Capitulo 7 –Porrista por un día.
Creo que soy pariente del gato Garfield porque me gusta la lasaña, odio levantarme temprano, y definitivamente odio los lunes.
¿Y hoy que día era? Lunes.
Maldito lunes. Creo que ninguna persona en la tierra le gusta los lunes. Los lunes son feos, malos. Tendrían que ser ilegales.
¿Saben que es lo peor de los lunes? En realidad hay muchas cosas malas del lunes, pero para mí la principal, es que a partir de hoy sería la tortura.
Y todo esto lo hago por mi diario.
—Robinson, ¿puedo pasar?— escuché la voz de Matthew del otro lado de la puerta.
—Sabes perfectamente que no puedes hacerlo. ¿Qué es lo que quieres?— dije cuando abrí la puerta.
Fue mala idea abrir la puerta. Matthew sin camisa y con el cabello despeinado se encontraba junto a mi puerta con una bolsa en la mano.
—Deja de babear, Robinson. Solo vengo a darte lo que tendrás que usar hoy. — Matthew me entregó la bolsa y se fue dejándome a mi sola en el pasillo.Entré nuevamente en la habitación y saqué el traje de porrista. El traje era rojo con detalles en negro y blanco. Había que admitir que era bastante bonito. Me coloqué el traje y sin sonar presumida me quedaba bastante bien. Me até mi cabello en una coleta de caballo y puse en mis labios un poco de brillo labial.
En los pies, me puse unas zapatillas blancas que casi nunca usaban y me parecían perfectas para hoy.
Sabía que este día iba a hacer muy largo, o mejor dicho eterno.
** ** **
—Hermana, sé que no eres fanática de la moda ni nada por el estilo pero ¿Por qué usas un traje de porrista?— me preguntó mi hermano.
Hoy por la mañana había salido corriendo de la casa, literal. No dejé que ni mi hermano ni mi madre me vieran así. Quería esquivarme de las preguntas, pero ahora en la hora del almuerzo él junto Matthew se acercaron a mí.
—Larga historia que no tengo ganas de relatar— le dije a mi hermano de mala gana.
—Tu hermano ya sabe lo que pasó, Robinson. Solo está molestándote. — Matthew y Derek comenzaron a reír. Yo estaba más sería que nunca.
— ¿Ya terminaron? — Ellos asintieron. — ¿Por qué le contaste?— le dije a Matthew.
—Es mi mejor amigo. Le cuento todo. — dijo y se encogió de hombros.
—Los odio tanto— dije con una sonrisa en mi cara. — Me tengo que ir a clase de matemática, luego los veo.
—Espera. — Matthew me agarró del brazo derecho y detuvo mi huida. — ¿Y mis porras?
— ¿Es en serio?— dije y el asintió con una sonrisa en la cara. — Nunca en la vida.
Salí corriendo de la cafetería y fui hasta mi casillero. Agarré el libro de matemáticas y lo guardé en mi mochila.
Caminaba por los pasillos hasta la clase de matemática. La gente se reía de mi o me miraban con cara de confusión por el traje que tenía.
** ** **
Faltaban solo unos minutos y las clases daban fin. Contaba los segundos para irme a mi casa, como todos mis compañeros. No prestaba atención de lo que estaba diciendo la profesora de matemática y tampoco iba a hacerlo.
El sonido de la campana se escuchó indicando que las clases habían terminado por hoy. Tomé rápidamente mis cosas y salí corriendo del salón de clases. Llegué a mi casillero y agarré los libros que necesitaría para hacer la tarea.
Cerré mi casillero y salí del instituto. Las chicas del comité estudiantil daban folletos y me dieron uno a mí. Leí el contenido y comencé a reír como si no hubiera mañana.
—Hey hermanita, ¿Por qué ríes así?
— ¿Acaso leíste esto?— le mostré el folleto y lo leyó.
—Algo me habían comentado de esto. — dijo Derek con una mueca en su cara— No creí que en serio iba a ser esta la temática de este año.
—Es malísima. Igualmente, yo no pienso invitar a ningún chico al baile. Prefiero que me inviten a mí. — Guardé el folleto en mi bolsillo trasero y comencé a caminar junto a Derek hacia el auto. — ¿Y Matt?
—Tuvo que ir a la casa de sus tíos, pero a la tarde vuelve. No te preocupes hermana, él va a volver. —rodé los ojos y mi hermano rió. Ambos subimos al auto y Derek arrancó.
— ¿Te puedo hacer una pregunta? Y quiero que seas sumamente honesta, soy tu hermano y no...
—Ve al punto, Derek. — le interrumpí.
— ¿Te gusta Matthew?— preguntó serio.
—Yo solo te pregunté si venía con nosotros, Derek. Eso no significa que me guste — dije seria al igual que él.
— ¿Te gusta o no?
Miré hacia el suelo y negué con la cabeza.
— ¿Por qué estás tan insistente que con ese tema, Derek? No voy a salir con tu amigo, no te preocupes...
—Al, no es por eso— me interrumpió. Derek comenzó a manejar directo hacia la casa y lo único que se escuchaba era el ruido del motor.
— ¿Vas a decirme el motivo porque siempre me preguntas si me gusta Matt? — pregunté interrumpiendo el incómodo silencioso.
—No puedo decírtelo.
— ¿Por qué no?
—Porque prometí no decirlo.
—Bien. — dije entre dientes. Miré por la ventana y noté que faltaban unas calles para llegar a casa.
— ¿No estás enojada, verdad?— preguntó mi hermano mientras estacionaba el auto.
—Por supuesto que no. — tomé mi mochila y bajé del auto. Entré seguida por mi hermano a la casa y cada uno tomó su camino. Él fue para la cocina y yo a mi habitación.
Me acosté en mi cama y sin darme cuenta me quedé dormida.
n/a:
¡Hola todo mundo! Sé que no subo hace muchisímo y prometí hacerlo el anterior viernes y blah blah blah, but yolo.
El capítulo es aburrido, lo sé pero en un rato subo otro capítulo e intentaré que sea un poco más emocionante.
¡Comenten y voteeeen!
Pero, no me olvidé de algo...
Preguntas del capítulo:
¿Por qué será que Derek no puede decirle a Alice el motivo por el cuál le pregunta tanto sobre si le gusta o no le gusta Matthew?
Ahora shi, esto es todito.
Si veo algún voto/comentario actualizo.
Avisito rápido: Capaz que el viernes que viene no pueda actualizar - como me pasó ayer- soo, no sé si esté será el último capítulo de Mayo.
Ahora si.
Besos xx.
ESTÁS LEYENDO
Diario de una típica adolescente
HumorAlice Robinson es otra chica más del instituto, con la excepción de que ella posee algo que ninguna chica tiene a los diecisiete años: un diario. Desde su noveno cumpleaños, no ha parado de escribir y dibujar en él. Diario se había convertido en su...