El Bello Durmiente

• VII •

La mitad del capítulo es un poco de relleno (?) (perdón) y la otra mitad es importante :D

⚠️ A C L A R A C I Ó N ⚠️
I M P O R T A N T E

Hola, gente. Pido de favor que lean esta nota. Gracias.

Quiero aclarar que haré una pequeña modificación en la historia.

Modificaré la parte de la maldición/hechizo de Eric que condena a Kyle morir/dormir a los 21 años y ahora será a los 20 años.

Siento mucho hacer esa modificación tan repentina y espero que no genere molestia a los lectores. Para la fecha en que se publica este capítulo ya se habrá corregido es dato en los capítulos anteriores.

El motivo (para a quienes les interese, de lo contrario ya pueden saltar a leer el capítulo) está en que la historia se alargaría demasiado y bueno, también debo de admitir que hice mal mis cuentas en los eventos que ya tenía planteados (pido perdón por no saber contar, por algo estudio algo relacionado a ciencias sociales y no una ingeniería) y para cumplir con el dato de los 21 años tendría que agregar más eventos y eso ya sería relleno, y no quiero eso.

Gracias por su tolerancia, comprensión apoyo y de verdad siento este pequeño error que cometí. Se les quiere y ya los dejo leer en paz.

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Pasó un mes y medio con normalidad. Los días en los que llegaba a salir al pueblo en compañía de Stan intentó buscar al castaño. Pero no encontró rastro de él por ninguna parte y sí, mierda, Kyle no paraba de pensar en ello.

La mitad de sus pensamientos eran acerca de ese jodido gordo. Le enfurecía que fuese tan relevante en su mente, por lo mismo ese último mes había estado de un pésimo humor. Quiso pensar que todo eso se debería a un sentimiento de culpa, por no haberse disculpado con él por el incidente de la última vez. Stan en más de una ocasión intentó hablar con su amigo para saber qué ocurría, claramente sabía que tenía que ver con ese gordo extraño del mercado. Pero Kyle se negaba a hablar al respecto argumentando que no tenía nada que ver, cuando en realidad era el culpable del tormento que vivía en su cabeza.

Kyle pensaba que nada de esto tenía sentido y que era poco sano. Ni siquiera se veían desde entonces y seguramente jamás volvería a verlo, pero persistía como un parásito en su cerebro. Se esperanzaba que con el tiempo lo olvidaría y se puede decir que más o menos si fue así. Mientras más semanas pasaran su mente más se iba alejando del recuerdo de Theo, y cuando menos lo pensó llegó el fin de mes. Se sintió a aliviado. Seguro ir al castillo a ver a sus padres y hermano ayudaría, necesitaba un cambio de aires.

Fue un viaje aburrido, como siempre lo eran. Jugaba naipes con Stan en el carruaje.

— ¿Y si hacemos apuestas? Sería mucho más divertido —propuso Kyle viendo que le tocó un buen mazo de cartas.

— ¿Qué quieres apostar? —aceptaba Stan pensando que sería una buena idea, lo haría un poco más entretenido. 

—Sin apuestas —intervinieron al unísono Kenny y Wendy.

—Ay, vamos —Kyle puso los ojos en blanco.

—No sean tan gruñones —se burló Bebe.

—No, así empiezan los ludópatas —cruzó sus brazos la hada de la primavera, Wendy —. Lo que menos queremos es que Kyle se haga un ludópata.