×Capítulo LII×

571 29 85
                                    

[Anteriormente]

Ram: Bien ahora a mi cuarto~ ¿Deberíamos ir de compras o el peluque.... —observó la puerta de su vecino de enfrente abrirse revelando al reptil con el cabello desaliñado y signos de no haber descansado bien— ¿Qué te pasó?

Fran: ... Red... —parpadeó desviando la mirada avergonzado— No es nada. Solo no pude dormir pensando en... en muchas cosas.

Ram: ¿Sobre el Reino del que vienes? —intentó comprender al menor que parecía algo incómodo creyendo Ram que quizá era por él— No tienes que decírmelo... Entiendo que no quieras hablarlo.

Fran: <<¿Porqué? ¿Porqué parece sonreír sin problemas? ¿Estuve realmente mal? ¿O acaso se rindió conmigo como amigo? ¿Me está ignorando?>> —sus pensamientos intrusivos empezaban a dejarle sin responder— ... ¿Has sacado a pasear a Emi? —dijo lo primero que se le ocurrió para hablarle a solas.

La reacción de Ramcore había puesto preocupado al Dragokin, pues simplemente le miraba con la boca entreabierta.
El sudor empezaba a bajar, ¿estaba molesto y no iba a aceptar?
¿Realmente no podrían ser amigos?
¿Acaso iba a pelear con él? No tenía ganas ni de levantar las manos, todo giraba en su mente hablando de todo y haciendo nada.

Tenía miedo.

Ram: Está bien. A Emi seguro le falta estirar las patitas y no morder a las personas —sonreía ante la idea— ¿Uh pasa algo? —preguntó al observar al reptil asombrado. Aún recordaba lo de la noche anterior pero por alguna razón sentía que el menor estaba más afectado que él e inconscientemente quería cuidarlo.

Fran: ... —sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver de manera brillante al humano sintiéndose "extraño" ¡Apesto! —exclamó nervioso.

Ram: ¿Qué?

Fran: ¡Que me voy a arreglar y a Alexy, espérame abajo! —entró a su cuarto rápidamente esperando que el humano le entendiera.

Ram: Pff... —aguantó la risa sintiendo felicidad al verlo así— ¿Cómo no me va a gustar si aún siendo un tonto es adorable? —suspiró melancólico por la idea de jamás poder salir con él. Pero aún así no se sentía totalmente herido— <<Me pregunto si está así por su Reina, su reino o... por mí...>>. —entró a su piso sin dejar de sonreír.

Ex-enmascarado: Vaya, vaya... ¿Pasó algo bueno? —preguntó curioso recibiendo al pelinegro desde lo que era la sala de estar mientras tenía una pequeña Emi mordiendo su antebrazo derecho, como si fuese lo más normal del mundo dejando boquiabierto a Ram por semejante escena.

Ram: ¡Emi!, ¡te vas a lastimar, suelta, suelta! —corrió para alejar a la pequeña del reptil pues este trataba de quitársela mientras ella simplemente seguía agarrada de él divirtiéndose pues, el mayor parecía moverla de arriba a abajo.

Ex-enmascarado: Creo que ya me acostumbré a ella. ¿Todos los niños son así? No recuerdo que... No recuerdo haber visto muchos niños la verdad... —titubeó cerrando sus ojos un instante pensativo, pero al abrirlos notó la preocupación en el rostro del pelinegro que intentaba convencer a la pequeña de soltarse— Bien, Emi —llamó la atención de la cachorra—, esto no es un juego, si seguimos así tu amo se va a poner muy triste porque podrías lastimarte. —explicó haciendo que la pequeña se soltara cayendo en brazos de su amo que sonrió aliviado— Esa expresión me gusta más. —susurró sentándose en el suelo.

Ram: ¡Ay Emi!~ —abrazó con fuerza a la pequeña— No vuelvas a hacer algo así que es peligroso para tí y para quien muerdes, no todos son dragones ¿Okey? —regañó a la pequeña que tenía la lengua fuera viendo asombrada a su amo.

El Dragokin [Ramcisco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora