El departamento (Dia 414)

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15 de Octubre 2019

Trabajar en la nevería daba como resultado una Gema con algunos kilos más y constantemente enferma por comer paletas de hielo y helados la mayor parte del día, lo cual también enfermaba a quienes me rodeaban así como una compañera de escuela, mis tíos y Gerry. Eso era lo bueno que tenía este nuevo empleo, que podía comer gratis todo el día y lo malo es que de dos días que duraba el fin de semana solo podía descansar uno mientras que el otro trabajaba el día entero, era terrible pasar mi sábado completo en ese lugar mientras veía como la gente disfrutaba de su fin de semana.
Mientras trabajaba un sábado me mantenía en comunicación con Gerry quien me culpaba de su enfermedad pues se sentía terriblemente mal, su voz ni si quiera parecía de él a causa del dolor de garganta, la mayor parte de los audios que me enviaba por mensaje de la pasaba estornudando y tosiendo.
— Yo, aquí enfermo y la señorita Gema comiendo helado y quienes pagamos las consecuencias somos nosotros
— Tranquilo, cuando te recuperes te invitaré un helado, ademas Gerry todo se hubiera solucionado si dejarás que te pusieran una inyección.
— No no no, eso nunca lo verán tus ojos, sabes que las inyecciones y yo no somos amigos.
— ¡Que miedoso! Por cierto ¿Ya comiste?
— No Gema
— ¿Porque motivó? Es muy tarde
— Porque Graciela fue con su mamá y no hizo de comer y esta ocasión me siento muy mal y no e salido a comprar para preparar, tomaré mi medicamento y saldré para comer algo.
— Si Gerry porque debes comer, ya está casi anocheciendo. — Gerry mañana mejor no vengas a verme, estás enfermo mejor yo voy temprano a verte y te llevo algo para desayunar juntos ¿De acuerdo?
— No Gema, no es grosería solo que sabes que casi no me gusta estar aquí, tú no te preocupes con el medicamento estaré mejor, yo mañana llego temprano a verte.
Mientras hablaba con Gerry mi celular comenzó a sonar, estaba entrando una llamada de tía Lupe, quizá me habla para que nos veamos cuando termine mi turno en la nevería
— Hola mujercita ¿Que vas a hacer saliendo de trabajar?
— Ir a casa, no tengo planes.
— ¿Y Gerry que está haciendo?
— Está en su casa, está enfermo.
— ¿Está enfermo? Lo que sucede es que quería proponerles algo
— ¿De que se trata?
— Es que hoy se estrenó la película del Joker en el cine, y ya sabes como le gusta a tu tío Miguel entonces está insistente que vallamos.
— ¿Ahorita? Pregunté sorprendida
— Si, bueno cuando salgas
— Saldré hasta las 8:30 de la noche
— La ultima función es a las 10 y termina a la media noche ¿Que opinas? ¿Crees que Gerry quiera ir?
— Por no es un plan Perfecto, déjame llamarle para ver que opina porque si se sentía un poco mal.
   — Si no quiere lo dejamos para otro día cuando se sienta mejor, yo convenceré a Miguel para que tenga paciencia y espere por ver la película
Al finalizar la llamada con tía Lupe de inmediato llame a Gerry quien ya se encontraba comiendo, le platiqué acerca del plan y sin pensarlo, lleno de emoción acepto.
   — Ya me siento mejor Gema, ahora mismo voy por ti a tu trabajo para ir a casa de tus tíos dijo emocionado
   — Espera, espera tranquilo, aún no salgo de trabajar, aún faltan dos horas.
   — Bueno por ahora me alistaré y más tarde voy a tu trabajo por ti, preciosa.
  — Cuando mi tía te vea te va a querer inyectar dije en tono burlón
   — No porque fingiré mi voz para que no se de cuenta que estoy enfermo  le dire — Doña Lupita buenas noches dijo engrosando la voz
Tras dos largas horas por fin estaba por terminar mi turno así que comencé a levantar las mesas del pasillo, a lavar los trastes sucios y a barrer así dejaría limpio todo para el día siguiente que le tocaba trabajar a otra chica.
Al salir de la cocina mientras me ponía mi chamarra y caminaba para cerrar las cortinas pude ver que llego Gerry con la nariz más roja que un jitomate por la enfermedad.
   — Hola señorita preciosa
  — Hola guapo, dame un segundo, ya estoy por salir
Me ayudo a cerrar las cortinas y salimos del lugar, tomamos un transporte que nos llevará a casa de mis tíos, al llegar ellos ya estaban listos pero yo no me sentía del todo cómoda así que les pedí 30 minutos, me di un baño muy rápido me arreglé y salimos de la casa los cuarto en dirección al cine, la mayor parte del camino tío Miguel condujo emocionado por la película hasta que llegamos, al entrar por los pasillos del centro comercial encontramos a mi prima July con quien conviví toda mi niñez pero hacía tiempo no veía, le presente a Gerry como mi novio y nos despedimos. Compramos boletos para la función de las 10 de la noche, tan sólo faltaban algunos minutos, minutos que usaríamos para comprar palomitas, refresco y dulces. Entramos a la sala con dos enormes charolas llenas de comida y tomamos asiento, comenzó la película después de unos anuncios y llegó el silencio, todos nos encontrábamos entretenidos frente a la pantalla mientras comíamos, tío Miguel ni siquiera parpadeaba, hasta que llegó la media noche y salimos de la sala, el estacionamiento ya se encontraba vacío y el cine estaba por cerrar, subimos al auto y Gerry olvidó fingir su voz así que se pudo percibir que se encontraba muy enfermo
    — Estas enfermo ¿Cierto? Interrogó tía Lupe
    — No para nada doña Lupita, yo me encuentro al millón dijo retomando su voz gruesa.
   — Una inyección es lo que te voy a poner
  — No no, eso nunca pasará.
Pasamos aproximadamente una hora dentro del auto hasta que llegamos a la casa de Gerry en donde lo dejamos para volver a casa, mis tíos me dejaron en casa de mi abuela y continuaron su camino.

Al día siguiente por la mañana ya tenía a mi novio afuera de mi casa así que salí, le di un enorme abrazo y lo invite a pasar a mi casa mientras terminaba de alistar mis cosas para ir a casa de mis tíos como lo hacíamos ya cada fin de semana
    — Listo, podemos irnos
Salimos de casa ambos hasta llegar con mis tíos quienes estaban a punto de desayunar en familia con sus papás y sus hermanos, nos invitaron a pasar y a unirnos al desayuno lo cual aceptamos, al finalizar de desayunar entre toda la familia realizo la limpieza de la mesa.
   — ¿Están listos para irnos? Pregunto Don Lucio el papá de tía Lupe
A lo cual todos accedieron
   — ¿A donde vamos? Le pregunté confundida a tía Lupe
   — Vamos a ir al departamento de mi papá
   — ¿Tú papá tiene un departamento?
   — Si, está como a una hora de aquí, tiene tiempo que no lo visitamos y vamos a ir a limpiarlo, cortar el pasto y arreglarlo, ya sabes dejarlo bonito y luego nos quedaremos a comer y convivir allá.
Salimos todos de casa Gerry, mis tíos y yo subimos al auto café mientras que sus papás y hermanas de mi tía se fueron en el auto de don lucio, el trayecto era un poco largo y casi a punto de llegar nos detuvimos en un mini súper en donde entramos todos y compramos cosas para hacer la comida más tarde y algunas bolsas de frituras y refrescos para convivir, subimos a los autos y continuos el camino hasta que llegamos a un fraccionamiento en donde todas las casas eran iguales no podía comprender como don Lucio sabía cual era su casa.
   — ¡Llegamos!
Bajamos todos del auto y entramos a la casa color blanco en donde de inmediato sacaron los instrumentos necesarios de limpieza colocaron música y comenzó todo, mientras tía Lupe y yo limpiábamos los pisos sus hermanas limpiaban las paredes y doña esperanza su mamá lavaba el baño, por otro lado Gerry se encontraba afuera con don lucio encargándose del pasto y el Jardín, por la ventana podía ver que Gerry se encontraba bastante concentrado en su trabajo.
Cuando faltaba poco para terminar y dejar el departamento impecable doña esperanza se dirigió a la cocina y comenzó a preparar la comida, hasta que después de largos minutos el departamento quedó irreconocible, todos nos sentamos en los sillones acomodados en círculo y la comida estaba en la mesa de centro, comenzamos a comer y a platicar todos, todos parecían estar bastante felices.
    — Te quedó bien el pasto le dije a Gerry en voz baja
   — Es que todo esto lo hacía con mi padrino por eso ya sabía hacerlo
   — Tu sabes hacer todo Gerry le dije asombrada
   — Es que mi padrino siempre me decía que en esta vida hay que saber hacer de todo un poco porque nunca sabes cuando se va a necesitar
Al parecer estaban escuchando nuestra plática así que don lucio pregunto — ¿Sabes de albañilería?
   — Si, también se, mi padrino igual me enseño
    — Porque nos faltan algunos detalles que queremos hacer esperemos que pronto ¿Nos ayudarías?
   — Cuando usted me diga venimos.
Cuando terminamos de comer Anita, la hermana menor saco del auto el juego, así es el juego de mesa  que cada fin de semana nos mantenía entretenidos por horas
    — No podía dejarlo agregó la hermana menor y lo colocó sobre la mesa
Todos tomamos nuestro color y el juego comenzó, se extendió por horas la convivencia mientras comíamos fritura y bebíamos refresco, bueno no todos bebían solo refresco los adultos bebían un poco de alcohol, por su puesto solo un poco pues sólo era para convivir.
La noche comenzó a caer y tomamos todas nuestras cosas para subirlas al auto y volver a casa, Gerry fue el primero en cargar lo que debía ir a la cajuela del auto
    — ¡Ya se lo ganó! Exclamó tío Miguel
    — ¿De que hablas? Pegunto tía Lupe
   — De tu papá, Gerry ya se lo gano.
Subimos al auto y comenzó nuestro viaje de vuelta a casa — Oye Gerry
        — Dígame, don Miguel
       — Bueno primero, no me digas "Don" me siento como un señor, solo dime Miguel y segundo, no puedo crees que ya te ganaste a don Lucio.
    — ¿Ya me lo gané?
   — Si,  don Lucio es un poco complicado y a mi me llevo años ganármelo y tú en un par de meses ya te lo ganaste.
Pudimos percibir que don Lucio se quedó alejado de nosotros así que regresamos y su auto se había quedado detenido pues su llanta delantera había sufrido un accidente, de inmediato Gerry se bajó corriendo en ayuda de don Lucio.
    — ¿Tiene herramienta? Ahorita se la cambiamos dijo Gerry
Don Lucio saco de la cajuela de su auto una maleta llena de herramienta y se la entrego a Gerry quien se colocó en el suelo de la carretera y cambio la llanta del auto.
   — Listo, ya podemos irnos.

1460 días junto a él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora