11

92 12 1
                                    

Pov Jimin

Llegue a mi casa tire rápidamente la ropa que traía puesta y me refugie en la bañera de mi cuarto, las lágrimas seguían saliendo y me pregunté una vez más que tenía de malo, ¿por que Yoongi no me podía querer tan solo un poco?.

Cerré mis ojos y fue como retroceder en el tiempo, la mañana siguiente a haber estado con Yoongi por primera vez, me desperté solo en la cama, sonreí al escuchar la regadera lo cual me decía que Yoongi seguía allí y no había sido un hijo de puta que te folla y se va, salió del baño con una toalla al rededor de su cintura y otra más pequeña secando su pelo, me vio allí en mitad de la cama sonrió y se acercó a mi, tomo mis labios en un rápido beso, - ¿quieres que te lleve a casa?- dijo alejándose para ir a vestirse, buscando por toda la habitación su ropa, una vista perfecta obtuve cuando retiro la toalla sin ningun tipo de pena y dejándose al desnudo frente a mi mientras se colocaba su ropa interior y luego sus pantalones - no creo que puedas siquiera caminar correctamente, así que no me mires así por que no podre follarte como ambos queremos- eso me tomo por sorpresa me había quedado mirándolo más de lo que fui consiente, por que cuando reaccione el estaba completamente vestido.

- me daré una ducha y luego puedes llevarme - sonreí, tape mi cuerpo con la sabana mientras me dirigía al baño como si no me hubiese visto hasta el alma la noche anterior, y aunque no era alguien tímido me sentía demasiado expuesto a ese hombre, vi la sonrisa ladina de Yoongi cuando pasé por su lado, piso un lado de la sabana haciendo que esta se cayera de mi cuerpo - Tienes un buen cuerpo, y un gran trasero es bueno comenzar el día viéndote asi- dijo lo último señalando con su dedo indice todo mi cuerpo desnudo me sonroje y corrí al baño mientras oia su risa.

Una vez que estuve listo bajamos al restaurante del hotel, desayunamos él un café negro con unas tostadas, y yo unos wafles con chocolate y fruta y una malteada de fresa, salimos del hotel y me sentía muy bien con él, subimos a su auto, íbamos en silencio pero no era para nada incómodo más bien era muy relajante, llegamos a mi casa despues de unos minutos y ahí fue donde caí en cuenta del peso de las cosas, no me había incomodado nunca decir Adiós a mis aventuras de una noche pero por un extraño suceso no quería decirle Adiós a Yoongi, supongo que el noto eso.

- no hagas pucheros, son realmente hermosos pero me encantaría verlos mejor cuando me pidas que te meta mi pene en tu culo.- mi corazón dio un vuelvo de alguna manera eso me daba esperanza de que habría una próxima ves.

-Descansa lo necesitarás quizá pase por ti hoy en la noche o nos podamos ver de nuevo mañana - si eso me dejó en shock

Sonreí, -Bien- iba a bajar del auto pero Yoongi tomó mi mano y me halo a su pecho me dio un beso demandante que me hizo jadear, sonrió- hasta la próxima - me dejo ir, sali del auto y me dirigí a la entrada de mi casa voltee y aun seguía allí, espero hasta que entrará para luego bajar la ventana del auto y decirme un -nos vemos pronto- para luego arrancar el auto.

Abrí los ojos en la bañera y me di cuenta, en ese momento fue cuando había caido por Yoongi una maldita noche junto a él me había bastado para entregarme a él y no solo hablando de mi cuerpo, si no de darle todo de mi.

Las palabras de mi Omega resonaron nuevamente en mi cerebro. Y esto es lo que te gusta, que te use como un juguete, no quisieras que alguien te amara, te cuidara, te protegiera y diera hasta su vida por ti y por los cachorros que querra tener con nosotros.

Claro que en mi mente no estaba el pensar en eso nunca se me había pasado por la cabeza pero ahora sabía que lo quería, lo deseaba y deseaba que fuese Yoongi.

Mi teléfono me saco de mi tristeza al ver que era mi mejor amigo quien llamaba, lo sabía por la imagen que se mostraba junto al tono, "Hola soy sexy verdad" y el nombre que resplandecía en la pantalla, "El hombre más lindo del mundo"

Promiscuo K.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora