Llovía a cántaros sobre la plaza de Gwanghwamun. Las calles estaban casi en ruinas gracias a los monstruos. Los carteles con logos de los medios de comunicación colapsados estaban rotos y pisoteados. Las estatuas del Rey Sejong, el Grande, y de Yi Sunshin(1), que eran los símbolos de Gwanghwamun, estaban completamente destruidas.
La civilización de la que se jactaba Seúl había colapsado y la cultura se había perdido. Solo quedaba una historia, pero ninguna de las personas en Gwanghwamun quería esta historia.
—¿Está realmente muerto? — Lee Jihye abrió la boca mientras observaba a algunos de los Hwarang cavando en el suelo.
Nadie le respondió. Las razones de cada uno eran diferentes. Huiwon, Hyunsung, Gilyoung, Yoosung...
Todos tenían sus propios pensamientos, pero ninguno de ellos habló. Quizás sus pensamientos estaban equivocados. Quizás... tenían miedo de no estarlo.
—No... ¿En serio?
El cuerpo de Kim Dokja había sido descubierto alrededor de una hora después del final del octavo escenario.
—¡Dokja! ¡Despierta! Tiene que ser una broma.
La causa de la muerte fue una pérdida excesiva de sangre. Al principio, todos estaban confundidos. Kim Dokja, que no había sido visto durante toda la situación, había muerto de forma repentina.
Aun así, los miembros del grupo esperaron sin entrar en pánico. Esta situación había sucedido algunas veces. La primera vez fue cuando cazaron al dragón de fuego, y luego cuando se enfrentaron a la Catástrofe de las Inundaciones. Él siempre había sobrevivido a la muerte.
Por lo tanto, esta vez esperaron. Se levantaría de nuevo como de costumbre y les dirigiría a los miembros del grupo su distintiva sonrisa. Contaría algunos chistes divertidos pero algo tímidos.
Sin embargo, Kim Dokja no se levantó de nuevo. Pasó una hora y luego dos. Finalmente, pasó un día. Fue lo mismo cuando llegó la segunda noche.
Kim Dokja no resucitó. Su cuerpo estaba frío.
Fue Min Jiwon quien motivó a los miembros haciendo un ataúd.
—...Era el más fuerte en Seúl.
Ella comenzó a hacer lo que nadie más podía. Ella lo conocía, pero pudo hacerlo porque su relación con él no era tan profunda.
Min Jiwon habló del sacrificio de Kim Dokja. Difundió la historia del hombre que eligió morir en silencio mientras todos observaban con entusiasmo la batalla entre las personas más fuertes.
Todos llamaban a Kim Dokja por diferentes nombres. De hecho, cuando el dokkaebi nombró a la encarnación más fuerte, la gente pensó en diferentes apodos.
Rey de un mundo sin reyes.
El mesías solitario.
El rey más feo...
Las palabras eran diferentes, pero la dirección en la que convergían era la misma. La persona más fuerte en el Domo de Seúl era Kim Dokja y él había muerto por Seúl.
La ciudad había sido salvada por él. Un salvador que había muerto en un lugar que nadie conocía.
Min Jiwon hizo un ataúd para este Kim Dokja. La gente vio su cuerpo siendo colocado en el ataúd y contuvo las lágrimas. Algunas personas estaban confundidas por quién era mientras que otras suspiraban después de escuchar la historia demasiado tarde.
—Dokja... — Mientras tanto, Yoosung estaba llorando.
—Yoosung — Huiwon la apartó del ataúd.
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Perspectiva Del Lector Omnisciente
Fantasy⚠️⚠️TRADUCCIÓN REAL (NO HECHA POR MÁQUINA) Solo yo conozco el fin de este mundo. Un día, nuestro personaje principal se encuentra atrapado en el mundo de su novela web favorita. ¿Qué hace para sobrevivir? Es un mundo abatido por la catástrofe y hay...