Kara entró a la habitación después de tocar varias veces y no obtener respuesta.
Aunque solo eran las cinco de la tarde, el lugar ya estaba en la completa oscuridad. Las luces apagadas y las gruesas cortinas cerradas le daban la apariencia de una cueva.
Y en medio de la habitación, sobre la gran cama y bajo las cobijas, había un bulto. Al verlo Kara, suspiró resignada. Caminó de un lado a otro un par de veces hasta que decidió ir hacia la ventana y abrir las cortinas dejando que los rayos del sol iluminaran el lugar.
— ¿Lena? — preguntó acercándose a la cama con cuidado pero, no obtuvo respuesta. — ¡Vamos Lena sal de ahí! — jaló las cobijas para quitárselas de encima pero, Lena las tenía muy bien sujetas y no pudo hacerlo. — ¡Lena, suéltalas!— le pidió mientras seguía jalando.
— ¡No quiero! — gritó la ojiverde aún bajo las cobijas.
— Por lo menos dime, qué fue lo que pasó esta vez.
Lena asomó la cara bajo las cobijas y Kara se puso en cuclillas para verla.
— Andrea me boto.
— ¡¿Terminaron?! ¿Por qué?
Andrea, era la novia de Lena desde hacía tres años. Y aún cuando tenían sus diferencias y sus pequeñas discusiones, la mayoría del tiempo eran todo amor.
— Nos peleamos.
— ¿Qué le hiciste?
Al escuchar la pregunta, Lena se sentó de un salto indignada.
— ¡¿Por qué supones que fue mi culpa?!
— Entonces, ¿Qué fue lo que te hizo?
— ¡No lo sé! ¡Estábamos bien! Pero, luego hablamos del pay de manzana y comenzamos a discutir.
— A ti no te gusta el pay de manzana.
— ¡Exacto! ¡Pero ella no lo sabía! ¡Después de tres años, no sabe que no me gusta el pay!
— ¿De verdad terminó contigo por un pay?
— No tengo idea. El pay fue lo de menos. Discutimos por muchas cosas y al final me cortó. ¡Simplemente me cortó!
Kara se limitó a mirarla tratando de pensar en algo bueno para decir. Pero la verdad, no tenía idea de que hacer. Lena y Andrea ya habían peleado antes, pero nunca hasta el punto de terminar la relación.
— Y... ¿Qué piensas hacer?
Lena gruño ante la pregunta y se acostó de nuevo en la cama.
— No tengo idea. Y lo peor es que se supone que este fin de semana le pediría que se casara conmigo.
— ¿Entonces quieres que cancele tu vuelo y la reservación? — preguntó Kara sacando de inmediato su agenda electrónica.
— ¡No! —dijo Lena saltando de la cama y asustando a Kara. — ¡Que Andrea se vaya al demonio! ¡Si quiere terminar esta bien! ¡Nosotras disfrutaremos del viaje! — Lena bajó de la cama y fue directo a abrir su closet. Sacó una maleta y comenzó a meter un monto de ropa hecha bola.
— Espera un momento, ¿Cómo que nosotras? - preguntó Kara confundida mirándola ir y venir por la habitación.
— Pues sí. Tú y yo nos vamos a Verona.
— ¡¿Qué?! ¡Yo no puedo ir a Verona! ¡Tengo mucho trabajo pendiente y muchas cosas que hacer!
— Las harás después. Anda, ve a tu casa y empaca.
— Pero Lena, no puedo acompañarte.
Lena dejó de empacar y se acercó peligrosamente a Kara, acorralándola contra la pared, logrando ponerla nerviosa.
— Eres mi asistente y tienes que hacer lo que yo quiera y mande. — Lena sonrió con malicia.
— Pero...
— Pongámoslo así, Kara. Si no vas conmigo, estás despedida.

ESTÁS LEYENDO
Casate conmigo
Fiksi PenggemarLena obliga a Kara a ir con ella a Verona para olvidarse de la ruptura con su ahora exnovia. Estando allá, fingen una pedida de mano en medio de una cena romántica. Lo que no esperan es que un mesero filme todo el numerito y lo suba a internet. Muc...