×Capitulo XLIII×

490 32 113
                                    

Las olas se apreciaban en fuerte vaivén desde una de las tantas islas que han rodeado el continente de Oceanía.

En una de estas bellezas de la naturaleza rodeada de mar, portales empezaron a aparecer formando un círculo, de cada uno de estos portales emergían seres encapuchados, algunos de blanco y otros de negro, aparentemente iniciando una reunión.

Bella H.: Entonces... —inició— ¿Nos han llamado para saber si yo fuí la causante de destrozar su laboratorio criminal? —habló la reportera semihumana acompañada de su fiel asistente. Dos de los encapuchados de blanco los habían llevado hasta el lugar sin mucho tiempo de antelación, ella no estaba de buen humor.

— Eres la única apartada del grupo que conocía sobre lo que realmente pasaba... —respondió quien aparentemente era el líder de los encapuchados de blanco mientras todos miraban a la reportera con duda— Además, ¿no eres una besty al igual que esos seres inferiores?

Bella H.: Y por esa tonta creencia de que podría intentar ayudar a los de mi calaña me han llamado a su guarida de Elfos estúpidos. —respondió ofendida pero sin dejar su tono de superioridad y desinterés.

Líder elfo: ¿Qué hemos acordado? —recalcó esperando que la contraria respondiera según esperaba.

Bella: ¿Ustedes me sacaban de aquel miserable mundo y ustedes obtenían un lugar nuevo dónde sembrar caos? —soltó con desinterés, ella enserio no deseaba estar en cosas no planeadas.

— ¿¡Disculpa!? ¡Te ayudamos, no somos unos hipócritas como tú y jamás creamos caos! —respondió molesto uno de los de blanco molesto llamando la atención de todos. Su líder fué el único que parecía no haber desviado la mirada de la reportera.

Bella: ¿Y qué con lo de los Druidas?

— Seres inferiores como tú no deberían contradec—intentó acercarse a la semihumana pero su líder lo detuvo encadenándolo con magia de luz tan veloz que nadie notó cuando aparecieron.

Líder Elfo: Silencio. —calló a su aparente compañero Bella, —habló con una voz suave pero aterradora para todos los presentes¿realmente no has sido tú?

Bella: Por supuesto que no. Jamás podría haber hecho tanto en tan poco tiempo y de hacerlo ya sabría que me encontrarían... —se defendió sintiendo en ambiente tenso, la mirada del líder de los elfos era una que demostraba que realmente no le importaba deshacerse de ella en un instante— <<Solo somos sucias herramientas>>.

— ¿Y ustedes? —habló el líder Elfo a otros dos seres encapuchados de negro.

— Ni siquiera nos habían informado de lo ocurrido correctamente. Además eso solo nos complicó más nuestra misión. —la voz de una de los dos encapuchados de negro faltantes se escudó.

— Lo que dijo mi guardaespaldas. Además no ganamos nada con explotar uno de sus laboratorios si ellos colaboran con nosotros.

Líder Elfo: Tienen razón, en especial tú en el gremio, debe ser difícil manejar todo. No los creo tan estúpidos aunque conociéndolos seguro son capaces de hacer lo que sea por su propio bien. —dijo mirándolos con repudio, la sola idea de que cualquiera de los cuatro de negro hubiese sido el responsable le hacía hervir la sangre.

¿Como unos seres inferiores se atrevían a interrumpir en sus planes?
Pensó con una nueva de desagrado.

Todos eran unos hipócritas.

El Dragokin [Ramcisco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora