Hermano cayó la ley.

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Esa noche fue mágica para la parejita,
pero no todo puede ser bello, ya que como dijo Deadpool:

La vida es una serie interminable de desastres, con breves comerciales de felicidad

Y el corte había llegado a su fin.

En la mañana, todos acomodaban la mercancía del negocio, puesto que cuando no salían a los mercados, ellos instalaban ahí los estantes de la fruta y la verdura, ya hasta había gente llevando lo necesario para realizar sus comidas.

- ¿Con qué en Miami, eh? - Cristiano le gritoneo a Lionel mientras lo jaloneaba fuertemente, haciendo que se le cayeran las manzanas al suelo.

Lionel estaba sumamente asustado, incluso hasta temblaba, pues Cristiano parecía el mismo diablo.

- ¡Contesta, Lionel! - lo apretó fuerte de la mandíbula haciendo que el argentino comenzara a derramar lágrimas.

Cristiano jamás había maltratado a su esposo al punto de llegar a los golpes, quizás ésta sea la primera vez.

- Cristiano, sueltame, por favor. - suplicó con voz temblorosa.

- ¿Porqué me mientes?, ¡Dime! - en su grado de desesperación intentó levantarle la mano, pero Guillermo llegó a tiempo para detenerlo.

- Ni se te ocurra pegarle, pendejo. -le gritó molesto.

- Así que tú eres su amante.

- Llámame cómo quieras, pero no le vas a tocar ni un pelo a Lionel, lo que quieras con él, es conmigo. ¿Cuál es el pedo?

- Contigo nada. Vámonos Leo.

El argentino se resistía, así que Guillermo golpeó en la cara a Cristiano y por ende soltó a Leo, quién cayó accidentalmente al suelo.

- ¡Chaparro!, ¿Estás bien?, ¡Diego, llévate a Lionel para adentro!

- Sí, estoy bien, no te preocupes, Memo. - dijo mientras se levantaba con la ayuda de su pareja y de Diego.

Cris se levantó en chinga y jaló de la playera de Memo para golpear también en la cara y se armó tremendo zafarrancho.

Henry salió corriendo en chinga y detrás de él Andrés junto con Hirving, Javier y hasta Layún para defender al Memorras y partirle la mandarina en gajos al Cristiano, pero no contaban con que el arrogante de Ronaldo ya tenía a la policía de su lado.

- ¡Bola de montoneros! - gritó una vez que la policía intervino, pues porque Cristiano era culo de a madres para los trompos.

- ¿Qué haces, Cristiano? - dijo zafandose del agarre de Diego, el joven se quedó en el patio para no ser detenido por la policía.

- ¿Qué no ves?, Ellos van a ir a la cárcel por abuso a mi persona.

- ¡Pero fue justo! - alzó su voz - Tu iniciaste la pelea, déjalos en paz, ella no tienen la culpa de nuestros problemas.

- Pero él sí. - apuntó a Guillermo y éste jaloneaba con el oficial para tratar de volver a partirle la cara a Cristiano - Llevenselos, a todos. - dijo mirando a Lionel.

- ¡Diego, no te vayas a salir de la casa! - le gritó Memo.

- ¡Ve y pide ayuda, cabrón! - gritó Javier desesperado como si de verdad fuera un criminal.

- ¿Cómo va a pedir ayuda si no quieren que se salga de la casa?! - preguntó Andrés.

- Tienen derecho a guardar silencio.

- ¿Ya ves, Javier?, Cállate el hosico, güey. - le dijo Hirving dándole una patada en la cola, pues sus manos estaban esposadas.

A pesar del mal momento en donde estaban siendo arrestados, nunca perdían el buen sentido del humor.

- ¡No puedes hacer ésto! - Lionel gritaba enfurecido por la captura de su pareja y amigos - ¡Déjalos libres!, Yo soy quien debo pagar las consecuencias, Cristiano.

- Y ya las estás pagando, estás sufriendo y eso es suficiente, Leo. Ahora vamonos a la casa, no discutiré hasta estar en nuestro hogar.

Diego se quedó solito en casa y llamó de inmediato a su padrino Gignac, pues era el único que podía ayudarles.

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- ¡Ya deja de lloriquear!, Lo vienes haciendo en todo el camino. - dijo acercándose a la nevera para tomar una compresa helada.

- ¡Entonces dejalo libre!

- ¿Te importa mucho, verdad?, Mira no es necesario que me contestes, siempre lo supe. - dijo sacando las fotos y colocandolas en la barra de la cocina - Tu mentira llegó demasiado lejos.

- Entonces dame el divorcio y déjame en paz.

- ¿No lo entiendes, verdad? - rió - No voy a darte el divorcio por más que supliques y me llores.

A Cristiano solamente le faltó decir "Perdón que te salpique"

- ¡No, jamás lo voy a entender, Ronaldo!

- No voy a dejarte porque me perteneces, somos un matrimonio.

- Yo no te pertenezco, ¡Entiendelo! - le gritó, a lo que Cristiano lo tomó fuertemente de la muñeca, casi casi hasta se la tronaba del coraje.

- Jamás debiste hacer eso.. Vas a arrepentirte toda tu vida viendo al frutero ese naco tras las rejas como un delincuente.

- ¡Él no es un delicuente!, Y voy a dar las pruebas necesarias para su libertad, o mejor aún, pagaré la maldita fianza.

- ¿Con qué dinero?, No tienes nada, eres un mantenido, Lionel.

- ¡Pues trabajaré, así y me cueste demasiado esfuerzo!

Cristiano se rió a carcajadas - Por favor, Lionel, no sabes hacer nada. ¿Cómo piensas trabajar, imbécil?

- Claro que sé, todo éste tiempo que estuve con Guillermo me enseñó a cocinar, a trabajar para ganarme el pan de cada día e incluso a sentirme amado como nunca lo he sentido contigo. ¡Estoy enamorado de él y eso no va a cambiar!

- ¿Enserio?, Entonces no te importará que lo encierren de por vida.

- No serías capaz.

- Sabes que sí. No me retes, Leo. - sonrió - Pero descuida pequeño saltamontes, si no quieres tu naquito sufra, entonces debes seguir mis órdenes.

- ¡No tienes poder sobre nada!

- Claro que sí, la policía siempre ha sido corrupta y por unos cuantos billetes encerraran a ese tal Guillermo para siempre... Piénsalo, el puede estar en total libertad sólo si sigues mis indicaciones.

- ¿Qué es lo que tengo que hacer?

- Así me gusta, mi niño. Mi reputación como el mayor ejecutivo no puede ser desprestigiada, así que jamás voy a darte el divorcio y fingiremos que somos una pareja feliz y amorosa.

- Sobre todo feliz. ¿Es todo?, Eso será fácil.

- Pero también deberás alejarte de Guillermo, no volverás a verlo nunca.

- No, no haré eso, es la primera vez que he sido feliz junto a él y tú quieres separarme.

- O te despides de esa felicidad o tu amado vivirá muy feliz en la cárcel. Y si quieres que su changarro vuelva a ser abierto, entonces deberás de firmar estos documentos.

- ¿Qué es eso?

- Tu herencia. Nunca te enteraste, hasta ahora, lo oculté todo éste tiempo desde que tú padre murió.

- Eres un maldito. - Lionel trató de golpearlo, pero era inútil.

- Sí, pero si quieres que tú amor sea libre y su negocio siga en pie, entonces deberás firmar.

- No voy a firmar eso, pero lo que si voy a hacer será alejarme de Guillermo tal y como quieres y viviré felizmente enamorado de ti, ¿Asi te gusta?

- No es lo que esperaba, pero bueno, lo tomo. Aunque ya no lo veas el negocio seguirá clausurado.

Lionel lo miró con coraje y Cristiano sonreía ampliamente, soltó la muñeca de Leo y le dió un tierno beso en la mejilla para después retirarse.

Lionel se detuvo a sobarse su muñeca, luego de que Cristiano se alejara.

Oye mi Amor || mechoa | ship FIFA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora