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Pov Jungkook

Después de mi salida del hospital habían pasado tantas cosas que hasta creía que era irreal, todo había dado un giro de 180°

Jimin y yo habíamos hablado durante mi estadía en el hospital, para mí creer en sus palabras y su amor, era falso no podía sentir verdad en él, me dolía solo pensar que de nuevo era algo falso, que solo lo decía o hacia muestras de cariño por mi estado de salud, me había encerrado en mi, ahora que estaba recuperando mi lobo, mi conexión con él y que poco a poco lo sentía más fuerte, no quería que saliera lastimado de nuevo, estuve a punto de morir por amor, y no de manera literaria, fue demasiado real y no estoy dispuesto a dejar pasar algo similar nunca más.

El cachorro era un tema aún delicado de hablar, sabía de manera muy clara que Jimin no quería hijos míos así que esto podría ser un problema, mi lobo ya había reconocido al cachorro y si se preguntan como sucedió aún me quedo en el aire muchas veces pensando en ello.

La noche donde reviví como decidí decirle a ese fatídico día, esa noche me desperté a la madrugada todo estaba en silencio, solo podía oír una respiración profunda junto a mi, enfoque lo mejor que pude mi mirada y allí vi a Jimin, sentado en una banca junto a mi camilla, su cabeza descansaba en su antebrazo que recorriendo mi mirada llegue a ver, sostenía mi mano, aferrado a ella como si fuera un salvavidas.

-¿Por que llegamos a esto?

-¿Porque estas aquí?

-¿Que más quieres de mi?

-¿De verdad sientes algo por mi?

Susurre todo aquello viendo su rostro, no entendía que estaba pasando todo era tan irreal, tantas noches soñé con el día en que por fin Jimin me quisiera, el día en que pudiéramos estar juntos, el día en que por fin tuviéramos una familia, ¿pero y ahora todo estaba allí?, así tan fácil, no, no era posible, seguramente era una broma cruel del destino, yo no merecía ser feliz, yo no merecía ser querido, no merecía conocer el amor, no merecía una familia, verdad.

Conocí a mi Omega, pero no era mío, lo ame tanto que moría día a día, creo que con ello la vida cobraba todo lo que me daba, mi omega era feliz antes de conocerme y yo solo arruine su vida, lo obligue a estar conmigo por indicios de su padre, nunca me negué, lo quería conmigo y pensaba que estaba bien, soy un egoísta, no quería que estuviera con nadie más, y cuando estuve con él solo quería que fuera mío, por supuesto no sucedió así, por la gracia de la Luna ese omega era distinto a todos y como yo no merecía ser feliz, no merecía amor, no merecía nada, por que la vida me había dado tanto que yo solo quería más y es allí donde tenia que tener un no, verdad?.

Jimin era ese No, me negue mil veces a aceptarlo, pero era suficiente entendía que no merecía nada, yo no debía tener lo que la mayoría tiene, yo no era bueno quizás, yo solo era un error del destino, mis pensamientos fueron acallados por un pequeño gruñido.

Mire a Jimin y este dormía profundamente, supuse que solo era mi imaginación, intencionalmente tome la mano de Jimin, -Quiero que seas feliz- cerré los ojos y entonces sucedió aquello que no creería ni por equivocación.

Un pequeño lobo se acercó a mi, su pelaje era de un color plateado tan brillante, se veía de manera angelical.

-Nada de lo que piensas es verdad, te amo, yo soy quien te demostrará todo el amor que no has tenido, yo seré quien cambie tu vida, no te rindas, ámame por favor, yo te amo.

-¿Quien eres? - es lo único que pude decir

-Tu cachorro

Sentí una descarga por todo mi cuerpo. Vi a mi lobo acercarse al pequeño lobo, acariciándole, oliendolo, viéndolo embobado y entendí, mi hijo estaba allí, realmente era mío, un aura violeta lo envolvió.

Promiscuo K.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora