18 de Junio 2021
Durante el trabajo aún lado de mi ahora mi nueva compañera la señora Lucy, un día tranquilo, lluvia afuera, pocas ventas, pocos clientes, una aburrida tarde friolenta comenzamos a platicar, ni siquiera recuerdo sobre qué tema, solo recuerdo que la plática surgió entre ambas tan natural, que por un momento me sentí cómoda y al parecer ella también conmigo.
Pasamos la tarde entera charlando hasta que llegó casi la hora de comenzar a hacer el conteo de ventas, lo cual realmente no nos llevaría casi nada de tiempo pues las ventas habías sido extremadamente bajas.— Comencemos, mi querida Gema — Añadió mientras se levantaba de su asiento en dirección a la caja que contenía el dinero del día, yo le seguí el paso y me le uní.
Debo decir que el conteo no impidió que siguiéramos platicando como si lleváramos una amistad de muchos años.
A través de la ventana pudimos observar que don Luis se acercaba a la oficina.
— ¿Como estuvo la venta? — Preguntó el hombre que entraba por la puerta con una taza de café que a juzgar por el vapor emergiendo de ella se podía casi asegurar que estaba hirviendo.
— Sumamente baja — Respondimos al mismo tiempo mi ahora nueva amiga y yo.
— Creo que ha sido mal momento para hacer la contratación que una persona nueva para que les ayude, con el clima así no hay la suficiente venta.
— ¿Una persona nueva? — Luis ¿no recuerdas lo mal que nos ha ido con las nuevas contrataciones que has hecho últimamente? Gema y yo podemos sacar el trabajo perfectamente solas, no creo necesario que estemos aquí tres personas, por lo menos no desde mi punto de vista — Cuestionó doña Lucy
Me mantuve en completo silencio sin opinar nada al respecto pero digamos que las últimas elecciones de don Luis después de que su hijo Mateo se fue, no han sido las mejores, mientras ellos debatían acerca de el ingreso de una nueva persona me puse a recapitular los intentos fallidos que había tenido en su búsqueda por alguien que pudiera ayudarme a sostener el negocio antes de que doña Lucy llegara.
La primera era una mujer aproximadamente de 25 años que la mayoría del tiempo se la pasaba sentada navegando en redes sociales, seguramente viendo algún tipo de pagina de imágenes "graciosas" o conversando con alguien muy divertido porque todo el tiempo reía de manera casi podía decirse exagerada creo que olvidando que se encontraba en un trabajo.
La segunda al parecer no le explicaron en qué consistía el trabajo y quizá ella entendió algo de belleza o así, supongo, pues el 80% del turno se la pasaba maquillándose, aveces pintando sus uñas, sus labios, su rostro, pestañas o inclusive depilando sus cejas, no comprendía como como todos los días tenía algo por hacer, tampoco comprendía como podía pasar tantas horas pegada a la ventana de la oficina sosteniendo un pequeño espejo frente a ella mientras se hacía una y mil cosas en el rostro.
El último intento fue una chica que por su apariencia su edad rondaba cerca de los 20 años a quien al parecer tampoco le explicaron en qué consistía el trabajo, ella pasaba el día entero afuera, platicando con los chicos empleados mientras agitaba y acariciaba su cabello de manera seductora, sonreía de manera coqueta y platicaba con ellos con extrema confianza, en el día entero nunca se le veía en la oficina, solo afuera charlando, coqueteando y haciendo citas para el fin de semana de descanso.
En fin, él es el jefe y quienes somos nosotras para cuestionar sus desiciones.
Al día siguiente, tal como don Luis lo planteó, entró a la oficina una buen vestida mujer ya de un par de años comparada con las anteriores, entró y saludó amablemente a mi ahora amiga la señora Lucy y a mi.
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1460 días junto a él
RomanceDía 1: Adiós chico del poema, un placer imaginar mil escenarios maravillosos a tu lado. Día 1460: Adiós chico del poema, un placer vivir mil escenarios maravillosos a tu lado... Un libro que no surgió de mi imaginación, surgió de mis recuerdos. Pa...