30 Octubre 2020
Los siguientes días a pesar de la distancia podía percibir que lo que ocurría le afectaba, lo notaba en sus audios que enviaba por la mañana, en los mensajes que enviaba y en sus llamadas por las noches, trataba de ocultarlo con su animada voz de siempre pero era evidente que en el fondo no la estaba pasando de lo mejor, trataba de hacerlo sentir bien y por supuesto no tocaba el tema pues sabía lo incómodo que era para él hablar acerca de su mamá y la situación con ella.
Al llegar el fin de semana tomé la decisión de comentarle a mis tíos que no asistiríamos con ellos como siempre ya que así como había observado a Gerry quizá podía ser un buen plan descansar un sábado entero, así ocurrió, desde que él llegó a casa lo recibí con una comida que lo haría feliz, busqué algunas películas que podrían agrádele y la tarde entera la pasamos frente a la pantalla, el tiempo que estuvo en mi habitación parecía que había olvidado por un momento aquel problema pues tenía aquella sonrisa y brilló en sus ojos.
Al llegar la noche se me ocurrió una genial idea de unas fotos creativas que podíamos tomar pues recordando que nosotros dos somos fans de las fotografías en pareja, así que me dirigí a los adornos navideños y hurté una de las luces en color azul que se coloca al rededor del árbol, entré a mi habitación con aquellas luces y con una sonrisa exclamé — Esto servirá para unas fotos.
Gerry correspondió con una sonrisa y agregó — Ay Gema, tus ideas.
— Se verán Geniales — Aseguré
Albos colocamos las luces navideñas al rededor de nuestro cuerpo e hicimos una serie de poses que vimos en internet, después de varios minutos obtuvimos como resultado unas muy hermosas fotografías.
— Gerry, ya es tarde, hace ya un rato obscureció, creo que debes irte, si no ya no conseguirás autobús.
— Aun no quiero irme, no te preocupes si no consigo transporte, más tarde pido un Uber, la estoy pasando bien.
Acepte que se quedara más tiempo pues sabía que quizá no era muy cómodo para el estar en casa de sus abuelos.
— Mejor vamos a comprar algo para cenar ¿Aceptas?
Coloque mi dedo índice sobre mi rostro y pensé por algunos segundos la respuesta y más tarde acepte.
Coloque un suéter, Gerry hizo lo mismo y salimos a la calle en busca de algo para comer, compramos pan para unos sándwiches y volvimos a casa para acompañarlos con un café.
Al día siguiente domingo Gerry llegó desde muy temprano a mi casa, llamamos a mis tíos para avisarles que nos dirigíamos hacia su casa a lo cual ellos nos respondieron que nos veríamos en un punto medio ya que ellos estaban de salida, se dirigían al panteón en donde un mes antes había sido sepultaba la abuela Julia, llegamos al lugar, ahí se encontraba toda la familia de tía Lupe, sus papás y hermanos quienes portaban una gran cantidad de flores, nos unimos a ellos saludando, comentaron que habían asistido de visita con la abuela, además de ir a adornar un poco el lugar en el que ahora descansa, Gerry de inmediato se olvidó que tenía novia y se alejó de mí quedando cerca de don Lucio a quien ayudo a limpiar los floreros, colocar las flores y a conseguir agua para que permanecieran vivas las flores, ya no me parecía algo extraño pues todo el tiempo lo hacía, siempre me dejaba por ayudar a cualquier cosa que la familia de mi tía estuviera haciendo.
Cuando el sitio quedó colorido por las flores todos tomamos asiento en un lugar cercano a la lápida, Gerry recordó que tenía una tarea pendiente por parte de un club de fotografía que había tomado en su universidad, la tarea consistía en tomar algunas fotografías con algunos puntos específicos que por supuesto yo no entendía, el me pidió ser la modelo para aquellas fotografías lo cual no acepte pues después de estar un buen rato ahí ya me encontraba con un poco de tierra e incluso lodo en la ropa, así que propuse le pidiéramos a Emily nos prestara a sus hijos, los pequeños Saul y Raul, a él le pareció buena idea y nos acercamos a Emily.
— ¿Nos haces un préstamo? — Preguntamos
Emily solo nos observó dudosa en qué responder pues nos conocía y seguramente creía que saldríamos con alguna especie de broma así que pregunto — ¿Que clase de préstamo, chicos?
— ¿Nos prestas a tus hijos?
— Se los regaló, si quieren. — añadió riendo
— No, No, gracias, son muy latosos, solo los necesitamos algunos minutos para unas fotografías.
Ella acepto y ambos tomamos a los dos niños a quienes les hicimos varias tomas con la cámara del celular, quedaron bonitas las fotos y según Gerry si cumplían con las características solicitadas por su profesor.
La siguiente semana por fin llegó el día 30 de octubre, así es nuestro segundo aniversario de novios, debido a que estábamos a la mitad de pandemia no pudimos salir a ningún lado así que planee una cita romántica en mi casa, preparé una deliciosa comida gracias a un tutoríal en Internet, adorne mi habitación con algunos globos y luces, encendí una vela aromática de vainilla y coloque música de fondo, cuando llego y vio todo ello en mi habitación soltó una gran sonrisa
— ¡Que bonito se ve todo! — Añadió mientras me entregaba una rosa color rosa
— Y no solo eso también tengo un regalo para ti — Respondí.
De una puerta de mi closet saqué dos cajas de regalo pequeñas, se las entregué en sus manos, con emoción preguntó si podía abrirlas, lo invité a hacerlo, de la primera caja salió un reloj digital color plateado el cual al parecer le encantó y de inmediato se lo colocó
— Me queda increíble — Dijo estirando el brazo mientras veía como lucía con el reloj
— Eso no es todo, tengo uno igual — Agregué mientras levantaba la manga de mi suéter mostrándole que había comprado un reloj exactamente igual para los dos.
Él soltó una sonrisa y de inmediato destapó el segundo regalo, de él sacó un perfume, pero no era cualquier perfume ya que era el perfume con el cual lo conocí, así es el perfume que siempre portaba en nuestra primeras citas, el que siempre estaba impregnado en su chamarra gris que me prestaba en cada visita a su casa los premios meses de novio.
— ¡No puedo creerlo! — Exclamó emocionado y me atacó con varias preguntas — ¿Como lo conseguiste? — ¿Como supiste que lo buscaba desde hace mucho?
— ¿En donde lo compraste? — ¿Como sabes que este perfume es mi favorito?
Me lleno de felicidad ver aquel rostro de emoción, fue como el de un niño pequeño recibiendo un juguete en navidad.
— Tengo contactos — Respondí guiñando un ojo
— Llevó meses buscándolo y no lo había encontrado, Gracias preciosa, me encanto toda la sorpresa. — Ambos nos fundimos en un abrazo.
— Yo también tengo algo para ti — Agregó para luego separarse de mis brazos
De su mochila sacó una enorme bolsa de regalo la cual emocionaba abrí, en ella se podía percibir una prenda color rosa la cual saque de inmediato, era una hermosa sudadera, pero eso no era todo, mire dentro de la bolsa y había una más, saque otra sudadera exactamente igual pero unas tallas más grande, así es así como yo había comprado unos reloj en pareja el compro unas hermosas sudaderas rosas en pareja.
— ¡Me encantan!
— Eso no es todo, mira la parte de la bolsa.
En la bolsa las sudaderas tenían estampado que complementaba la una a la otra, verdaderamente eran bonitas, estaba ansiosa porque las usáramos.
— Las compré desde hace casi dos meses para el día de hoy, me había esperado mucho para no arruinar la sorpresa ya que desde que me llegaron de la paquetería quería mostrártelas pero me detuve sabiendo que debía esperar a esta fecha.
— Yo no hubiera aguantado y te las hubiera regalado antes de la fecha — Añadí
— Eso no es todo, saliendo de mi trabajo fui a conseguir a una plaza comercial tu comida favorita, comida china.
Escuchar esas ultima palabras alboroto mi estomago y emocionó a mi corazón, el saco una enorme bolsa con dos gigantes platos de comida China.
— Yo también preparé comida para los dos, pero puedo comer ambas cosas — Respondí emocionada
Nos dirigimos a la cocina, colocamos en el centro de la mesa en un florero mi rosa color rosa y comimos ambas comidas hasta que quedamos con una enorme barriga a la cual ya no le cabía ni un postre, al finalizar de comer lo mire fijamente a los ojos y acaricie sus manos
— Feliz aniversario, mi amor...
— Felices 2 años, preciosa, perdóname que no pude llevarte a un lugar, desde que me salí de con Graciela...
No permití que terminara la frase y no interrumpí
— No tienes que disculparte por nada, a mi me hace feliz compartir momentos así contigo, no pudo haber mejor que el que tenemos ahora, te lo aseguro.
Nos abrazamos y nos dedicamos algunas palabras de amor.
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1460 días junto a él
RomanceDía 1: Adiós chico del poema, un placer imaginar mil escenarios maravillosos a tu lado. Día 1460: Adiós chico del poema, un placer vivir mil escenarios maravillosos a tu lado... Un libro que no surgió de mi imaginación, surgió de mis recuerdos. Pa...