Estábamos acostados en mi cama, simplemente disfrutando de la compañía del otro, él estaba estaba acariciando mi cabello y yo estaba escuchando sus latidos del corazón.—Al fin encuentro la calma— habló.—No te vayas por favor.
Levantó su mano y la posicionó en mi mejilla, acarició suavemente con su pulgar y subí la mirada a sus ojos. Estaba observando mi rostro con detenimiento como si estuviese memorizándolo.
Puse mi mano encima de la suya, la agarré con suavidad y le sonreí con los labios sellados.
—Te lo prometo— dije sin pensar que no podría cumplirle esta promesa, yo me iría si o si. Lo quiero bastante y no puedo negarlo, pero no soy feliz aquí.
—No digas eso— dijo mirando esta vez el techo y sentí como aunque seguía a mi lado, se alejaba.— Sabes que no podrás cumplir con esa promesa.— dijo y apretó sus labios. Tomé su rostro y lo atraje al mío para besarlo.
—Te quiero— le dije una vez me separé de él.— y aunque yo esté al otro lado del mundo eso no va a cambiar.
—Pero yo te necesito aquí.— respondió y yo me levanté con suavidad de su lado. Me había puesto un poco incómoda. ¿Porqué no podía entenderme?
—No me quedaré — dije con suavidad pero con firmeza en mi creencia.
—¿Pero porqué?— preguntó él levantándose también.— Aquí lo tenemos todo.
—No, Vincent— respondí.— Yo no lo tengo todo aquí.
—¿Que te falta?— preguntó buscando mis ojos, se le notaba un poco desesperado.
—Mi familia y mi vida— respondí.— Son cosas que no tengo aquí.
—Pero podemos ir a visitarlos— sugirió acercándose y tomando mis manos. Aunque no podía negar que la sensación al imaginarlo presentarse con mis padres era bastante positiva, la forma en la que pasara no me hacía mucha ilusión.
—No me quiero quedar— dije mirándolo a los ojos. Tomé su rostro con una de mis manos y le acaricié la mejilla. Cerró sus ojos disfrutando de mi caricia y se me apretó el corazón.— No puedo pedirte que vengas conmigo, claramente tienes asuntos pendientes aquí y además eres feliz aquí.
—Soy feliz a tu lado— respondió de inmediato.
—Pero no quiero que te vayas por mi— le dije intentando razonar.— Si te vas de aquí será por un motivo mayor.— dije y el se alejó de mi, me dio la espalda y se quedó parado en silencio.— Puedes ir a visitarme cuando quieras.— dije acercándome para abrazarlo por la cintura, no se movió.— A mis padres le caerás bien, te adorarán, sobre todo mi madre— reí.— Adora a los franceses.
—No sé Mariah— dijo quitando mis brazos de su cintura.
—¿Porqué no?— pregunté buscando sus ojos pero esquivó mi mirada.— ¿Que ocurre?
—Si te vas—comenzó a hablar.— Yo ya no me involucraré más en tu vida— dijo.— Ninguno de los que conociste aquí estará más en tu vida ¿Entiendes?
—¿Cómo?— pregunté como si no hubiese escuchado bien.
—Pues eso— dijo con sus ojos vidriosos.
—¿Pero porqué?—pregunté buscando su mirada desesperada.
—Son órdenes de Brimstone — respondió.— No podemos involucrarnos en tu vida, es parte del acuerdo para que pudieras marcharte de aquí.
Me quedé en silencio unos minutos para poder comprender o más bien digerir lo que me acababa de decir. Pero no lograba discernir cual era problema con continuar en mi vida.
—Brimstone no quiere arriesgarse a que se sepa información sobre nosotros— explicó antes de que pudiese preguntar.
—¿Cómo sabes más de esto que yo?— pregunté. Se quedó en silencio y fue cuando al fin comprendí. Mis ojos se cristalizaron.—¿Fuiste tu?— pregunté.— ¿Acaso tu fuiste el que propuso mi ida?.
Se quedó en silencio, puse mi mano en su mentón y alcé su mirada. Sus ojos estaban rojos y cristalizados. Lo abracé y de inmediato me sentí mal por ignorarlo todos esos días. Este hombre me amaba y yo estaba enceguecida por mis propias emociones.
—No quiero que te vayas— expresó sollozando en mi hombro.— Yo te amo Mariah, por favor quédate.
Me separé con cuidado de el y me acerque a su rostro , besé sus labios y de a poco el beso se comenzó a intensificar.
Me tomó con firmeza por la cintura y me atrajo más hacia el profundizando el beso.
—No— dije y me separé de él.— Esto no cambiará el hecho de que yo me iré de todas formas.
Me miró en silencio sin ninguna expresión y luego salió de mi habitación dejándome a solas , aún observando la puerta por la que salió.
ESTÁS LEYENDO
Amour (Chamber y tú)
FanfictionReclutada por sus poderes de radiante, Mariah Covey tendrá que aprender bastantes cosas dentro del protocolo valorant, entre ellas a defenderse en el campo de batalla, acompáñala en esta aventura en la cual se ve sumergida.