Capítulo 10 - Foto prohibida, casa quedamada

183 12 3
                                    

Capítulo 10 –Foto prohibida, casa quedamada.


—No saben lo que pasó— nos dijo Derek espantado. Matthew y yo lo miramos con cara de confusión y Matt le hizo una seña para que continuara. — ¿Ustedes se acuerdan que les dije sobre el repartidor que yo creía que era gay?

— ¿Qué tiene que ver el repartidor?— pregunté confusa.

—Déjame terminar. ¿Se acuerdan?— Matt y yo asentimos.

— Al parecer, el viene al mismo instituto que nosotros.

— ¿Eso es, Derek? Amigo, creí que tenías mejores historias...

—No me dejan terminar— dijo como una nena chiquita. — El repartido, que suponía que era gay, es gay.

— ¿Y cómo sabes eso?— le pregunté.

—Hoy en la clase de historia, me llegó una nota de una tal Thomas, que decía que es el repartidor de esa noche, diciéndome si quería ir con él al baile, y llegué a la conclusión de que es gay. 

—Así que a esto se refería Ash...

— ¿Qué?— preguntaron Matt y Derek al unísono. 

—Nada. ¿Y qué hiciste?

—Nada. Justo terminaba la clase y salí corriendo hasta que llegué con ustedes y les conté mi teoría.

— ¿Desde cuándo usas palabras como teoría?— pregunté.

—Que graciosa. — Respondió sarcásticamente.

— Vamos a casa, de seguro el chico me está buscando y todavía no sé qué voy a decirle. Nunca se me había declarado un gay.

Los tres salimos del instituto y comenzamos a dirigirnos hacia el auto. Al parecer, Derek tiene mala suerte, ya que un chico al que supongo que es Thomas, comenzó a acercarse a nosotros.

—Por favor, no me dejen solo— nos susurró Derek.

—Tranquilo amigo, no lo haremos— dijo Matt poniendo su mano sobre su hombro.

—Hey, Derek. —llamó alguien detrás nuestro. Los tres nos dimos vuelta y ahí estaba un chico parado con las manos en los bolsillos. El mismo chico que intentaba de reírse cuando hablé con Ash— ¿Podemos hablar?

—Ally y yo los dejamos a solas. Ustedes necesitan hablar. — Matthew agarró mi brazo y me arrastró hacia el auto. Mientras tanto, Derek nos fulminaba con la mirada.

Si las miradas mataran, Matt y yo ya estaríamos más que muertos.

— ¿Por qué hiciste eso? Sabes que Derek no quería que lo dejáramos solo...— dije riendo.

Y la situación es graciosa. Desde donde estábamos veíamos a Derek hablar con el tal Thomas y me resultaba gracioso ver a mi hermano mayor "rompiendo" con un gay.

—Sí, lo sé. Quiero saber que va a hacer Derek con el chico ese.

Ambos reímos y luego quedamos en silencio mirando la escena. Minutos después, Derek se acercó a nosotros con cara de querer asesinarnos.

— ¿Y qué pasó?— preguntó Matthew.

— ¡Lo sabrías si te hubieras quedado conmigo!— dijo enojado Derek.

—Derek, no exageres. No fue tan malo. — dije relajada. Derek abrió las puertas del auto y los tres nos subimos.

— ¿Qué no fue tan malo? ¿Acaso alguna vez pasaste por algo similar?

Diario de una típica adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora