Cap. 15: Momentos cruciales

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*Hola!! Les propongo leer con esa canción de fondo, para meterse más en la trama.. Hagan de cuenta que Corey Taylor es Giovanni, ya que esa es la canción que van a grabar juntos en este capítulo..
Ahora si, sin más que decir comencemos con la lectura 🤗

Habían decidido juntarse a ensayar en el sótano de Dave, como en los viejos tiempos. Frank les había dado una semana para preparar bien la canción antes de volver al estudio para concretar la grabación del que sería el tercer demo del disco.
Los chicos estaban muy entusiasmados. Habían convertido el sitio oscuro y aburrido en un verdadero recital de garaje.
Todos conversaban animados sobre el futuro de la banda, mientras compartían unos bocadillos que había preparado la mamá de Dave. Los mismos reposaban junto a varios vasos de plástico llenos de gaseosa, sobre una mesa que habían armado provisoriamente con unos cajones de madera.
Mike se mantenía distante, mientras observaba cauteloso a su alrededor. Clavó sus ojos en cierto joven castaño y no pudo evitar apretar fuerte los dientes, tanto que le hicieron doler la mandíbula.
-Todo sería perfecto si Giovanni no estuviera metido en el medio- pensó molesto. Pero se mantendría tranquilo, no demostraría su bronca delante de los chicos, no quería que lo vieran como un maniático incapaz de controlar sus celos.
Las chicas habían decidido estar presentes para disfrutar de los ensayos. Joe la había invitado a Cindy para aprovechar esa tarde y presentárselas a todos como su novia oficial. Ella estaba sumamente agradecida con él por ese gesto.
Anna ya había vuelto a frecuentar las juntadas. Por más que aún no había superado del todo la separación, ver a Mike con Chester ya no le hacía tanto daño. Sabía que él era feliz y eso a pesar de que sonara raro, la hacía sentir bien.
-Estoy más que ansioso por escucharlos cantar juntos esa maravillosa canción.. Siempre fue una de mis preferidas- comentó Dave mientras enchufaba los instrumentos y preparaba todo el equipo. Chester le sonrió de lado mientras se posicionaba detrás del micrófono. Tenía en la mano la letra del tema porque aún no se lo había aprendido de memoria. Había subrayado con resaltador las partes que le tocaban cantar a él para no confundirse.
Giovanni estaba parado detrás del otro micrófono, mirándolo fijamente. Estaba un poco nervioso a pesar de todo, no quería que sus hormonas lo traicionaran a la mitad de la canción. Lo que iba a compartir con Chester era muy importante para él. Se sentía sumamente agradecido y feliz por poder darse el lujo de sentirlo cerca aunque sea mediante el tiempo que duraran los ensayos. Tenía que aprovechar cada instante, por más pequeño que fuera. Lo que ese chico le producía en el cuerpo era demasiado fuerte y tendría que pensar de qué manera le podría confesar lo que sentía, o mejor dicho.. de qué manera lo podría obligar a estar con él. Porque Giovanni no era tonto. Se había dado cuenta desde el principio que tenía algo con Mike. Eran muy malos disimulando. Sus gestos, sus miradas, sus sonrisas entre sí, todo eso demostraba que se gustaban y mucho. Y también estaba el colgante que Chester traía siempre puesto en el cuello con sus iniciales. Era más que evidente que tenían una relación en secreto. Y él estaba más que dispuesto a romperla. Porque Chester sería suyo cueste lo que cueste, aunque eso significara tener que cometer una locura.
Mike los miraba desde la silla en la cual se encontraba sentado, ubicado a un costado del mini escenario que habían improvisado sobre una tarima. Los gestos y miradas de Giovanni hacia Chester le daban mucho asco. No podía tolerar tanta falta de respeto. Que se estuviera regalando de esa manera con su chico le producía muchísimo rechazo hacia su persona. Ganas de arrancarle todos los pelos de la cabeza. No sabía cuanto tiempo más iba a poder contenerse. Encima la incomodidad de Chester era muy notoria, solo que él era tan bueno que jamás le diría nada para sacárselo de encima. Para explicarle que tenía pareja y estaba muy enamorado. Bueno, sino lo hace él, lo voy a hacer yo... pensó Mike decidido. A la próxima insinuación le iba a hacer frente y lo pondría en su lugar, con la determinación de lograr que se dejara de jugar de ese modo tan descarado.
Apenas sonaron los primeros acordes, Chester acercó su boca al micrófono y lo sujetó fuerte con su mano izquierda. Cerró los ojos y pronunció las palabras que componían cada estrofa, sumamente relajado y concentrado. La canción había logrado conmoverlo, había logrado tocar cada fibra de su ser. Se compenetró en la letra, sintiendo con total emoción lo que estaba cantando.
Mike también sintió esa emoción en su voz. Se dejó envolver por la dulce melodía, también cerrando sus ojos, sintiendo que lo tocaba, que lo abrazaba en sus pensamientos. Aspiró fuerte y logró sentir su perfume. Esa fragancia riquísima agridulce que el rubio solía usar, y que a él lo volvía completamente loco. Se acarició los labios, sintiendo que Chaz lo besaba. Hasta fue capaz de sentir su sabor. Toda una atmósfera de ensueño se había creado a su alrededor. Estaba flotando, a medida que la canción avanzaba y la voz de Chester se pronunciaba cada vez con más fuerza. Su cuerpo vibró al compás de la música, totalmente hipnotizado, hechizado, enamorado. Sentía que era balanceado, llevado hacia otra dimensión, acunado por la sinfonía de su canto poderoso.
Y de repente tuvo que abrir los ojos. Había llegado la parte de la canción interpretada por Giovanni. Y aunque cantaba lindo y su voz era armoniosa y dulce, Mike no pudo evitar sentir arcadas. Le parecía sumamente exagerado su tono, como queriéndole demostrar a Chester que también era talentoso. Como haciéndose notar delante de él todo el tiempo.
No pudo seguir escuchando, así que se levantó de la silla y se dirigió corriendo hacia las escaleras que conducían a la planta baja de la casa. Necesitaba tomar algo fuerte, algo que lo hiciera tranquilizar un poco. Si seguía ahí, presenciando las patéticas escenitas de Giovanni iba a vomitar.
Chester no pudo seguir concentrándose en la canción. Soltó el micrófono, el cual hizo un ruido ensordecedor al caer al piso, y salió disparado en busca de Mike.
Todos los demás se quedaron observando la escena acontecida frente a sus ojos atónitos y sin poder reaccionar. Giovanni estaba rojo de la bronca por ser testigo de como Chester se rebajaba por ese tonto como si lo tuviera comiendo de su mano. Pero eso pronto iría a cambiar. Pronto Chester estaría gritando de placer en su cama y Mike aplastado como una babosa. Estaba completamente seguro de que faltaba poco para lograr su cometido. Y eso le daba un poco de satisfacción frente a tanta indiferencia.
Chester encontró a Mike en la cocina tomándose un vaso de whisky. Estaba con la cabeza apoyada sobre la mesa y tapada con ambas manos. Se le acercó sigiloso y cuando estuvo a su lado, le puso la mano en el hombro haciéndolo sobresaltar.
-Micky.. ¿qué te pasa?- le preguntó con un tono preocupado. -¿Porqué saliste corriendo de esa forma?-.
Mike lo miró con los ojos colorados de tanta ira que sentía. Pero no podía agarrársela con él. Chester no tenía la culpa de sus celos enfermizos ni podía hacerlo responsable de los sentimientos ajenos. Tampoco podía enojarse con él, menos si lo estaba mirando con esa expresión tan tierna, como de perrito asustado, con la cabeza inclinada hacia la izquierda. Siempre hacía eso cuando quería lograr que lo perdonara por algo o cuando quería someterlo a sus caprichos.. lógicamente siempre conseguía lo que quería porque no podía decirle que no a nada. Era imposible negarse a sus peticiones, lo tenía completamente dominado.
-No me pasa nada..- logró decir al cabo de unos segundos, refunfuñando. Chester seguía mirándolo con ojitos preocupados, no entendía esa reacción tan extrema que había tenido delante de todos, pero podía imaginarse que era a causa de Giovanni.
-¿Estás celoso de nuevo?.. Ya te expliqué que no me pasa nada con él, no tenes que ponerte así, te va a hacer mal- le expresó mientras acercaba una silla y se sentaba a su lado. -Tenes que confiar en mí, yo te amo Micky, jamás se me ocurriría engañarte, no correría jamás el riesgo de perderte.. no te das una idea de todo lo que significas para mí..- confesó tomándolo del rostro y mirándolo fijo a los ojos.
Mike apoyó sus manos sobre las de Chaz y se hundió de lleno en esos ojos que le transmitían tantas emociones. No dudaba ni dudó nunca de los sentimientos de su amigo, lo que lo hacía poner violento eran las malas intenciones del otro que no tenía ningún reparo en querer sobrepasarse con él, aprovechándose de su inocencia, sin tener en cuenta que el corazón de Chester estaba ocupado.
-Yo confío en vos, obviamente que confío, en el que no confío es en Giovanni.. no me gusta como te habla, como te mira, como revolotea todo el tiempo alrededor tuyo como un moscardon, es un pesado y si sigue haciéndose el vivo lo único que va a lograr es que le baje todos los dientes- le respondió con el ceño fruncido, mientras apretaba fuerte el puño de su mano derecha sobre la mesa.
Chester no supo que más decir para tranquilizarlo así que optó por darle un abrazo bien apretado, con la intención de hacerle bajar toda esa bronca acumulada y que pudiera relajar los músculos.
-Listo Micky, cálmate, no tenes que pensar así, te estas lastimando.. Y me haces poner mal a mí.. Dejemos que Giovanni haga y piense lo que quiera, vos y yo sabemos que nos amamos y que nuestro amor es más fuerte que cualquier cosa.. No te tiene que importar lo que a él le pase conmigo porque en mi corazón solo hay lugar para tu amor- le susurró mientras le acariciaba la espalda.
Mike supo que Chaz tenía razón, pero le era inevitable manejar sus celos. No quería que lo vieran como una persona posesiva, tóxica.. pero el rubio lograba sacar todos esos sentimientos a la luz.
-Gracias Chazy, siempre logras hacerme sentir mejor conmigo mismo.. Te amo y te pido perdón.. No me gusta esta parte de mi personalidad, no quiero que me veas como un novio enfermo de los celos que te hace una escena por todo.. No quiero ser así, pero a veces me cuesta mucho manejarlo.. Y ese Giovanni saca lo peor de mí.. Pero te prometo que voy a intentar cambiar y modificar eso, voy a aprender a controlarme- le expresó tratando de serle lo más sincero posible.
Chester sonrió y le envolvió los brazos alrededor del cuello.
-No tenes que pedirme perdón, juntos vamos a poder sobrellevar todo.. te amo tanto y te confieso que tus celos me calientan un poco- le musitó acercándose a sus labios. -Me hacen saber que te importo, que me amas, que solo deseas estar conmigo.. Y yo deseo lo mismo..- y sin dejarlo responder, le comió la boca con todas sus ganas.
Mike lo abrazó con fuerza y lo saboreó entero con su lengua. Ya su cuerpo empezaba a entrar en calor y no iba a poder resistirse por mucho tiempo más.
-Me muero por hacértelo acá arriba de la mesada.. No me tientes más porque te arranco la ropa y te muerdo todo..- le dijo con la voz entrecortada, al sentir que Chester le estaba succionando el cuello. La sensación era tan excitante que le costaba respirar con normalidad.
-Me encantaría que me lo hicieras..- le respondió con la nariz hundida en su clavícula.
Mike no pudo resistirse a esas palabras. Enseguida se puso de pie y lo hizo parar, mientras lo besaba con efusividad. Lo arrinconó contra la mesada, haciendo que se golpeara la espalda con el borde, producto del impacto, pero eso ni le importó. Estaba totalmente perdido en los labios de Mike.
-Bájate los pantalones- le ordenó de repente, mirándolo con las pupilas dilatadas. Chester ni se detuvo a contemplarlo, se desabrochó el cinturón y acto seguido se bajó la ropa. Estaba temblando, a causa del placer extremo que lo sacudía por completo. Estaba dispuesto a todo en ese momento, totalmente entregado a las necesidades de su chico.
Mike lo recorrió de pies a cabeza con una mirada lujuriosa. Se relamió los labios y se acercó lentamente hasta que sus narices se rozaron.
-Ahora voy a divertirme un poco..- le susurró al oído, al tiempo que le daba una lamida por el lóbulo, y le respiraba agitado. Luego le sacó la remera y empezó a acariciarlo, tenía la piel hirviendo. 
-No te das una idea lo mucho que me gusta tenerte así, suplicando para que te folle, todo sumiso y entregado a mí.. Cada día que pasa logras excitarme más, tu cuerpo, tu boca, todo de vos me encanta de maneras infinitas- agregó mientras empezaba a realizar un recorrido de besos y mordidas desde su cuello hasta su estómago, dejando su boca posicionada al lado de su ombligo y pasándole la lengua por toda la zona. Sujetó entre sus dientes el borde del bóxer ajustado rojo que tan sexy le quedaba y se lo empezó a deslizar hacia abajo, lentamente, sin despegar sus ojos de la cara tan bonita de Chester, el cual estaba con los ojos cerrados y mordiéndose el labio, sin poder contenerse a tanto placer.
-Como te pongo ¿eh?.. estas durísimo, totalmente listo para mí- expresó Mike, pasándole la mano a lo largo de toda la imponente erección, acariciándolo, tentándolo. -Me excita aún más saber como logro excitarte, como logro hacerte vibrar.. como te pones cuando me tenes cerca- le confesó con una voz sensual. Enseguida empezó a masturbarlo, con un ritmo veloz, al mismo tiempo que empezaba a bajarse sus pantalones. No veía la hora de sentirlo piel a piel.
-Por dioosss Micky.. me estás llevando al infierno.. me estás matando..- murmuró Chester apenas audible, las sensaciones que lo envolvían no lo dejaban hablar. Estaba totalmente anestesiado.
-La idea es hacerte ir al paraíso.. que sientas que nadie en este puto mundo te va a follar como yo- le respondió, y a continuación lo volteó bruscamente, haciendo que se sujetara con fuerza del borde de la mesada para no perder el equilibrio.
-¿No te parece una completa locura que estemos a punto de hacerlo en la cocina de Dave? Es hasta morboso.. Y lo más excitante es el peligro a ser descubiertos, el miedo a que alguien nos vea me la pone aún más dura..- le confesó apretándose contra su cuerpo, tanteando su entrada con la punta de sus dedos, sintiendo que los mismos se resbalaban en su interior debido a lo mojado que ya se encontraba.
-Mmm que bien se siente tocarte así.. me estás llevando al borde de la locura total-. Chester no podía dejar de gemir, totalmente mareado de placer. Estaba impaciente por sentir la primera embestida, ansioso por tener nuevamente a Mike dentro suyo.
-Vos me estás volviendo loco con tus caricias.. me estás haciendo perder la cabeza.. Follame ya, no aguanto más!- le suplicó entre jadeos.
Mike se sintió imponente ante sus plegarias. Su cuerpo ardió más en llamas al sentirlo tan desesperado, tan necesitado, tan embriagado de éxtasis. Decidió que no lo iba a hacer esperar más. Lo agarró fuerte de las caderas y lo penetró profundamente de una sola vez. Arremetió contra él de forma ruda y salvaje. Entrando y saliendo de su interior de modo frenético. Lo estaba follando de una manera sumamente violenta, abismal, sádica. Y ese era el sexo que ambos disfrutaban, el que los hacía vibrar y sacudirse de ese modo tan abrupto. Nada delicado y suave, nada romántico y tierno, sino todo lo contrario. Tormentoso, animal, fogoso, abrumador. Una clase de conexión íntima tan poderosa que les hacía perder completamente los estribos. Un tipo de contacto tan profundo que sentían que iban a morirse de tanta adrenalina que les recorría cada centímetro del cuerpo.
Estaban completamente enamorados, completamente entregados el uno al otro. Tan distraídos en su mundo que habían olvidado por completo que no habían cerrado la puerta. Tan compenetrados en su nube de placer que ninguno de los dos notó la presencia de quien los estaba observando desde el marco de la entrada.
Giovanni había subido del sótano, después de esperar abajo un rato, para saber que había pasado con los chicos que tardaban tanto. Todo a pedido de Joe, que estaba impaciente por terminar los ensayos e irse a pasear con Cindy por ahí. El resto de los chicos también querían terminar pronto, para poder continuar con sus respectivas actividades. El ensayo se estaba demorando más tiempo del que todos habían previsto.
Giovanni seguía parado en la puerta, sin poder moverse, con la vista clavada en la escena sumamente erotica que se desarrollaba frente a sus ojos. En ese momento no supo bien que sentir. No supo si el sentimiento que le desbordaba del alma eran celos, envidia, asco, incomodidad o un enorme deseo de participar del acto. Enseguida notó que se empezaba a excitar. De repente su miembro le exigía ansioso que le diera un poco de atención. Sin despegar la mirada de los dos amantes, se desabrochó el pantalón y se metió la mano dentro del bóxer. Se tanteó la erección, la cual ya le dolía al sentirse tan apretada dentro de la ropa. Sin pensarlo ni por un minuto, se bajó los pantalones y calzoncillos hasta las rodillas, y se empezó a masturbar con total desesperación. Ni soñando con una noche de sexo salvaje con Dave se había sentido tan excitado. Era estremecedor lo que estaba sintiendo. Ver a Chester follando con otro hombre le había revolucionado todas las hormonas. Hacer un trío con ambos sonaba, en ese momento, como una fantástica idea. Una que jamás creyó que iba a tener. Una que necesitaba poder llevar a cabo apenas se diera la oportunidad.. aunque las chances eran completamente bajas. Pero para Giovanni no existían imposibles. No había nada que no pudiera lograr.
Mientras él se autocomplacía con gran entusiasmo, Mike le daba la embestida final al rubio, logrando que ambos acaben casi al mismo tiempo, completamente sudorosos y agitados. El orgasmo fue tan bueno, tan feroz, tan poderoso, que ninguno de los dos fue capaz de moverse ni hablar. Se quedaron quietos en la misma posición, abrazados, Mike sin salir de Chester todavía, disfrutando de la sensación hermosa que le daba estar en su interior.
Como estaban de espaldas a la puerta, no fueron testigos del espectáculo hot de Giovanni masturbándose en su honor. Éste acabó al cabo de unos minutos en su mano, tapándose la boca para no gemir demasiado alto y ser descubierto.
Acto seguido se subió los pantalones y se retiró de la cocina sin emitir palabra. Dejándolos solos, para que pudieran terminar con lo suyo sin ser interrumpidos por su presencia.
Cuando recobraron el sentido, los amigos se vistieron y con total normalidad se dirigieron nuevamente hacia el sótano.

Amor incomprendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora