Capítulo 16 - Día de shopping con los sin cerebro

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Capítulo 16Día de shopping con los sin cerebro.

—Te odio tanto Alice. — dijo mi hermano mientras se abrochaba el cinturón.

—Yo también te quiero, pero quiero saber algo. ¿Por qué tuvo que venir él?— señalé los asientos traseros donde se encontraba Matthew.

— ¿Y por qué no? — mi hermano arrancó el auto y comenzó a dirigirse hacia el shopping.

Me encogí de hombros y miré por la ventana. Solo faltaban unas cuadras para llegar al centro comercial.

Cuando llegamos al shopping, Derek estacionó el auto y bajamos de él. Empezamos a caminar hacia la entrada del shopping y, obviamente entramos.

Por suerte, no había mucha gente ya que era sábado por la mañana.

Y de despertarse temprano un sábado por la mañana, fue idea de mamá.

Nadie iba a contradecir a mamá. A ella todos le tenemos respeto.

Incluyendo la persona que está escribiendo mi historia a través de una computadora, le tiene respeto a mamá.

Entramos, sí en plural lo digo porque también me acompañaron Derek y Matthew, a una tienda donde venden... vestidos.

Narro las cosas más obvias del mundo.

Comencé a ver los hermosos vestidos y no me decidía por cual probarme, hasta que vi la etiqueta de uno de los vestidos.

Estaba en una tienda de la famosa diseñadora Franchesca Ladosky.

¿Qué hacía yo en una tienda como esta?

Salí de la tienda mientras arrastraba a Matthew y Derek.

Definitivamente, no iba a vender mi casa o el auto de Derek para comprar ese vestido.

— ¿Por qué salimos de la tienda? Ni siquiera te compraste un vestido...— preguntó confuso Matt.

— ¿Saben en qué tienda estábamos? - les pregunté. Ellos negaron con la cabeza confundidos. - ¡Estabamos en la tienda Franchesca Ladosky!

— ¿Y que tiene eso de malo? — cuestionó mi hermano. —All, es una tienda.

—Un vestido ahí sale lo mismo que vender tu auto.

—Ohhhhh— dijeron ambos al unísono, comprendiendo los caros que son los vestidos en ese lugar.

—Vayamos a esa. — señalé una tienda y nos dirigimos a ella.

Cuando entramos a la tienda, Derek y Matthew se sentaron en unas sillas que había dentro del local mientras que yo buscaba el vestido.

O era el color, no había de mi talle, demasiado corto, muy largo; por esas razones no encontraba el vestido "perfecto" para el baile.

Eso me dijo mi mamá, tenía que encontrar el vestido perfecto.

Luego de varias horas y muchas tiendas, finalmente lo encontré. Estaba ahí colgado en la percha apartado de los demás vestidos.

Y sabía perfectamente que era el indicado, por ese motivo, lo tomé y fui a aprobármelo.

—Hermanita—me llamó mi hermano.

— ¿Qué quieres, Derek?— me cerré el cierre del vestido y me miré en el espejo del probador.

El vestido encajaba perfectamente en mi cuerpo. Parecía que estaba hecho para mí; me sentía toda una princesa.

Y realmente me repugnaba sentirme como una princesa, pero como me quedaba bien – y para no tardar más – compraría este.

— ¿Cómo te fue con el vestido 1884?— dijo mi hermano del otro lado del probador, con voz de cansancio.

—Ya cállate. No fueron tantos. Y creo que este está bien. — di otra vuelta en el espejo y sonreí.

—Quiero verte. — exigió mi hermano. Derek siempre tuvo buen gusto para la ropa; cada vez que salíamos a comprar ropa para mamá o para mí, él nos decía si nos quedaba bien o incluso nos decía que otra prenda podría favorecernos mejor. Es raro, pero cierto.

Suspiré y abrí la puerta del probador. Mi hermano al verme, me sonrió y me levantó el pulgar de su mano derecha en forma de aprobación.

—Por primera vez, estás hermosa hermana. — actué como si estuviera ofendida y él rió.

Matthew no había dicho nada, solo estaba ahí mirándome de arriba abajo, y su mirada provocaba que me sintiera incómoda.

—Matt, amigo. Es mi hermana, sé que te gusta, pero por lo menos disimula.

Matthew rodó los ojos y yo entré nuevamente en el probador. Me quité el vestido y volví a ponerme las prendas que tenían antes puestas.

Nuevamente, salí del probador y solo estaba Matthew esperándome parado cerca de la caja.

— ¿Y Derek? — le pregunté.

—Él fue a comprar algo que le pidió tu mamá— contestó algo nervioso.

—Está bien. — dije un poco insegura.

Fui hasta la caja, seguida por Matt, la cajera amablemente me atendió.

—Buenos días, jovencita.

Como odiaba que me dijeran jovencita.

—Buenos días. — le di el vestido y ella lo guardó en una bolsa luego de teclear en su computadora.

—Gracias por su compra. Vuelva pronto— ella dijo las típicas palabras que cualquier local dice y me tendió la bolsa.

—Espere. — Dije algo confuso. — ¿Acaso no va a cobrarme?

—Su novio ya pagó el vestido— señaló con la cabeza a Matt y él tenía una sonrisa inocente en su cara.

—No es mi novio. —Aclaré.

— ¿No lo son? — Yo negué con la cabeza— ¿Está segura?

¿Cómo yo no iba a estar segura si tengo novio o no?

— Sí, señora. Estoy segura.

—No lo creo, jovencita. —La señora comenzaba a resultarme insoportable.—Yo sé cuando hay amor en el aire, niña. Y aquí hay amor.

Seguro que esta señora debe de ser pariente de la anciana que intentó de coquetear con Derek y Matthew en el hotel.

Rodé los ojos irritada.

—¿Usted es casada? —Ella asintió y antes de que pudiera decir algo, hablé —Vaya a hablar de amor con su esposo, si es que es una persona y no uno de sus gatos.

Le sonreí falsamente y salí del lugar.

n/a.

¡Hola mi gente preciosaaaa! ¡Cada vez vamos creciendo más en la novela y me pone muuuy feliz! Aunque me gustaría que aparecieran...

¡Ya no falta casi nada para que termine la novela! Creo que son cuatro o cinco capítulos PERO habrá como una ¿segunda parte? no sé si decirle así.. será narrado por el punto de vista de uno de los personajes

¿Quién piensa que puede ser?

Un comentario o voto no lastima a mi persona.

Besos xx.


Diario de una típica adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora