Capítulo 12 - Misión R.E.D y alienígenas

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Capítulo 12Misión R.E.D y alienígenas.


Otro día normal en el instituto, con la excepción de que ya no tenía mi diario.

Necesitaba mi diario.

Pasaron tres días en los que no escribo en el diario. Sabía que Matthew tiene mi diario, y de alguna manera tendría que recuperarlo.

Y así se creó la misión recuperar el diario o red, como rojo en inglés.

En las últimas horas, observé cada movimiento de Matthew. En realidad no todo, no quería saber qué hacía cuando entraba al baño de hombres.

Ahora mismo, seguía a Matthew hacia donde sea que esté yendo, sin que él se diera cuenta.

— ¿Cuándo vas a dejar de seguirme, Robinson?

Al parecer el sí se dio cuenta de que lo seguía. Definitivamente, no puedo dedicarme a ser espía o una agente secreto.

— ¿Qué?— agudicé mi voz y alargué la e. — No te estoy siguiendo, yo solo...

—Eres mala mentirosa, Robinson.

— ¿Algún día vas a llamarme por mi nombre?

—No lo sé.

— ¿Cuándo vas a darme mi diario, Matthew? Lo necesito.

—No lo sé.

— ¿Vas a responder a todas mis preguntas con un no lo sé?

—No lo sé.

—Eres imposible. — grité de frustración y tomé aire.

Él no podía hacer que yo me comportara así.Pero él lo hacía. Él hacía que yo me comportara así. Que me volviera loca. No lo entendía y tampoco yo me entendía cada vez que estaba cerca de él. ¿Alguna vez han odiado y querido a una persona al mismo tiempo?Algo similar me pasa con Matthew. Pero, ¿Por qué le quiero? Yo no gusto de él, bien claro eso está. 

** ** **

Horas y más horas buscando por todas partes y ningún rastro de mi diario. Busqué en su casillero, en la habitación del hotel, en el armario, hasta incluso en la habitación en la que está mi madre.

Y nada.

Rendida, me tiré en la cama. Necesitaba encontrar el diario, necesitaba escribir en él.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Derek junto con Matt entrando en esta.

— ¿Qué es lo que pasó aquí?— preguntó mi hermano.

—Entraron unos alienígenas, vinieron a buscar tu remera de unicornios y dejaron todo desordenado porque venían con perros. — contesté sarcástica.

— ¿En serio pasó todo eso?— preguntó emocionado mi hermano— ¿No les pediste un autógrafo? ¿Alguna foto o algo? Soy fanático de las alienígenas y lo sabes.

—Eso ya lo sabemos, hermano— le dijo Matt a Derek. — Tu pijama de alienígenas, lo revela mucho.

—El pijama de cualquier persona revela como es en su interior.

Al escuchar las palabras de mi hermano, me levanté de la cama confusa.

¿Desde cuándo él es tan... como decirlo... estúpido? Sí, creo que esa es la palabra. Pero, igualmente. Mi hermano siempre fue estúpido. Así que no entiendo porque esto me sorprende. Mientras ellos discutían sobre pijamas, si como ustedes leyeron, tomé una hoja y rayé un pedazo de ella.

Así vamos a comprobar la capacidad de idiotez que tiene mi hermano.

—Derek— lo llamé. Ellos dejaron de discutir y me miraron. — Sé perfectamente que te gustan los alienígenas, así que cuando ellos vinieron, les pedí que hicieran esto.

Le entregué la hoja y los ojos de mi hermano estaban a punto de salir de él.

— ¡Ay!—gritó como una chica adolescente cuando conoce a su ídolo. — ¡No puedo creerlo! ¡Tengo un autógrafo de un alíen! — el chilló y salió corriendo de la habitación.

De la escala del uno al diez, la estupidez de mi hermano es infinita. Espero que ahora comprendan lo que es vivir con él.

Los gritos de felicidad de mi hermano se escuchaban desde adentro de la habitación.

Qué tonto.

—Sé perfectamente que los alienígenas no vinieron, Robinson. — dijo Matt.

—Es lo que pasó— me encogí de hombros y me senté en mi cama. Algún día seré actriz. Podría dedicarme a serlo.

—Yo sé que estabas buscando tu diario.

— ¿Y cuándo vas a dármelo? Lo necesito.

— ¿Para que necesitas tanto un diario, Robinson? Eso no puedo llegar a comprenderlo. Tienes dieciséis años, no sé porque sigues escribiendo en un diario.

Suspiré y lo miré directo a los ojos.

—Ese diario es mi vida, Matthew. Simplemente lo necesito. Es lo mismo que tú necesitas aire para respirar. ¿Ahora sabes porque tanto lo necesito? Ahí tengo todos mis secretos, o ya no tanto, porque los leíste todo.

—No leí todo tu diario, Alice. No soy tan idiota como para saber que ahí puedes guardar todos tus secretos que seguro no quieres contarle a nadie. Yo también tengo secretos, y nadie sabe sobre ellos.

— ¿Qué es lo que leíste, entonces? No entiendo para que quieras mi diario.

—Alice, tu eres una chica muy reservada. ¿Sabes por qué todos estos años te molesté? Creí que así era la única solución para poder acercarme a ti, quería intentar de conocerte más, pero no funcionó. Teniendo tu diario, solo leí lo que tú crees como soy. Así que no te preocupes, Robinson. Yo jamás leería que estuviste enamorada de mí en segundo año de secundaria. — el rió y dicho esto, Matthew salió corriendo de la habitación.

Definitivamente, lo mataría.

n/a:

¡Hola todo munnndo! Lamento muchísimo haber tardado tanto (Quería actualizar antes, pero por culpa de exámenes, no tuve ni un segundo libre) pero aquí está el capítulo de hoy.

Como el lunes no tengo clases, si este capítulo tiene muchos comentarios (amo leer los comentarios, en serio, son las mejores *insertar emoji de besito*) y votos subo un capítulo.

Si no hay ni siquiera un alma de mis lectores, no subo hasta.. no sé.

¡Espero que les esté gustando!

Besos xx.

Diario de una típica adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora