Amor incomprendido

Cap. 23: Plan de escape

Son tan hermosos juntos 💕

Hola ! ¿Como andan? Ojalá que todo marche genial en sus vidas..
Les doy la bienvenida a otro electrizante capítulo, espero que sea de su agrado y lo disfruten.. 😊❤️

Los chicos se encontraban reunidos en la casa de Mike.
Los ánimos estaban por los suelos. Todos se miraban entre sí con una profunda tristeza, sin saber qué decir exactamente para consolar al otro.
Hacía una semana y media que no tenían noticias de Chester. Tampoco de Giovanni. La policía había realizado un rastrillaje por toda la zona sin obtener ningún resultado. Igualmente seguirían buscando.
La mamá de Chaz se había comunicado con Mike para quedar en escribirse o llamarse en caso de tener alguna novedad, fuese cual fuese.
Los ensayos se habían cancelado hasta nuevo aviso. Frank también estaba compenetrado en averiguar por su lado, consultando a todos los contactos que tenía en la comisaría para ver si alguno podía darle algún dato relevante.
Todo era incertidumbre y desconsuelo.
Mike era el que peor lo llevaba.
Hacía días que no lograba conciliar el sueño por las noches, o si lo hacía, se despertaba de madrugada llorando y completamente agitado a causa de las horribles pesadillas.
Tampoco comía, lo que ocasionó que perdiera algunos kilos. Su aspecto lucía pálido y demacrado.
Solo respiraba, porque sus pulmones aún le funcionaban. Pero realmente actuaba como si fuera una especie de fantasma.
Un zombi que caminaba por inercia y ni siquiera tenía fuerzas para hablar.
Tenía el alma tan destrozada.
Los ojos tan rojos de tanto llorar.
El corazón roto y paralizado.
El solo hecho de imaginar su vida sin Chester lo hacía pensar en querer morir.
No podía seguir adelante sin él.
No podía plantearse un futuro sin tener el amor del rubio incluido.
Ya nada de lo que pasara de ahora en más tenía algún tipo de importancia.
La banda ya no le interesaba. Ni los proyectos musicales, ni los ensayos, ni el disco debut.. Nada de todo eso tenía algún sentido sin Chaz.
Y lo que le ocasionaba más dolor era no saber que pasó. No tener idea de porqué su amigo había desaparecido de esa forma.
No podía entender cómo había sucedido, si todos estaban en el mismo lugar.. ¿Cómo nadie notó el momento exacto en que se fue del salón?
Y en caso de tratarse de un secuestro.. ¿Cómo nadie no escuchó nada? Obviamente se incluía y eso lo hacía sentir sumamente culpable.
Todo en torno a esa trágica noche lo hacía estremecer.
No podía dejar de pensar en que quizás todo hubiese sido distinto si él no lo dejaba solo.
Pero nomas se distrajo un momento para conversar con los hermanos de Francesco..
¿Cómo iba a saber que algo así pasaría?
¿Como iba a siquiera suponer que su amigo iba a perderse en mitad de la fiesta, como si se lo hubiese tragado la tierra? Todo era muy extraño y confuso.
Anna en ese momento venía de la cocina trayendo unas bebidas calientes para todos. Hacía bastante frío esa tarde.
Todos se acomodaron como pudieron alrededor de la mesita ratona y tomaron una taza de la bandeja.
Mike ni siquiera se movió. Tenía la mirada perdida y cristalizada. Estaba sentado en una esquina del futon, abrazándose las piernas.
Brad le quiso alcanzar la taza pero no hubo reacción por parte del moreno.
-Vamos Micky.. no podes seguir así.. Tenes que ser fuerte.. Tenes que seguir por Chester- le sugirió, volviendo a dejar la taza sobre la mesa.
Rob se sumó a sus palabras alentadoras.
-De verdad Mike, no podemos verte así, te vas a enfermar en serio, no comes, no dormis, no es sano-.
Mike giró el rostro para centrar sus ojos apagados en las caras de sus dos amigos.
-No me importa nada.. Sin Chester ya estoy muerto- les declaró, sintiendo que las lágrimas volvían a empapar sus mejillas.
-Siento que a este paso no lo voy a ver nunca más.. Que en cualquier momento va a sonar el teléfono y me van a informar que encontraron su cuerpo por ahí y pensar en eso me destroza el alma- agregó, limpiándose la nariz con el dorso de la mano.
Su llanto fue contagioso para sus amigos, los cuales sin darse cuenta habían comenzado a llorar en silencio.
-Yo propongo prender unas velitas y rezar una oración por él, pidiendo que lo encontremos- acotó Sophie.
-Lo hicimos en casa cuando se enfermó mi abuela de gravedad y funcionó, el poder de la oración es enorme-.
Todos la miraron y asintieron. No perdían nada con intentarlo. Cualquier cosa que sirviera para traer a Chaz de vuelta la realizarían sin dudarlo.
Rob fue hasta la cocina y sacó unas velas del último cajón de la bajomesada. Las llevó hasta la sala junto con un encendedor, y las colocó en el centro de la mesa.
-Poner una foto también ayuda- sugirió Sophie.
-¿Tenes alguna foto de Chaz a mano?- le preguntó Dave a Mike.
Éste lo pensó por unos segundos. Hasta que recordó que en su mesita de luz reposaba un portarretratos con una foto de ambos, la cual se habían sacado en el parque de diversiones la tarde del cumple de Anna.
-Genial, voy por ella- exclamó Dave, subiendo corriendo las escaleras.
Al rato regresó con la foto y la puso en medio de las velas. Rob las encendió.
Luego todos se tomaron de las manos, cerraron los ojos y empezaron a rezar.
Mike no estaba muy convencido de que funcionaría para algo.
Encima ver todo eso sobre su mesa ratona lo hacía pensar en un santuario, como si Chester se hubiese muerto.
Ese pensamiento lo hizo temblar del miedo y la angustia.
No podía concebir el hecho de perderlo de esa manera tan cruel.
Ni siquiera se había podido despedir de él.
No habían tenido tiempo de decirse una vez más cuánto se amaban.
Cuánto se necesitaban. Lo felices que se hacían, sabiendo que estaban tan enamorados uno del otro.
Sin poder evitarlo en medio del rezo se largó a llorar nuevamente.
Sin hacer ruido, tragándose las lágrimas y suplicándole a cualquier Dios que se encontrara allá arriba, que le devolvieran a su Chazy sano y salvo.