Cap. 8: El contrato

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Era sábado por la mañana y los chicos estaban reunidos en el estudio de Frank con todas las ilusiones puestas en el nuevo contrato que irían a firmar.
Brad había pasado a buscar temprano a Rob y también iba a pasar por la casa de Mike pero éste le había enviado un mensaje avisándole que se encontrarían directamente en el estudio, ya que pasaría por Chester (todavía no se animaba a confesar que el rubio se había mudado con él). Dave y Joe vinieron juntos, ya que el asiático se estaba quedando momentáneamente en su casa hasta que se pudiera alquilar algún mono ambiente que estuviera relativamente cerca y fuera económico.
Mientras lo esperaban a Frank, que estaba ultimando todos los detalles en su oficina, los seis amigos se encontraban sentados en el hall de recepción frente a la puerta de su despacho, conversando animadamente acerca de las canciones que habían traído para mostrarle.
-Yo creo que el material que tenemos es muy bueno.. tengo mucha fe de que a Frank le va a encantar- expresó Brad sumamente emocionado. -No veo la hora de empezar a grabar las canciones, aunque me muera de los nervios-.
-Sí, yo también quiero empezar con las grabaciones.. aunque no sabría cual canción elegir para arrancar.. todas son muy buenas- acotó Chester, el cual tenía en sus manos las hojas donde las canciones se encontraban escritas, con la letra despolija de Dave. -Aunque hay una en particular que me encanta.. es ésta: Runaway.. tiene una letra tan sentimental.. Me muero por cantarla y ver que tal sale- agregó señalando el tema que había elegido en el papel.
Mike no pudo evitar imaginarse a su amigo metido en la cabina, con los auriculares puestos, sumamente concentrado y sudando de manera exagerada debido al calor extremo que hace ahí dentro. Y él también había empezado a sudar de tan solo pensarlo. Ahora se venía la parte más complicada.. tener que disimular frente al resto las ganas tremendas de estar encima de Chester todo el tiempo, de abrazarlo más de la cuenta, de encajarle un beso.
Habían tomado la decisión de no contarles a los chicos todavía acerca de su relación, por lo menos no antes de que él pudiera hablar seriamente con Anna y explicarle bien todo. No tenía ninguna intención de herirla pero tenía que ser honesto con ella. Igualmente la chica ya tenía sus claras sospechas de que Mike ya no sentía lo mismo, se lo había insinuado en su casa esa noche que se fue enojada, cuando además le escupió en la cara que lo suyo con el rubio era algo un poco obvio. Pero de todos modos deberían tener una charla para dejar las cosas en claro, y ver si podían al menos iniciar una relación de amistad más allá de que la historia entre ellos no haya funcionado.
También pensaba en como se lo iría a tomar Dave. No creía que le causara mucha gracia que se haya acostado con su hermana, que la haya hecho ilusionar con un futuro a su lado, y qué ahora la dejaba por su compañero de banda. Pero debería entender que a veces uno no controla lo que siente el corazón, y su conexión con Chaz era demasiado fuerte.
Todos esos pensamientos lo estaban desequilibrando. Sacudió fuerte la cabeza y decidió que por el momento se enfocaría en el contrato y las grabaciones. Después se dedicaría exclusivamente al asunto de Anna.
-Tu canción también es excelente Chaz.. yo opino que deberías grabar esa primero- dijo Dave, llamando la atención de Mike, al escuchar que se dirigía al rubio por ese apodo que para él sólo significaba intimidad. De repente sintió las mejillas calientes y desvío la vista hacia otro lado para que nadie lo notara. Pero Chester sí se dio cuenta y decidió que sería buena idea jugar un poco para ver cómo su adorado Mike reaccionaría.
-Gracias amigo.. me alegra que te guste la canción.. significa mucho para mí, la letra me representa bastante ya que la escribí pensando en todas las cosas que me pasan habitualmente.. a vos también te gusta ¿verdad Micky?- susurró dirigiendo la mirada hacia él, mientras le apoyaba la mano en la pierna y le hacía ojitos.
Mike estaba blanco como una hoja de papel y no supo cómo responder a eso. Sabía que el rubio lo estaba provocando a propósito y ya se vengaría cuando se encontraran a solas. Por el momento optó por mirarlo a la cara, sintiendo que se perdía completamente en esos ojos café y tragando saliva le respondió como pudo, sin evitar que la voz le saliera algo chillona:
-Sí.. me encanta esa canción.. Concuerdo con Dave, deberías grabar esa primero- y chocó palmas con su amigo, logrando salir airoso de la situación. Chester quedó conforme con la respuesta mientras se reía mentalmente. Se sentía tan bien al alma cómo un simple roce o mirada lograban que Mike se pusiera tan nervioso. Lo tenía atrapado en la palma de su mano y esa sensación lo llenaba de una calidez extrema que creyó que nunca en su vida iba a ser capaz de sentir.
El ruido de una puerta abriéndose los hizo callar a todos de golpe, haciendo que dirigieran la mirada hacia allí.
Era Frank asomándose, el cual les hizo un gesto con la mano para que pasaran a su oficina. Los seis chicos se levantaron apresurados. Entre gritos y empujones entraron y se acomodaron frente al gran escritorio. Frank se sentó del otro lado, y los miró uno a uno con una expresión de enorme gratitud en el rostro. Luego sacó una carpeta de uno de los cajones y la apoyó sobre la mesa. Era el flamante contrato. Los ojitos de los chicos brillaron con tanta intensidad, sin poder asimilar tanta felicidad junta. Estaban cada vez más cerca de hacer realidad su más anhelado sueño: vivir de la música.
-Acá está el contrato.. Hay una copia para cada uno.. Tienen que leerlo detenidamente antes de firmar, quiero que todos estén de acuerdo y totalmente convencidos antes de continuar.. Están expuestas todas las cláusulas, todos los requisitos solicitados para que empecemos a pensar en un disco debut..- les explicó Frank mientras les hacía entrega de las copias. -Si todos están conformes, esta tarde nos reunimos en la sala de ensayos y empezamos con las grabaciones.. a propósito, ¿trajeron las canciones que les pedí?-.
Chester sacó de su mochila las hojas y su cuaderno, y expuso todo sobre la mesa.
-Acá está todo el material que pudimos preparar en tan poco tiempo- dijo entre risitas nerviosas. -La canción del cuaderno la compuse yo, las demás son de Dave, del tiempo que tocaba con su otra banda...-
-¿Las que compuso Giovanni?- lo interrumpió Frank dirigiendo la mirada a Dave. No podía creer que el muchacho había sugerido trabajar con esas canciones, suponiendo lo que tanto significaban para él después de la partida del vocalista.
Dave lo miró con una expresión de indiferencia, cómo haciéndole saber que ese era un asunto totalmente superado. Ahora estaba enfocado en su presente, y todo lo relacionando con Giovanni y su banda del pasado ya no le importaba en lo absoluto.
-Sí, esas mismas.. Les cambiamos la letra y melodía a algunas porque quisimos darle nuestra propia impronta.. Chester quedó encantado con Runaway, le gustaría grabar esa canción como primer hit si todos estamos de acuerdo- le respondió con emoción en su voz, mientras intercalaba la mirada entre Frank y los chicos. Todos asintieron en conformidad así que a pedido del rubio esa sería la canción que los llevaría al estrellato.
Frank los dejó solos un rato para que leyeran tranquilos el contrato, mientras él se iba a atender unas llamadas. Luego realizarían una lista con las canciones elegidas y esa misma tarde se pondrían a trabajar en las grabaciones.
-Pellizcame a ver si no estoy soñando- le dijo Rob a Joe, que justo estaba sentado junto a él, mientras se subía la manga de la remera y le extendía su brazo. -Esto es demasiado bueno para ser real- agregó poniendo cara de tonto.
El asiático lo miró con una expresión desganada y acto seguido lo pellizcó bien fuerte, haciendo que Rob pegara un grito agudo de dolor mientras se masajeaba la zona dolorida.
-Conste que vos me lo pediste- respondió Joe mientras lo miraba con su típico ceño fruncido.
El resto no pudo evitar reírse a carcajadas al presenciar toda la escena entre esos dos.
Luego todos se dedicaron a leer con atención su copia del contrato. Cada uno estaba sumamente concentrado en la lectura, por lo que Chester aprovechó la oportunidad para sentarse bien cerca de Mike, sabiendo que ese comportamiento iba a volverlo loco de los nervios.
-¿Te dijeron alguna vez que te ves muy sexy cuando estás en modo chico intelectual?- le susurró bien pegado a su rostro, logrando que Mike levantara la vista del papel y se chocara de frente con esos ojazos que le quitaban el aliento.
-Te faltan los lentes y serías todo un ñoño de biblioteca- agregó el rubio mientras se reía bajito. A continuación se agachó a buscar algo en su mochila, la cual tenía entre las piernas y sacó un estuche. Lo abrió y tomó del interior unos anteojos de armazón negro. Se los puso y volvió a dirigir su mirada a Mike, mientras éste intentaba no saltarle encima al notar lo tierno que se veía con esos anteojos.
-Yo sí tengo lentes de ñoño... Los uso bastante para descansar la vista, a veces me cuesta ver bien si no los traigo puestos, soy medio chicato- le confesó sin dejar de sonreír. Mike lo miraba encantadisimo, perdido en él como si de repente su cuerpo desafiara a la gravedad y estuviera flotando.
-Te quedan muy lindos- logró decir completamente obnubilado, sin tener mucha idea de si lo que decía tenía alguna coherencia. Su cerebro estaba volando por otra galaxia en ese momento, mientras lo desnudaba mentalmente y se lo imaginaba tirado en su cama... con él encima por supuesto.
-Gracias, me alegra que te guste.. Me los vas a ver puestos bastante seguido- le contestó Chester, mientras apoyaba la cabeza en su hombro. -Soy muy feliz ahora ¿sabes? Todo esto que nos está pasando es maravilloso, mucho mejor de lo que soñé toda la vida- agregó, acompañado de un suspiro. Mike lo abrazó por atrás del respaldo de la silla y no pudo evitar pensar en todo lo que se avecinaba. Cómo todo había cambiado para él en tan poco tiempo. Su vida había dado un giro de 180 grados y estaba decidido a aprovechar al máximo cada segundo sin perderse nada. Dejándose llevar por la corriente, disfrutando a pleno de cada instante.
Media hora después Frank regresó. Les preguntó si tenían alguna duda con respecto a algún punto en especifico, para de ser así aclararlas ahí mismo.
Todos respondieron con una negativa,
estando de acuerdo con el contrato y habiéndolo leído detenidamente. Entonces llegó el momento de firmar. Les entregó un bolígrafo a cada uno y les pidió que colocaran la firma, aclaración y número de documento.
Mike observó a Chester y se dio cuenta de que era zurdo al verlo firmar con la mano izquierda. De paso espió su hoja para leer su nombre completo, ya que era hasta ridículo que a esa altura no supiera el apellido de su enamorado.
-Chester Bennington.. que hermoso suena- se dijo para sí mismo, mientras terminaba de completar sus datos y entregarle la copia a Frank para que él también la firmara.
Un rato después estaban todos en el mismo café de la otra vez compartiendo un rico desayuno. Habían quedado con Frank en que esa misma tarde, a las 17hs, se reunirían en la sala de ensayos para empezar a grabar. Por ende deberían presentarse con la lista de canciones preparada, con Runaway como canción pionera de la misma.
-Es increíble que ya hayamos firmado nuestro primer contrato.. estoy que exploto de la alegría- exclamó Rob mientras se untaba un pan con mermelada. -Y no te voy a volver a pedir que me pellizques- agregó mientras lo miraba a Joe de reojo. El asiático hizo una mueca, bastante parecida a una sonrisa, y se relajó en el asiento. Él también estaba que rebosaba de felicidad pero no acostumbraba a ser tan efusivo como sus compañeros.
-No veo la hora de grabar.. tengo tantas ganas de cantar.. vamos a romperla juntos en esa canción- acotó Chester con un evidente entusiasmo, mientras dirigía su mirada a Mike que estaba sentado a su derecha. Éste lo miró y sonrió, sería la primera vez que compartirían la grabación de un tema y eso lo traía enloquecido de la ansiedad.
-Sí.. va a ser una grata experiencia..- respondió con la voz algo entrecortada al sentir una mano en su pierna. Chaz lo miraba con una clara perversión en sus ojos, siendo completamente consciente de qué lo estaba provocando. Subió un poco más la mano y acarició su entrepierna por encima del pantalón, haciendo que Mike pegara un brinco en la silla.
-¿Te pasa algo Micky?-le preguntó simulando inocencia en su tono de voz. El joven miró avergonzado al resto de los chicos, los cuales reían y conversaban sin prestarle la más mínima atención a lo que sucedía entre ellos dos. Luego volvió a mirar a Chester y con las mejillas muy rojas lo regañó por estar comportándose como un adolescente hormonal en un lugar público y enfrente de todos sus amigos. El rubio estaba que se estallaba de risa. Se acercó a su oído y le susurró:
-Voy al baño.. si tenes ganas de divertirte un rato seguime...- y sin dejarlo pensar siquiera en una respuesta lógica, se levantó y se dirigió a los baños que se encontraban en el fondo del establecimiento.
Mike quedó estático en su lugar, mientras lo observaba alejarse. Los chicos seguían en la suya, ninguno se había percatado de que Chester se había levantado de la mesa. Entonces Mike supuso que tampoco notarían su ausencia, así que de manera sigilosa se levantó y se encaminó a los baños.
Una vez que entró, notó que el lugar estaba vacío. Se acercó a los cubículos y sin previo aviso una mano lo sujetó con fuerza de la ropa y lo metió dentro al mismo tiempo que trababa la puerta.
-Ahora sí estamos solos Micky- exclamó Chester con voz ronca, mientras lo miraba a los ojos y se relamía los labios. -Sabía que vendrías, se te nota a kilómetros lo mucho que me deseas- y otra vez dejándolo con las palabras en la boca, lo arrinconó contra la pared del minúsculo espacio y lo besó con todas sus ganas. Era un beso salvaje, desesperado, hasta incluso agresivo. Mike le correspondió sin objeturas, estaba completamente entregado a ese hombre que lo enloquecía de todas las formas posibles. En un movimiento rápido, lo empujó contra el inodoro haciendo que el rubio cayera sentado y acto seguido se ubicó sobre sus piernas.
Le empezó a besar y succionar el cuello, haciéndolo gemir de puro placer. Luego le metió una mano por debajo de la remera, acariciándole todo ese cuerpo trabajado que lo excitaba a mil, al mismo tiempo que se refregaba contra su erección logrando que la suya también vaya en aumento. Sin poder soportarlo más le ordenó que se pusiera de pie y sin preámbulos le desabrochó el cinturón y le bajó los pantalones hasta los tobillos. Se relamió de puro gusto al notar el estado de excitación en que se encontraba Chester, y sin rodeos le acarició toda la zona con la palma de la mano, sintiendo como su amigo se estremecía bajo su tacto.
-Te voy a hacer volar de placer..- le susurró, mientras le metía la mano dentro del bóxer y lo masajeaba lentamente. Chester no podía ni respirar, la sensación era extremadamente excitante y lo estaba llevando al borde de la locura.
Mike estaba dispuesto a devolverle el favor de aquella primera vez en su habitación. Le bajó la ropa interior de un tirón y a continuación se arrodilló frente a él. Lo miró desde esa posición y después empezó a masturbarlo, primero de forma lenta y pausada para luego ir aumentando de a poco la velocidad. Después acercó su cara y sujetándolo con una mano fuerte de la cintura, se introdujo su pene a la boca. Succionó despacio, le pasó la lengua por la punta y con su mano libre le acarició suavemente los testículos. Podía sentir como el rubio temblaba, mientras jadeaba sin poder contenerse. Eso le hizo saber que estaba haciendo un buen trabajo. Le dio un par de lamidas más pero su propósito no era hacerlo acabar todavía. Así que se levantó y pudo observar el gesto de confusión de su amigo, como preguntándole porque había dejado su tarea por la mitad. Mike no dijo nada. Solo empezó a bajarse los pantalones junto a su ropa interior, mientras lo miraba fijo con las pupilas completamente dilatadas de puro deseo. Luego lo empujó haciéndolo sentar nuevamente sobre el inodoro y se acomodó sobre su regazo. Con una mano dirigió la erección de Chester hacia su entrada y después se dejó caer penetrándose por completo. El rubio no pudo evitar gritar. Era demasiado el éxtasis que estaba sintiendo. Y más placentero fue aún cuando Mike empezó a moverse. En ese momento agradeció estar sentado porque de otra manera se hubiera desvanecido en el suelo, debido a que sus piernas no le hubiesen respondido.
-Que bien se siente por diooosss..- exclamó el moreno con la voz bastante agitada. -Tenerte dentro mío me excita muchísimo.. me gustas tanto, te deseo tanto.. Nunca antes había disfrutado tanto del sexo, ni sentido tanto placer al compartir este momento con alguien..- le confesó mientras le besaba los labios con desenfreno. Chester pensaba igual, la química sexual que había entre los dos era exquisita.
-Sos tan hermoso Micky.. yo tampoco tuve tanta conexión con otra persona durante el sexo.. pero vos me provocas cosas dentro que ni sabía que existían.. te amo mucho y quiero disfrutar de todo a tu lado- le expresó dejándose llevar por la tremenda sensación de placer que lo estaba abrumando.
Cuando ambos acabaron, se abrazaron en silencio. Luego se vistieron y salieron del cubículo. Se miraron al espejo para peinarse un poco y acomodarse bien la ropa, antes de regresar con sus amigos.
Salieron del baño de manera tranquila, preguntándose si alguno de los chicos sospecharía algo al verlos volver juntos de ahí. Pero cuando se sentaron nuevamente en la mesa, nadie hizo ninguna pregunta incómoda ni los miró raro, así que por esta vez habían logrado zafar. Se miraron con complicidad y continuaron disfrutando de la comida.

Amor incomprendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora