Promiscuo K.M

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Pov Eun-woo Park

El alfa Park Eun-woo a sus 47 años de edad no se consideraba un hombre viejo, todo lo contrario, al estar todos los días rodeado de jóvenes se sentía uno más, eso sí claro que siempre era al que acudían en busca de un consejo, una palabra amiga o algún préstamo de dinero.

Desde que su pequeño hijo de 14 años se presentó como un omega, sabía que sus posibilidades de tener una nuera eran bastante bajas pues la mayoría de omegas hombres siempre tenían mayor atracción por los alfas hombres, por lo cual desde ese momento se hizo la idea de que vería a su hijo ser besado abrazado y toqueteando por un hombre y más allá de eso sabía que lo follarian algo que no quería admitir pero su bebé estaba destinado a eso.

Los años pasaron y cuando su pequeño presentó a su primer novio fue un balazo al corazón para el mayor, algo había recorrido en él, su pequeño tenía solo 16 años por lo que lo primero y más importante antes de todo fue decirle que no estaba dispuesto a ser abuelo tan joven, que cuando tuviera unos 80 años seria la edad perfecta, en ese entonces Jimin se lo prometió, el mayor sentía un gran alivio y siempre estuvo al tanto de los supresores de su hijo hasta que este aún sin cumplir la mayoría de edad, se hizo responsable de estos ya los compraba por sí mismo, por que se avergonzaba de que su padre estuviera tan presente en su vida íntima, el mayor confiaba plenamente en su hijo y nunca pregunto de más sobre sus parejas, sabía que no debía meter las narices en la cama de su hijo.

Pero ver a su pequeño llegar a las 3 de la mañana acompañado de un alfa x que lo habia dejado en casa a esas horas no le habia gustado nada, no por que supiera lo que su hijo estaba haciendo, si no por que sabia mejor que nadie que un buen alfa no haria eso, follar al omega y luego dejarlo ahi, eso no era de una persona decente, no quería meterse en la vida íntima de su hijo, pero tampoco quería que su niño estuviera en brazos de un alfa corriente.

Al entrar Jimin a la casa salto viendo a su padre allí sentado esperando por él

- Buenas noches - miro a su hijo con una ceja arriba y una sonrisa ladina incluso aunque sentía su sangre hervir, se aclaro la garganta - creo que es mejor buenos días,- sonrió viendo la cara de su hijo pasar de mil colores frente a él

- ¿P-Papá que hac-ces aquí? - Pregunto nervioso el joven Omega

- Bueno quería cenar con mi hijo y hablar un poco con él ya que hace tiempo no hablamos, pero alguien se me adelanto con un mejor plan, -se carcajeo mientras su hijo abría los ojos y estaba rojo hasta las orejas.

- Y-yo.. - intento hablar el Omega

-No te estoy juzgando hijo, confio en ti, y espero que no estes siendo utilizado solo por ser un Omega, ademas de eso me gustaría saber ¿quien es, si cuida de ti, y claro si te estas cuidando?, ya sabes hasta los 80 - sonrió Cuando vio que su hijo entendía la referencia de lo que decía

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Pov Jimin

- Si papá, es un gran hombre, -Jimin sintió un nudo en la boca del estómago y un peso en su pecho, si su padre supiera lo que pasaba realmente seguro que mandaría a golpear a Yoongi como mínimo.

- Bien eso me agrada, me gustaría saber ¿quien es, es un alfa común o hay algo más, algo como tu destinado? - Mi padre lo sabía de algún modo, desde pequeño siempre preguntaba por mi destinado, ¿como demonios sabía que tenia un destinado? era algo que siempre me preguntaba

Pero antes de que pudiera responder algo, mi lobo aullo y me hizo senrir terriblemente triste.

- Tu madre y yo éramos destinados, por eso cuando murió nunca pude reemplazarla con nadie, ni en lo más mínimo, no habia comparación con tu madre, - dijo esto último mirándome a los ojos en ese momento pude sentir mis ojos cristalinos y húmedos las lagrimas habían empezado a salir.