Esta es una historia de superación, amistad, respeto, muchísimos obstáculos para lograr un mismo objetivo.. Pero principalmente amor puro, sincero y verdadero.. Esta es la historia de una banda, formada por seis amigos, y de todo lo que los llevó a...
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El día que tu corazón dejó de latir, el mío se aceleró.
Mis piernas temblaban y yo no podía caer en la realidad, no podía aceptarlo.
Sólo pensaba que ya no iba a verte más, me imaginaba lo difícil que iba a ser mi vida a partir de ese instante.
El día que te fuiste mi vida se tornó oscura, mis ojos comenzaron a brillar sin parar, porque jamás se iban esas lágrimas.
Siempre aparecían en mi rostro una y otra vez.
El dolor que sentí sigue intacto, lo llevo dentro de mi alma, guardado en una caja de cristal que a veces se rompe y lo vuelvo a sentir como el primer día.
El día que te fuiste, te llevaste a la persona que fui y me convertí en un ser totalmente diferente.
No soy capaz de poder relacionar tu nombre con la muerte.
Es irreal, antinatural y profundamente injusto.
Representas la vida, el arte, la música, esas emociones intensas e increíbles que solo un alma pura como la tuya pueden dar.
Nunca fuiste oscuridad, ni siquiera cuando estabas gritando en la cara de todos, tu inmenso dolor y desesperación.
Era simplemente tu forma de llegar a la luz, a la alegría, a los escalofríos en la piel, la maravilla.
Te busco una y otra vez, y te encuentro por todas partes: en una flor recién florecida, en un soplo de viento cepillando mi cabello al sol, en cada estrofa musical, en un atardecer rojo profundo, como tus gritos y sonrisas.
A veces parece que fue ayer que cambiaste mi vida, mientras abandonabas la tuya.
Otras veces parece que fue hace una eternidad, porque el dolor sigue siendo demasiado grande, que no se puede explicar.
Cuantas veces me encuentro llorando al escuchar alguna de tus canciones o incluso cuando me estoy riendo de alguno de tus chistes o locuras...
El dolor y la alegría siempre van de la mano con vos.
Pero cuantas emociones nuevas me das cada día, y por tenerlas estoy dispuesta a soportar este sufrimiento absurdo que me provoca tu ausencia.
Extrañarte duele, quema, destruye... pero al mismo tiempo me llena de gratitud y esperanza al recordar cada uno de esos fantásticos momentos que nos brindaste a lo largo de los años.
