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Nota: hola a todos y todas, espero que estén muy bien.  Gracias por los buenos deseos para mi salud.  He mejorado aunque aún tengo ciertos síntomas... ojala me cure pronto. 

Mil y mil gracias por sus comentarios y votos, me motivan mucho a seguir y escribir.  

Sin más, a leer¡¡


***

– Es un placer conocerlo al fin, lord Sesshoumaru– comentaba el líder de las tierras del Este.

– Hpm, bienvenidos– dijo en su característico tono frío.

– Sus tierras son muy extensas, por eso tardamos tanto en venir–intervino la conyugue.

– Señor Yoshimaru, señora Akana, seré su guía en su estadía en el palacio de mi señor, siéntanse en confianza de expresarme sus inquietudes– exclamó cortésmente Jaken. Sabía que su amo bonito era algo burdo pero no entendía porque tanto recelo con esta visita, es así, que como su servidor, asumió el rol hospitalario.

– Es usted muy formal– respondió la mujer– es por eso que mi hija se ha sentido tan a gusto en su palacio, ¿no es así Wanasuru?

– Así es madre, nada me gusta más que compartir tiempo con mi señor– dijo humildemente la dama.

– Los señores deben estar agotados, hemos preparado habitaciones para ustedes, pero antes, la cena les está esperando– comentó amablemente el demonio verde mientras los dirigía al comedor.

Jaken conocía muy bien a su amo y aquel mutismo significaba que estaba entre preocupado y molesto. Sin equivocarse, sabía el motivo o los dos motivos. Su señor estaba irascible porque no estaba Inuyasha ni Inutaisho presentes.

Últimamente tenía el papel de espectador, notando un cambio drástico en el comportamiento de aquel frío ser... era casi imperceptible para los demás, pero no para él que había compartido tantos años con el demonio.

Sabía cómo sirviente cuál era la mejor opción para su monarca, el matrimonio con la heredera de las tierras del Este. Pero en el fondo, esperaba que Sesshoumaru eligiera a Inuyasha, porque el tonto hanyou, pintaba un poco la vida de ese demonio. También estaba por medio el pequeño príncipe, un hito importante en todo este drama de domino y poder.

Salió de sus pensamientos cuando el banquete comenzó a ser servido por las mucamas del palacio. Iban sirviendo plato por plato manjares exquisitos que estaba previamente organizados con antelación.

Aquello pareció gustarles a los líderes del Este, quieres miraban atentos los alimentos particulares que solo crecían en el Oeste y parte del Norte.

– Todo se ve exquisito, platillos muy diferentes a los que estamos acostumbrados en el Este– comentó Yoshimaru.

– Esperamos que todo sea de su agrado– expresó Jaken mientras inclinaba su cabeza con respeto– adelante.

– Muchas gracias– sonrió cordialmente Akana mientras comenzaba a degustar los platillos.

El silencio en el comedor era bastante incómodo. Los invitados podían sentir el aroma hostil que destilaba el rey.

La demonia mayor al ver el escenario, intentó aportar un tema de conversación:

– ¿Para cuándo tienen pensado casarse?

– Aún no tenemos fecha, madre– respondió Wanasuru– esperamos que muy pronto.

– Ahh, es bueno ver dos demonios jóvenes interesados el uno por el otro.

– No lo estamos– aclaró Sesshoumaru para luego tomar de su copa.

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