El unificador

Más humano

Nota: hola a todos y todas, quise publicar este cap el 1 de abril, día donde se celebra el cumpleaños de nuestro gran personaje Inuyasha, sin embargo, el trabajo no me dio para ello. 

Este cap es un poco más tranquilo, la historia comenzará un poco tensa desde el otro cap y espero les siga gustando el hilo que tengo preparado para este fic.  También lo pensé mucho motivada por el manga de Yashahime donde Sesshoumaru carga a un convaleciente Inuyasha.  Ahora si los shipeo con más entusiasmo xD.  Les dejo al final la imagen.

Mil y mil gracias por su apoyo¡¡

***

– ¿Señor Sesshoumaru?– preguntó el infante quien vio absorto al mayor.

– Hpm, no es nada, vamos donde tu padre, él quiere comentarte algo– dijo para cortar aquella conversación. Ambos terminaron de comer y subieron, mientras lo hacían, Sesshoumaru no dejaba de entrar en conflicto con sus pensamientos. Lo primero, era que si quería ganarse a Inuyasha, él debía ceder y su orgullo dolía y lo segundo, era si accedía a lo primero, ¿ cómo lo haría?... ¿ cómo podía brindarle a su omega todo eso?. Si lo pensaba bien, él tenía la ficha de la victoria a su lado... Inutaisho le ayudaría.

Cuando ingresaron, observaron al hanyou acostado en la cama, se veía un tanto enfermo y desanimado, sin embargo, cuando observó a Sesshoumaru, se puso a la defensiva: – ¿qué haces aquí?

– Te dije que estaría a tu lado– respondió con tranquilidad.

– Tsk... no es necesario– vociferó con rencor.

– De igual forma me quedaré– expresó de manera apacible.

Obtuvo un gruñido pero nada más y con eso supo que Inuyasha había aceptado su presencia. La atención de su hermano pasó a su hijo, quien lo miraba de forma curiosa por lo que tenían que decirle.

– Inutaisho– comenzó a hablar Inuyasha– ya te he contado parte de mi origen y de lo que soy, ¿eso te ha... incomodado?

– No papá, jamás me incomodaría algo de ti– tranquilizó el menor.

– Me alivia escuchar eso– suspiró con alivio– sabes que soy un hanyou y tú eres un... demonio completo.

– ¿Demonio completo?– preguntó un tanto confundido.

– No eres humano– respondió esta vez Sesshoumaru– eres una criatura con ciertas particularidades, como una vida larga, sentidos más desarrollados y habilidades. Cada demonio según su raza, tiene ciertas características, nosotros descendemos de la raza "perro", por eso tenemos un sentido del olfato y del oído más desarrollado. Otra de nuestras particularidades es el manejo de nuestras garras, colmillos y cuerpo, podemos adoptar una forma canina.

– ¿Podemos... convertirnos en perros? – preguntó sumamente sorprendido.

– Así es, observaste que puedo volar y también que manejo el veneno a mi antojo, fue así que asesiné a esas criaturas.

– Lo recuerdo– mencionó Inutaisho al recordar como los había salvado cuando llegaron– es decir... ¿yo puedo hacer todas esas cosas?

– Con un buen entrenamiento, lo lograrás– concluyó Sesshoumaru.

– Entiendo...– dijo un tanto impactado– ¿ papá, tu puedes hacer todas esas cosas?

– No– negó Inuyasha– como te dije, yo solo tengo la mitad de sangre demonio y la otra mitad es humana, no puedo hacer todas las cosas que tú y Sesshoumaru pueden. Y existen ocasiones, en las cuales, mis poderes de demonio desaparecen...