Adrenalina || Pablo Gavi

capítulo 5 - primera vez

Gavi

Eran las once y media de la mañana y estábamos Busquets, Ferrán, Ansu, Balde, Dembélé, Jordi y Eric con las chicas del basket del Barça y algunas del equipo de fútbol. Al lado estaban tres chicas del basket coruña pero no estaba Aitana.

El tiempo pasa y ya casi es la hora para entrar y solo han llegado unas pocas personas vestidas con el pantalón naranja corto con el número en azul en una esquina de la pierna y la sudadera igual. Cinco minutos después llegó un grupo de chicas del basket con varios chicos acompañándolas.

-Mira es esa.- le dije a Busquets señalando a Aitana con la cabeza.

-Hacéis buena pareja.- dice Ansu.

-¿Y eso?- pregunto para saber en que se basa para decir eso.

-Porque también lleva las chanclas con calcetines por la calle.- dice. Que pesados, cuando vamos a jugar a algún lado y tenemos que quedarnos en hotel siempre voy con eso puesto por las instalaciones y todos se quejan de mis chanclas.

-Eh, eh.- dice Sara haciendo que la miremos. -La número treinta y la doce son las que nos van a machacar.- dice mirándolas con cara de asco

-Parece que están de resaca o algo.- dice Miranda, una amiga de Sara del equipo de baloncesto.

-Yo me voy a dedicar a hacerles faltas.- dice Sara. -Es que me toca cubrir a la treinta y paso de perder.- añade.

-Pero ¿Cómo sabéis que esas dos son buenas?- pregunta Busquets.

-Las buscamos en la web del basket coruña, la doce lleva doscientas sesenta y ocho canastas en tres partidos y la treinta lleva doscientas ochenta y dos en tres partidos también.- joder, esas tias son maquinas.

Nos quedamos hablando un rato más hasta que las jugadoras tenían que entrar. Sara se despidió de mí dándome un beso en la mejilla muy cerca de la boca, cosa que me dejó un poco desconcertado.

-Tío qué pesada.- digo cuando se van todas de nuestro alrededor.

-Déjale claro que no quieres nada con ella.- dice Jordi al ver la situación.

-Me da repelús ver como te intenta besar.- dice Pedri con cara de asco. Hace unos meses en Barcelona se pasó toda una semana intentando besarme, por suerte se rindió pronto y me dejó en paz por más de un mes.

-A ti y a todos.- dijo Ferrán para después saludar a su novia, Sira, que acababa de llegar dándole un beso.

-Vomito.- dijo Dembélé poniendo una mueca de asco.

Un rato después un señor abrió las puertas del pabellón para que toda la gente que estaba fuera, que era bastante, entrase. Nos sentamos en segunda fila encima del banquillo del Barça.

El partido empezó y vi que no estaban ni la número treinta ni la doce, cosa que me extraño a mi y a todos ya que nos dijeron que eran las mejores. El basket coruña iba perdiendo por mucho, en el segundo tiempo iban doce a veintisiete. Llegó el descanso y vi como dos de las que estaban jugando se sentaban en el banquillo donde estaban las que no salían. El descanso acabó y vi salir a Aitana saludando a alguna del Barça, parecía que se conociesen, en cambio Sara y Miranda la miraban con cara de asco igual que a la número doce.

Solo llevaban cinco minutos y ya habían marcado treinta y seis puntos entre las dos y las del Barça ninguno, esto olía a remontada. El resto del partido fue igual, Aitana y Martina, la número doce, seguían marcando puntos. Al final terminaron noventa y siete a treinta, obviamente ganando el Basket Coruña.

Esperamos a la salida del partido para que salieran Sara y Miranda.

-El entrenador del basket Coruña es un capullo.- dijo Sara acercándose a nosotros.

-¿Por qué?- pregunta Sira.

-Al parecer no sacó a la treinta ni a la doce a posta para perder y que luego Isaac, el entrenador del Barça del primer equipo, las viese con una remontada de tres mil pares de cojones.- dijo enfadada.

Rezo porque la fiche él Barça y se venga a vivir a Barcelona.

-Pero tía relaja, esas no se van de aquí ni borrachas. - añadió Miranda haciendo que los planes que estaba montando en mi cabeza se destruyesen.

-Bueno mejor nos vamos, ¿No?- dijo Ansu señalando con la cabeza el coche. Todos asintieron y se fueron hacia los coches.

-Ehh, yo tengo que hacer una cosa antes de irme. Me quedo aquí y luego pido un taxi.- dije alejándome de Sara, que estaba abrazándome.

-Ay pues me quedo contigo para hacerte compañía.- Sara me volvió a abrazar.

-No, mejor iros, yo os mando un mensaje luego.- me di la vuelta y caminé hacia el pabellón.

Para que mentir, solo me quedaba para ver si estaba Aitana. Iba mirando el móvil cuando me choque con alguien haciendo que mi móvil y el suyo cayesen al suelo.

-Joder.- dijo la chica agachándose para coger su móvil el cual tenía la pantalla rota.

-Hostia, lo siento mucho.- dije levantando la cabeza para ver a Aitana mirando su móvil. -Si quieres te lo pago, juro que no fue a posta.- me intento disculpar con ella.

-No, no, no ¿Cómo vas a pagarlo? Ha sido un accidente.- dijo levantando su mirada a mi cara.

-Ya pero si no me siento mal Aitana.- Trágame tierra. Se me escapó su nombre. La cara de Aitana cambió totalmente.

-Espera... Tu eres Gavi ¿Verdad?- mi cuerpo entero se relajo cuando me reconoció. Admito que es difícil ya que voy con la capucha puesta.

-El mismo.- dije dedicándole una sonrisa.

-Eres más guapo en persona, las fotos no te hacen justicia.- dijo ladeando la cabeza.

-Pero bueno Aitana ¿Y esas confianzas?- dije de broma riéndome de su comentario.

-Solo digo mi opinión.- dijo subiendo y bajando los hombros. -¿Tienes hora? Que no soy capaz de verla en mi móvil.- preguntó.

-Es la una y cuarenta.- le dije.

-Pero bueno Gavi.- dijo Ansu saliendo de detrás de unas escaleras. -¿Esta era la cosa importante que tenías que hacer?- Ansu puso una cara de picardía.

-Gavi, págale el teléfono que se lo has reventado.- dijo Ferran saliendo de las mismas escaleras que Ansu con todos los que estábamos antes detrás.

-¿Pero yo no os dije que os fueseis?- me habían estropeado el momento totalmente.

-Si pero como somos cotillas nos hemos quedado.- dijo Pedri mientras comía unas pipas.

-Ay la madre.- dije mientras les hacía un gesto para que se fuesen, cosa que no hicieron.

-Y cuéntanos Aitana ¿Te gusta mi amigo?- preguntó Balde pasándole un brazo por encima del hombro. Aitana se quedó mirándolo con una cara indescifrable.

-Yo me tengo que ir ya.- dijo alejándose de Balde.

-Adiós Aitana.- le dije sonriéndole. Ella me devolvió la sonrisa y se fue. -Sois tontos todos.- les dije mirándolos con cara de asco.

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Uuuueeeepaaaa que ya se conocen.