Fortaleza

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Nota: hola a todos y todas, soy muy feliz por sus comentarios y aportes.  Me alegra mucho que " El Unificador" les esté gustando.  Les confieso que tengo una maraña de ideas en mi cabeza para continuarlo y finalizarlo, ojalá les guste como lo vaya resolviendo. 

Nos vemos en una notica abajo, sin más, a leer¡¡

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR

– ¿Entonces le metiste la idea de que entrenara contigo?– concluyó.

– No– negó– solamente me preguntó algo y luego tomó su decisión.

– ¿Qué te preguntó?– extrañado.

– Me preguntó si yo tenía la fuerza para matar a ese lobo.

– Y...– tragando– ¿qué le respondiste?

– Que tenía la fuerza para aniquilar a cualquiera que te hiciera daño. 

FIN RESÚMEN DEL CAPÍTULO ANTERIOR



Inuyasha se preocupó ante esto, amaba a su hijo y amaba la parte "humana" y sensible que había desarrollado. Sin embargo, no podía negarse ante la idea de que era un demonio completo y fuerte, y mucho más si Sesshoumaru lideraba su entrenamiento. Ahora comprendía, Inutaisho se quería volver fuerte como Sesshoumaru para poder protegerlo... y ambos demonios tenían ese propósito en común.

En el retorno todo fue más sereno, o por lo menos, así lo sintió Inuyasha. Su hermano voló cerca de Ah-Un y mientras se mantenía a flote, tenía una amena conversación con Inutaisho sobre sus clases y cómo aprender a volar.

Se sentía algo ansioso, pues su idea era regresar a la otra época y aún no tenía idea de cómo. Lo único que tenía como certeza, es que entre más tiempo estuvieran en ese lugar, menos querría Inutaisho volver.

Estuvo pensativo durante el trayecto y también cuando llegaron, tanto, que estaba perdido ante la frondosa interacción entre los dos demonios, quienes finiquitaban el horario de mañana de entrenamiento.

– ¿ Te parece bien, papá?

– ¿ Eh?, lo siento hijo, ¿ podrías repetirme?

– Inutaisho te comentaba que mañana al alba iniciaremos nuestro entrenamiento– respondió el mayor.

– Su...pongo que está bien– dijo pensativo, tanto pensar le había quitado el apetito, lo único bueno, es que no se había topado con la bruja esa– Sesshoumaru, ¿podríamos hablar?

– Hump– expresó asintiendo, al parecer, Inuyasha estaba preocupado por algo– termina de comer Inutaisho y ve a dormir, es necesario que tengas mucha energía.

– ¡ Si señor!– mencionó con entusiasmo el pequeño, acto que no pasó desapercibido por Inuyasha.

Fue hasta la habitación y recostó a su pequeño, siempre estaba a su lado hasta que lo viera completamente dormido, pero Inutaisho parecía con algunas dudas que no lo dejaban conciliar el sueño.

– ¿Qué dudas tienes?– preguntó por fin Inuyasha.

– Papá, ¿ mi madre es tan fuerte como el señor Sesshoumaru?– soltó de repente el niño, dejando sumamente turbado a Inuyasha. El híbrido respiró profundo intentando aclarar su mente, debía saber que este tipo de preguntas vendrían a menudo después de irle revelando la verdad, sin embargo, no esperó la intromisión de Sesshoumaru y su respuesta.

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