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La alarma volvió a sonar, abrí mis ojos y bufé.

Entrenamiento con Chamber.

Me levanté y me duché rápidamente, me puse la ropa y esperé sentada en mi cama ya que él me había dicho que iría a buscarme en mi habitación. La puerta sonó por unos golpeteos.

—Adelante— dije y por la puerta entró él.—Hola— le sonreí con la boca cerrada.

—Buenos días mon cheri— me saludó el con su característico acento francés.— ¿Estás lista?

—Sí— le respondí.

—Sígueme entonces— me pidió. Me levanté y él salió por la puerta , salí tras él y comenzó a caminar hasta llegar a otra especie de terraza, pero esta era distinta, sólo se veía el bosque y muy a lo lejos se lograba divisar el mar. Pude notar que encima de un mesón habían varios tipos de armas y que también habían robots voladores con blancos.— Miremos acá— dijo él acercándose al mesón. Habían variedades de pistolas, rifles y francotiradores. Observé las pistolas escogí la más pequeña.— Una classic, una opción común.— dijo más para él que para mí. Para mi sorpresa era bastante ligera y sin pensarlo mucho apreté el gatillo a uno de los robots, justo en el blanco.— Buena puntería.— me elogió.— prueba con esta.— tomó uno de los rifles y me lo entregó.— se necesita bastante precisión, ve si tienes la suficiente.

Los robots comenzaron a moverse y comencé a apuntar, luego disparar. Logré atinar al blanco a un par de ellos, el resto estuve cerca de lograrlo.

—Bien, excelente — dijo elogiándome una vez más.— tienes bastante buena precisión, creí que necesitarías más entrenamiento, ya veo que no— dijo sonriéndome.— ¿Que tal algo más pesado y complicado?— preguntó con un deje de emoción en su voz.

—¿Como qué?— pregunté con una de mis cejas alzadas.

—Como esto— dijo levantando uno de los francotiradores, el más grande para ser específica.— Para usar esta arma debes poseer bastante concentración, control y algo de puntería. Tu demostraste poseer puntería, pero ¿Realmente eres tan enfocada? ¿Posees la disciplina que demuestras tener?

—¿Que es esto?— pregunté con burla— ¿Un show televisado? Le pones demasiada tensión al asunto Vin— dije guiñándole un ojo y el me sonrió.

— Que bueno que estés tomando confianza— dijo guiñándome un ojo de vuelta.— Intenta— dijo ofreciéndome el arma. Tomé el arma, tenía razón, pesaba y bastante. Miré por la mirilla al blanco, disparé. No di con el blanco.— No te preocupes, no es tan fácil al principio.— dijo a mis espaldas. De pronto lo tenía lo suficientemente cerca de mi como para sentir su calor, sus manos llegaron hasta las mías guiándome para poder apuntar bien al blanco.— A mi me funciona aguantar la respiración en lo que apunto y soltarla en lo que disparo.— dijo en mi oído. Le hice caso a pesar del nerviosismo que me provocaba su cercanía. Inspiré largo y pausado y cuando ya estaba lista disparé exhalando el aire de mis pulmones. Esta vez si le había atinado. El se separó y aplaudió.— Muy bien mon cheri.— me elogió. Le sonreí, me sentía bastante orgullosa. — Intenta otra vez, esta vez sin mi ayuda.— dijo guiñándome uno de sus ojos y yo volteé los míos. Repetí la acción de la respiración que hice con Chamber pero esta vez sin su ayuda. Disparé, volví a dar en el blanco. Sonreí con aún más autosuficiencia.— Muy bien, me alegra ver esto— dijo con un deje de emoción en su tono de voz.— Significa que ya estas lista para tu primer misión— dijo orgulloso.— Pero no te preocupes ahí estaré para protegerte.

—Ja— carcajeé con ironía.— Me sé cuidar sola.— dije dejando el arma que aún tenía en mis manos encima del mesón

—De verdad espero que si— dijo esta vez con una sonrisa de lado, sus forma de mirarme me dió a entender que su deseo era totalmente honesto y sin ningún ápice de que fuera una broma.— Wow— dijo cuando vió la hora en su reloj.— Las horas han pasado volando, es hora de almorzar — me avisó.— ¿Me acompañas?

Asentí de inmediato, no sé porqué sentí un poco de nervios en el estómago, pero comencé a caminar tras él.

—Te haré algo de comer, bueno , para los dos—dijo volteando a verme en cuanto llegamos al comedor. Rápidamente del refrigerador sacó varios ingredientes. Me senté en la mesa que estaba enfrente y sin darme cuenta lo comencé a ver fijamente.— Me pones nervioso, mon amour— dijo sin voltear a mirarme con su sonrisa característica. Sentí mis mejillas acaloradas y apoyé mi cabeza en una de mis manos intentando disimular.

— Intento descubrir lo que cocinarás—le dije a él.

— Preparo soupe á l'oignon gratinée— explicó.— Un platillo francés, bastante típico en Paris— volteó a verme y me guiñó un ojo. Volteé los míos y sonreí.

—¿Te ofende tanto que me haya ido sin recorrer Paris?— pregunté burlesca.

—Pues pude haberte mostrado lo hermoso de la ciudad— respondió sin voltear a mirarme mientras picaba la verdura.— Aunque en mi opinión tu opacabas a toda la ciudad.— en cuanto dijo esto volteé mis ojos pero no pude evitar volver a sonrojarme.

—Ya te dije que eso no sirve conmigo.— le respondí.

—¿En serio mon cheri?— dijo y volteó a verme, disimuladamente traté de tapar mis mejillas.— Aún con tus manos encima puedo notar lo rojizo de tus mejillas — me sonrió. Los nervios en mi estómago comenzaron a crecer.

— Mejor preocúpate de lo que haces, no te vayas a cortar un dedo— le respondí y cambié la dirección de mi vista hacia otro lado. Carcajeó pero en silencio continuó cocinando, en 20 min ya estaba sirviendo los platos.

—Que lo disfrutes— dijo sonriéndome.— Espero que de verdad te guste.

Probé una cucharada de la sopa, estaba demasiado buena como para ser cierto.

—Está deliciosa— elogié sonriéndole.

—Gracias— respondió igualmente con una sonrisa.

Comimos en silencio, disfrutando de la compañía del otro.

Amour (Chamber y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora