, lo cual supuso un gran esfuerzo para él porque no era demasiada magia como para hacer aquello por mucho tiempo, luego de eso corrió alrededor tratando de cansarse lo más que podía, quería agotar su cuerpo, quería olvidar las palabras de Saint y Fluke acerca de lo que había pasado en aquel primer ataque, sobre todo la fatídica pregunta "¿Realmente quieres repetir esto?" .
