Nueva vida.

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Era cuestión de días para que a Memo le entregaran su humilde casa, la cual sería su nidito de amor junto a Leo, estaban muy emocionados por eso.

Al pasar de los días, Memo se encontró con Kun, quién comía unos churros debajo del árbol, era la hora de su descanso.

- ¿Qué onda, Kun, cómo están los churros?

- De rechupete, mi Memo. ¿Qué tranza, que haces por aquí? - se chupó el azúcar de los dedos.

- Compraba la comida, pero ahora que te veo, quiero decirte algo.

- ¿Porqué tan misterioso, a quien asaltaste o qué? - murmuró.

- Nombe, meso, ya bien. Toma, son las llaves de mi casa.

- Ay Memo, pero yo no soy chapulín, eres el novio de mi amigo y yo no le hago a eso.

- Estás Pal perro, Kun. Es para que se las des a Leo, dile que hoy mismo se lleve sus cosas para allá, toma, te doy la dirección. - dijo sacando un papel de su bolsillo.

- Ah, pensé mal. Pero que bueno que ya están armando su nidito de amor, ya no más falta el divorcio y la boda.

- Todo a su tiempo, mi Kun, mientras te encargo ese favorzote, ¿Sí?

- Ya está, no te preocupes.

Luego, Sergio pasó por unas tortas de milanesa para comer con Leo, mientras Cristiano no estaba. Llegó apresuradamente a aquella lujosa casa.

Lionel se encontraba en el sofá leyendo una revista de espectáculos, lo mismo de siempre, infidelidades y chismes inventados.

- ¿Qué crees, Leo? - entró casi gritando, lo que le provocó un susto a Lionel quién aventó hasta la revista.

- Me asustas, Kun. ¿Qué pasó?

- Una disculpa, pero es que me encontré al Memo y me dijo que te diera las llaves para que te fueras a vivir con él, empaca tus cosas porque empiezas una nueva vida. - decía muy emocionado.

- ¿Le dieron su casa?

- Sí, babotas. Toma tus llaves. Pero solamente hay un problema, ¿Qué le vas a decir a Cristiano?

- Se me acaba de ocurrir algo, puedo decirle que me iré de viaje, ¿No?

- Ay sí, ¿Por cuánto?, Sabes que el Cris no se anda con mamadas.

- Pues sí, y después ya veo que hago para pedirle el divorcio, Kun.

- ¿Y tú crees que se trague el cuento?, Si parece que traes chicle.

- Le diré que viajaré con Rodrigo, él es muy amigo de Cristiano y son de confianza, así que va a creerme, lo sé.

- Si sabes que eso implica ser cuidadoso de que no te vea, ¿Verdad?

Esconderse de Cristiano sería como una misión imposible.

- Lo sé, pero mientras no está ayúdame a empacar unas cosas para llevarlas a la nueva casa, ¿Sí? - Leo juntó sus manitas y Sergio no pudo resistirse a sus súplicas tiernas.

Y así fue, sacaron algunas cosas, pero no tantas para que su marido no se diera cuenta de ello, una vez ya en su nueva casa, le dejó una nota a Memo sobre lo que realizó y que pronto estaría con él, pero primero tendría que inventar una buena excusa.

- ¿Así que te vas de viaje?

- Si, ¿Por?

- Me sorprende mucho, jamás has ido de viaje sin mí, ¿Porqué el cambio?

- La idea era viajar con De Paul, él se adelantó, pero visitaremos a Dybala por una temporada, ya sabes, un reencuentro de amistades y así.

- Está bien, te compraré el boleto.

- ¡No, descuida!, Ya lo hice.

- ¿Y cuando te vas? - lo miró dejando a un lado sus cubiertos.

- Mañana mismo por la mañana. - dijo sonriente.

- Está bien, solamente cuídate y diviértete mucho en tu estancia allá en Miami... Dile que le mando saludos.

Eso último sonó más como una advertencia por parte de Cristiano, pero Lionel no le tomó importancia, pues su emoción por vivir a lado de su novio era más grande.

¿Cuánto podría durar esa mentira y esa felicidad?







































Oye mi Amor || mechoa | ship FIFA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora