El árbol de navidad (Dia 479)

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15 de Diciembre 2019

A inicios del mes de Diciembre cumpliría quince años una de mis primas la cual supongamos que no es de mis personas favoritas pero por supuesto asistiremos, para ello compré una bonita falda negra la cual combine con una blusa café y abrigo negro, desde muy temprano comencé a alistarme, ondule mi cabello y maquillé mi rostro más de lo normal.
Mientras esperaba al sujeto más impuntual sobre la faz de la tierra me senté en el sillón de la sala de mi casa a observar la televisión hasta que dos golpes sobre la puerta me hicieron levantar y mirar con ojos de desaprobación a quien llevaba veinte minutos de retraso.
— Hola señorita preciosa
— Hola don impuntual
Beso mi mejilla y susurro a mi oído un "No te enojes porque te vas a hacer viejita" a lo cual solo salió una risa de mi que no pude contener.
— Te disculpó pero si me invitas un helado
Estiro la mano en señal de que el trato se había cerrado y salimos de casa directo a una nevaría, pedí mi helado favorito de galleta mientras que él eligió uno de gansito, llame a mis tíos para avisarles que estábamos listos y ellos dijeron que pasarían por nosotros sobre la avenida principal en pocos minutos así que esperamos pacientemente su llegada.
— Gema hay algo que no entiendo dijo en un tono serio mientras caminábamos al lugar donde esperaríamos a mis tíos
— ¿El inglés? Pregunté de manera sarcástica
— No contestó achicando los ojos
— ¿Entonces que no entiendes?
— No entiendo porque me pediste que te invitara un helado si trabajas en una neveria y comes helado todos los días.
Reí un poco y después ignoré su comentario escudándome en mi delicioso helado de galleta cuando a lo lejos logramos ver el auto café de mis tíos, el indestructible lo llamaba Gerry pues la ocasión que chocamos el otro auto resultó con serios golpes mientras que el de tío Miguel no tenía ni un rasguño.
Al llegar hacia nosotros subimos al auto
— Hola muchachos ¿Como están? Saludo Gerry
— Hola jóvenes, se tardaron muchísimo
— Si doña Lupita ya sabe cómo es Gema que se tarda en arreglarse dijo en tono serio como si de la única verdad se tratara
Ante tal comentario le di un ligero golpe con el codo
— Mire doña Lupita Gema me está maltratando
— Admite que fuiste tú quien llegó tarde dije mientras lo señalaba con el dedo índice a lo cual me abrazo de manera brusca — Ya ya ya no se enoje no se enoje señorita Gema.
Llegamos al lugar en donde se llevaría a cabo todo, en la mesa nos encontrábamos sentados con los papás de tía Lupe, su hermana Anita y su abuelita Julia, debo admitir que la comida fue deliciosa.
Cuando la noche llegó con ella también llegó el momento de bailar lo cual aveces no era muy factible para mis dos pues izquierdos pero recordando que tengo un novio que no conoce la palabra vergüenza me hizo ir al centro de la pista de baile en donde ya se encontraba toda mi familia, incluso mis tíos.
— Vamos Gema ven a bailar dijo tía Lupe desde su lugar.
La persona encargada de la música colocaba de todos los géneros posibles, algunos podía conocerlos y dominarlos pero muchos otros me hacían sentir avergonzada por no saber como bailarlos.
— Vamos Gema solo mueve el cuerpo dijo Gerry mientras bailaba como si no hubiera un mañana
— Es que no sé bailar ese género dije avergonzada
— Yo tampoco sé hacerlo pero disfruta la música dijo gritando por el volumen tan alto que estaba la música.
Después de varias canciones comencé a tomar confianza en mi misma y a bailar, reconozco que fue un momento muy agradable ese baile pues me encontraba rodeado de las personas que más quería; mis tíos y Gerry, todos disfrutábamos de las canciones en ese momento sin preocupación alguna, de momentos Gerry tomaba mi mano para animarme a que continuara bailando.
Después de que todo estaba por terminar tia Lupe sacó su nuevo celular y comenzó a tomar fotografías pues quería capturar el momento tan increíble que estábamos pasando.
La siguiente semana fue otro de los domingos en donde milagrosamente desperté temprano para acompañar al par de hombres a su partido de fútbol del que siempre regresaban del mejor humor posible, es como si ese deporte fuera un medicamento para la mayoría de hombres, al llegar a casa ya se encontraba el desayuno sobre la mesa y las hermanas y los papás de tía Lupe ya se encontraban sentados, ambos padres nos invitaron a la mesa y por supuesto aceptamos, al finalizar el delicioso desayuno hecho por doña esperanza y su rico sazón don Lucio tomó la palabra
— Hoy es día de ir por el árbol de navidad, este año será un árbol natural.
A todos nos pareció una excelente idea y la limpieza de la casa fue hecha de manera rápida con ayuda de todos para salir lo más pronto posible, abórdanos ambos autos el de tío Miguel y el de don lucio y comenzó el viaje, un placentero viaje acompañado de buena música, un poco de botana y para los adultos algunas latas de cervezas, fue un camino largo pero por fin llegamos al lugar en donde había cientos de pinos navideños de todos los tamaños y colores, comenzó un recorrido a seleccionar el que mejor se vería en la sala de la casa hasta que encontramos el ideal
— ¡Me lo llevó! Exclamó don Lucio al vendedor y de su cartera sacó un par de billetes que enseguida entrego a cambio del árbol
Don Lucio, tío Miguel y Gerry colocaron el árbol sobre el auto y lo aseguraron para evitar algún tipo de accidente durante el camino de regreso, cuando el árbol y un par de noches buenas se encontraban en el auto alguien de la familia sugirió ir a la enorme Laguna que estaba a tan sólo unos pasos de el lugar en donde nos encontrábamos.
Llegamos a la tienda más cercana para comprar un poco más de comida para pasar el rato y comenzamos un paseo por la Laguna, era una vista bella y un ambiente agradable
— La puesta de sol se ve bonita, colóquense ahí para tomarles una foto comentó tía Lupe
Sin pensarlo Gerry y yo nos colocamos frente a la cámara de su celular dando la espalda a la bella puesta de sol
— Pero acérquense que no les de pena
Gerry y yo nos pusimos rojos ante tal comentario y nos acercamos unos centímetros, él colocó su brazo al rededor de mi cuello y ambos sonreímos, fotografía digna de una portada de película romántica.
Cuando el sol terminó de caer y la luna comenzó a hacerse más visible fue el momento de volver a casa para colocar el enorme árbol que previamente había sido comprado, un largo recorrido nos esperaba, en el transcurso pasamos aún lado de un lugar en donde vendían piñatas navideñas y material para fabricarlas así que tío Miguel frenó el auto inesperadamente
— Mira piñatas, necesito uno para mi salón de clases.
Ante tal comentario Gerry bajo inmediatamente del auto para comprar una pues tío Miguel es maestro en una escuela primaria y fabricaría una piñata con sus alumnos, Gerry volvió después de hacer la compra y nuestro recorrido continuo.
Al llegar a casa doña esperanza movió de lugar las flores que adornaban su casa pues ese sería el lugar para el árbol navideño mientras que Gerry y don Lucio desataban el árbol del auto, yo me encontraba con tía Lupe moviendo los sillones de la sala cuando los vimos entrar con el árbol que escurría un poco de agua de sus raíces, ambos hombres lo colocaron y llegó el momento de adornarlo, Anita sacó una caja llena de esferas, luces y muchos adornos.
Gerry por su estatura que superaba la de todos dentro de la casa colocó las luces desde el inicio hasta el final del árbol, cuando terminó cada quien tomó algunas esferas y las colocamos sobre el árbol, cuando quedó listo proseguimos por colocar adornos y luces sobre las paredes, puertas y ventanas.
Al finalizar llegó la hora de tomar el té toda la familia después de todo el trabajo realizado, la casa de tía Lupe se veía muy iluminada y bonita.

Estamos a pocos días de navidad así que este fin de semana tocó realizar las compras así que desde muy temprano subimos al auto las cuatro personas de siempre, a mi instinto de señora de corta edad le gusta hacer compras en el súper, excepto cuando es con tío Miguel pues tiene la costumbre de pasar por cada uno de los pasillos aunque no compre nada lo cual después de cuarenta minutos suele ser un poco desesperante, Gerry no sabía a lo que se enfrentaba al hacer el súper con nosotros pero ese día lo aprendió, su desesperación se disfrazó de comentarios graciosos y preguntas hacia tía Lupe interrogando cómo es que tenía tanta paciencia y el motivo por el cual tío Miguel daba tantas vueltas con el carrito verde del súper
— Ya vez tantos años, ya me acostumbré dijo tía lupe entre risas
Por un momento Gerry y yo nos quedamos entretenidos en el pasillo de papelería y aprovechamos para tener una conversación que me llenaba de pena, pues Gerry me había pedido pasar navidad en su casa, pero para ello necesitaba el permiso de ambos tíos quienes por supuesto conocía su respuesta a la perfección un seco y evidente NO.
— Yo les pediré permiso a tus tíos ahora Gema
— Me da mucha pena, sé que dirán que no
— Nada perdemos con intentar insistió Gerry
Solté un "De acuerdo" no muy convencida pues eso significaba pasar toda la noche fuera de casa lo cual no había ocurrido antes, a excepción de la noche de la casa de campaña en casa de Ximena pero esa ocasión aún le pedí permiso a mamá.
Después de terminar de ver las carpetas, cuadernos y marcadores comenzó nuestra búsqueda entre los pasillos, hasta que logramos vernos en el pasillo de jabones y nos reencontramos nuevamente con ellos, mi tío se encontraba sumamente concentrado en que detergente llevar así que se alejó con su carrito
— Lupita quiero decirle algo dijo Gerry en tono nervioso
— A ver dime...
— Es que quería ver si en navidad permitirían que Gemma valla a mi casa
— Pero por supuesto que no muchachitos
Ambos nos miramos el uno al otro por la respuesta que no pensó ni un solo segundo, Gerry insistió un poco y le platico acerca de los planes para navidad y ella solo contestó con un "Lo hablamos después"
— Ahora sigamos haciendo las compras porque mira a Miguel solo me desaparecí unos segundos y ya agarro lo que quizo.
Continuamos nuestras compras hasta que por fin después de mil horas logramos terminar y llegamos a la caja con un carro lleno de artículos, cuando salimos el sol ya se había escondido así que nuestra siguiente parada sería la casa de Gerry para ir a dejarlo, durante el camino hablamos sobre un intercambio de regalos navideños el cual Gerry propuso y que aceptamos, en el aparte de nosotros cuatro incluimos a Anita la hermana menor, así que sacamos un ticket viejo del cajón del auto y un bolígrafo para escribir nuestros nombres y poder hacer el sorteo del intercambio, cuando todos teníamos nuestros papelitos los guardamos bien y lo siguiente sería comprar los regalos.
Ese día Gerry tenía turno nocturno en el súper así que cuando estábamos por llegar a su casa tomó la palabra
— Déjenme aquí en el minisuper
Tía Lupe utilizo esas palabras para hacer una broma
— Uy nos hubieras dicho antes y te hiciéramos dejado en el minisuper en donde hicimos las compras
Gerry solo achicó los ojos y soltó un lento Ha Ha Ha
— Que graciosa es doña Lupita
Ambos tíos comenzaron a reír por la broma y yo me uní a ellos.
Cuando llegamos a su trabajo el bajo, nos despedimos todos de él y continuamos nuestro camino.

1460 días junto a él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora