capítulo 17 - ¿por qué lloras?

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Aitana

-Se ha pasado tres pueblos.- habló Ainara por el otro lado de la línea telefónica.

-Ya, lo peor es que lleva tres días sin hablarme.- mascullé.

Desde la "charla intensa" que tuvimos en el taxi no ha vuelto a hablarme.

¿Era mi culpa? No.

¿Me siento culpable? Si.

-¿Y si vas a verle?- propuso.

-¿Como a verle?¿Ahora?- pregunté confusa.

-Si, así podéis hablar las cosas y aclara todo.- habló

Después de un rato hablando con mi hermana mayor decidí llamar a Pablo pero él no cogía el teléfono.

Que raro.

¿Estarán entrenando?

Abrí instagram en mi móvil y busqué el perfil del barça para ver si habían subido alguna foto del "supuesto entrenamiento" pero no había nada.

Aitana estás siendo una paranoica.

¿Y si voy a su casa? Seguro se piensa que soy una pirada.

Pues que lo piense.

Cogí las llaves y fui directamente a verle. Me estaba muriendo por dentro, necesitaba verle y arreglar las cosas.

Después de un trayecto infernal en coche llegué a la puerta de su casa.

Venga Aitana, timbra. Solo vais a hablar las cosas.

Llamé al timbre y me abrió la puerta.

Mi boca se abrió y mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas. En mi cabeza se empezaron a crear teorías absurdas.

Si, claro, teorías. Por eso el idiota te habre la puerta con los labios rojos e hinchados con marcas de pintalabios.

-Aitana.- susurró avergonzado. -No te esperaba aquí.-

-Ya veo.- dije antes de darme la vuelta para irme de ahí, el agarró mi muñeca y me atrajo hacia él.

-Te lo puedo explicar.- aseguró.

-Gavi ¿Pasa algo?- preguntó una chica desde el interior de la casa.

-Aitana te juro que te lo puedo explicar.- empezó a hablar. -Te juro que yo no quería, ella vino aquí y empezó...- intentó seguir hablando pero le interrumpí.

-Tranquilo, no me tienes que explicar nada.- dije. -Total, no somos nada.- murmuré zafando me de su agarre.

Él se quedó quieto en la puerta, notaba su mirada en mi espalda.

De camino a casa intenté no llorar pero me fue imposible. Las lágrimas salían sin control de mis ojos, no podía sentirme peor. Ya me habian echo esto antes y al final acabe enrollada con el tonto de Armenteros.

Al llegar al piso compartido con mis amigas fui directa a mi cuarto ignorando sus preguntas al verme llorar.

-Tati.- murmuró Marta mirándome con pena desde el marco de la puerta. -¿Qué ha pasado?

-Renuncio de los hombres oficialmente, me voy a acabar volviendo lesbiana.- dije levantando la cabeza para mirarlas aun con lágrimas cayendo por mis mejillas.

-¿Pero qué pasó Tati?¿Por qué lloras?- Irina se sentó a mi lado en mi cama acariciando el pelo.

-Me han puesto los cuernos.- dije. -Bueno ni eso, no éramos nada.-

Eso es lo que más duele ahora mismo. No somos nada, absolutamente nada.

-¿Quien?¿Gavi?- preguntó Marta frunciendo el ceño.

-Si.- respondí sin más. -Fui a verle para arreglar lo del viernes pasado y me lo encontré dándose el lote con una tía.-

-Joder.- murmuró Irina. -Que putada.-

-No ayudas mucho querida.- dije irónicamente.

-Es que hay que ser tonto para hacer eso.- habló Marta con cara de asco. -Ya me cae mal, no volvemos a quedar con ellos en la vida.-

-Si que vamos a volver a quedar con ellos, solo tenemos que ignorar al imbécil ese.- hablé.

-O matarlo.- dijo Marta enarcando una ceja.

-Hay que tener una empanada mental para tirarse a otra mientras estás intentando algo con alguien.- dijo Irina negando con la cabeza.

Nada más escuchar eso me puse a llorar otra vez.

-Irina no ayudas mucho diciendo eso.- le susurró Marta.

Al final decidimos llamar a Sira para que se viniese a deprimir con nosotras a nuestra casa. Pasamos toda la tarde tiradas en mi cama viendo películas tristes, llorando y yo abrazada a Sira.

Entiendo porque Ferrán está con ella, es muy cómodo estar abrazada.

Y siempre está calentita.

-Espero que sepas que en esta movida yo soy team tati.- dijo Sira abrazándome aún más fuerte. -Y mira que conozco a Gavi desde hace más tiempo.-

-Me cae como el culo el niño ese.- dijo Marta con desprecio.

-En todas las cosas malas hay algo bueno.- habló Irina con una sonrisa pícara haciendo que todas la mirásemos. -Ahora ya estás totalmente libre para hacer lo que quieras y con quien quieras.-

-¿Sabes lo que le jodería de verdad? Que volvieses con Armenteros.- dijo Marta.

-Si, yo pago por verle la cara a Gavi si os ve a los dos juntos.- opinó Sira.

¿De verdad Sira es amiga de Gavi? Ahora mismo parece que le odia. 

Adrenalina || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora