- ¿Desde hace cuanto lo sabes? - pregunta mi padre visiblemente alterado.
Fuimos casi corriendo al despacho: mi madre, tata, Cecily y yo, mi padre se nos había adelantado. Julieta por supuesto aun no podía ser parte de la conversación.
En realidad me preocupaba ver su camisa sin abotonar y un vaso de vino en su mano tan temprano, pero sabía que en ocasiones era su forma de despejar la mente y lo respetaba.- Ayer a la noche.
- ¿Donde?
- En el bosque - respondo observando de reojo el semblante preocupado de Cecily que se encontraba sentada a lado mío.
- ¿Qué ha dicho?
- Amenazó con acabar con nosotros, no se veía contento.
- No tendría porqué estarlo - susurra bebiendo un sorbo de vino.
Mi madre lo observa preocupada, viendo cómo está por servirse un vaso más de vino. Mi Tata en cambio parece pérdida en sus pensamientos, lejos de aquí y de todo esto.
- Conocen todo de nosotros padre, saben quien es Cecily.
- No pensé que después de tanto tiemp...
- ¿No pensaste Aarón? Son los Sunnenlitch, harían que el mundo ardiera todos los días si así pudieran hacerlo - reprocha Tata de manera repentina, observo sus grandes ojos grises que parecen dos espejos reflejando el miedo que mi padre trata de esconder en este momento, después de todo era su hijo.
- Dijo que volvería por Cecily - digo recordando sus palabras.
Un escalofrío recorre mi espina dorsal y Cecily me observa preocupada, si pudiera sostener su mano para reconfortarla lo haría, solo si no hubieran tantas miradas expectantes sobre nosotros.
- ¿Por qué un Sunnenlitch tendría interés en una mujer comprometida que para colmo es con un Moondlitch? - pregunta mi madre visiblemente confundida.
- Justamente por eso querida, para tratar de causar daño a su rival, a su enemigo - explica mi padre.
Hay algo en eso que me inquieta, no parece ser lo suficiente, carece de sentido, observo a tata en busca de algo que me indique que pensaba y esta tiene los ojos clavados en Cecily.
- Pero, hemos vivido en paz por siglos, eso en verdad no tiene sentido alguno - murmuro.
- Es el fuego en sus venas, son impulsivos, ni siquiera piensan en lo que harán antes de hacerlo - explica tata observando el crepitar de las llamas. La angustia se podía sentir en el ambiente.
- Lo importante es que haremos nosotros - expreso en voz alta aquello que llevaba toda la noche carcomiéndome.
- Esperar y prepararnos para lo que venga - responde Cecily de repente logrando acaparar todas las miradas de la habitación - Sea lo que sea hay que estar preparados, no? - podía ver con exactitud el mismo brillo que había visto cuando estábamos en su cuarto, el de la rabia y el enojo.
- Cecily tiene razón Aarón, no podemos descuidar al pueblo si hay algo que se aproxima, debemos estar preparados - susurra mi madre poniéndose de pie, se acerca a mi padre para sostener una de sus manos - estamos juntos en esto cariño.
- Luciana y Cecily tienen razón, no estás solo hijo pero hay que poner al pueblo en condiciones por si se avecina lo peor - apoya Tata observando a mis padres con el semblante preocupado.
- No habrá una guerra madre, si con eso te refieres a lo peor - escupe mi padre molesto.
- ¡No lo sabes! - exclamo poniéndome de pie logrando que Cecily se sobresalte a mi lado - En realidad ninguno de nosotros lo sabe, pero, ¿por qué deberíamos esperar sentados? ¿No sería sensato preparar a nuestra gente?
ESTÁS LEYENDO
Moondlitch
FantasiEL BRILLO DE LA LUNA RESPLANDECE SOBRE SU ELEGIDA. El suelo Moondlitch está construido sobre manantiales de agua y brillo lunar, nunca nadie ha descubierto la verdad a excepción de historias de magia y fantasía que circulan por el pueblo, nadie hast...