Oye mi Amor || mechoa | ship FIFA

Cien años.

- ¡NOS VAMOS AL MUNDIAAAAL, NOS VAMOS AL MUNDIAL! - coreaban Javier e Hirving los más pedos, habían vuelto a casa por Memo.

- ¿Qué pedo?, Aquí no más está cantando el Pedro Infante, güey. - dijo Javier a lado de la grabadora.

Te ví sin que me vieras,
Te hablé sin que me oyeras..

- ¿Tons que hacemos, güey? - preguntó Hirving.

- Pues no sé güey.

En conclusión: güey.

- ¡MEMO! - gritaron ambos buscando por toda la casa, hasta que vieron una puerta entreabierta, la cuál daba a la habitación del que tanto buscaban.

Cómo no eran chismosos, ellos se asomaron sin hacer ruido, más del que ya habían hecho. Pudieron observar a Guillermo frente a Leo tomándolo de las manos, quién después las colocó sobre su cuello para tomarlo de la cintura y besarse con pasión.

Javier e Hirving se miraron emocionados.

- ¡Weeeey...!

- ¡Sí ví, weeey! - chocaron sus manos y dieron unos brinquitos de felicidad para después retirarse de casa.

- ¿Y Memo, pendejos? - preguntó molesto Andrés, pues era un batallar con ese par.

- No está, bueno sí está pero está ocupado con el güero, ¿Verdad, mi Chucky? - le dió un codazo.

- Sí, será mejor que los dejemos solos, porque ellos se están despidiendo así bien bonito.

- ¿Qué? - preguntó Henry confundido, pues apenas y lograba entenderles, parecía que Javier e Hirving hablaban mocho.

- ¡Van a coger, pues! - respondió Javier con cinismo.

- No mames, Chícharo, nadie tenía que saberlo. - habló Diego algo asqueado.

- ¿Quéeee?, Es algo natural del cuerpo, Dieguin, algún día vas a ponerlo en práctica.. - Javier en ese instante tenía hipo - Y no tienes porque avergonzarte, al contrario, debes gozarlo cómo Dios manda, esta escrito... Además, el pendejo de tu tío Enrique preguntó.

- Es "Henry", baboso.

- Bueno, el pendejo de tu tío "Henry baboso" preguntó, ¿O cómo era?

- Ya duermanlo cómo a los perritos. - dijo Diego tapando sus oídos para no escuchar más a su tío Javi.

- ¡Tarado, lo asustas! - Kun le dió un zape y Carlos le dió otro a Hirving.

- ¡Yo ni dije nada, Carlangas!

- Pues por si pensabas hacerlo.

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Lionel bajó sus manos lentamente de su cabeza a su espalda baja quitándole la playera de las águilas, dejando al descubierto su abdomen
Guillermo bajó sus manos hasta el cierre del pantalón de Leo quitándolo por completo

Lo puso con delicadeza en la cama, se colocó encima de él, quitó la camisa de Leo y siguió besandolo, mientras con su mano quitaba la ropa interior del argentino.

Lionel imitó su acto y sintió como Guillermo comenzó a penetrarlo con delicadeza. Sus manos recorrían sus cuerpos mutuamente, al igual que los besos, dejándose llevar por completo de una manera tan amorosa, como nunca antes lo habían sentido.

Y sin embargo, sigues unido a mi existencia
Y si vivo cien años,
Cien años, pienso en tí

Ambos se acurrucaron con la colcha del equipo de las águilas, Guillermo dejó un beso en la frente de su güerito y éste sonrió haciendo a un lado los rizos del mexicano para después dejarle un tierno beso en sus labios.

- Oye, mi amor..

Leo abrió abrió sus ojos.

- Te quiero.

- Yo también te quiero, y mucho bastante, como tú dices, Memo.