Amor incomprendido

Cap. 20: Reconciliación 🙈

●Holaaaa!! Acá reportándome con una nueva entrega de esta maravillosa historia.. En este capítulo podrán leer el salseo de reconciliación, realmente se los debía por lo mal que lo pasamos leyendo la cruel pelea entre Mike y Chaz..
Nunca imaginé hacerlos discutir así pero la idea simplemente surgió y tuve que narrarla.. De más está decir que en una relación de pareja no todo es siempre color de rosa, en algún momento iban a aparecer los primeros roces y enojos entre ellos, además ninguno de los dos tiene un carácter fácil😅
También se llevará a cabo la grabación del tema "Given Up", una canción con una tremenda carga emocional para Chester, en la cual dejará expuesta su alma rota y su voz excesivamente poderosa, rasgada y furiosa.. Dejándonos a todos anonadados con ese espectacular scream de 17 segundos sin respirar 🥰
Bueno, no los aburro más y los dejo concentrarse en la lectura 😁
PD: Les dejo el video del tema en cuestión, es una versión en vivo que amo..  tanto como amo a Chaz🔥🤗😉
Gócenla🤟

Es terriblemente excitante verlo sin camiseta, provocando con ese cuerpo perfecto todo transpirado, saltando y brincando por todo el escenario con esa energía desbordante que lo caracterizaba, dejándolo todo en cada presentación, disfrutando tanto de la música y de expresarnos con su voz todo lo que sentía.. Que hombre más lindo por Deeosss!!!! 😍

Ahora sí los dejo disfrutar del cap 😉

Esa noche Mike no pudo dormir. La cabeza le daba vueltas y vueltas pensando y torturándose con todo lo que había pasado entre él y Chester. Le daba rabia consigo mismo haberlo tratado tan mal, sabiendo lo susceptible que era su corazón. Y lo tan sensible que se ponía cuando se sentía acorralado. No se podía perdonar haberle hablado de ese modo tan crudo cuando era consciente de sus debilidades. Era lógico que al sentirse herido y rechazado iba a recurrir a sus viejas amigas las drogas, retrocediendo un millón de casilleros cuando le había costado tanto renunciar definitivamente a ellas. Recordó el estado en que había regresado a la casa, con la mirada perdida y enrojecida, claros síntomas de que se había estado drogando. Al menos sólo fueron unos cuantos porros y no había pasado a mayores, teniendo en cuenta sus reiterados intentos de suicidio en el pasado. Un pasado no tan lejano, lamentablemente.
Miró la hora en su teléfono. Eran las 4 de la mañana y él no había pegado un ojo. Se incorporó en la cama y giró el rostro a su derecha para observarlo dormir. El rubio estaba abrazado a la almohada, con una expresión de calma y paz plasmada por todo su hermoso rostro. Respiraba con tranquilidad y se medio sonreía, como si estuviera soñando algo bonito. Por suerte no habían regresado sus pesadillas. Eso era algo que alegraba mucho a Mike.
Hizo el intento de levantarse pero sintió que lo sujetaban de la muñeca.
-¿Dónde vas Micky?- le preguntó Chaz con la voz muy ronca. -¿Ya es hora de levantarnos? ¿Tengo que ir a trabajar?-.
La forma en que formuló esas preguntas le hizo saber a Mike que aún estaba bastante dormido. Se volvió a acomodar, ubicándose de costado para verlo de frente y lo tomó de la mano, entrelazando sus dedos.
-No Chazy, todavía es temprano, te quedan unas horitas más para dormir- le respondió con dulzura, al tiempo que le acariciaba la cabeza con su mano libre.
El rubio se estremeció bajo su tacto y luego abrió bien grandes los ojos. El reflejo de la luna que se colaba por la ventana le iluminó de lleno la cara, por lo que Mike pudo percatarse de la mirada provocativa que le dedicó en ese momento.
-Creo que ya me despabile.. y quiero jugar un rato..- le susurró. -¿Tenes ganas de divertirte conmigo?- quiso saber mientras le recorría las piernas con suaves caricias por debajo de las sábanas.
El moreno tembló ante sus toques. Los pensamientos dolorosos que lo estaban asfixiando hace sólo unos minutos y que no lo habían dejado conciliar el sueño, fueron automáticamente reemplazados por enormes deseos de follárselo con completa ferocidad. Ya todo lo que había sucedido no le importaba tanto. Que Chaz se haya insinuado con ese payaso no le parecía algo tan terrible. Por lo menos había tenido la delicadeza de confesárselo, de ser sincero con él. Podría habérselo guardado, de modo tal que jamás se hubiera enterado de nada. Sin embargo le fue honesto y se lo contó. Se abrió con él y le dijo lo que había pasado. Se lo veía arrepentido de haberle jugado esa bromita tan tonta e innecesaria al castaño. Entonces en ese momento creyó que tal vez su enojo había sigo algo exagerado.
Volviendo a concentrarse en Chester y en su pregunta, le colocó una mano sobre la mejilla y le contestó:
-Siempre tengo ganas de divertirme con vos.. Quiero y necesito devorarte entero-. Esa respuesta logró que el corazón del rubio aumentara la velocidad de sus pulsaciones. Estaba completamente perdido, hambriento de sexo, deseoso de satisfacer sus expectativas y saciar su sed de venganza.
-Entonces no perdamos más tiempo..- musitó mientras se trepaba sobre su cuerpo, clavándole la erección en el estómago. -Haceme tuyo mi amor, quiero que me folles duro y fuerte- agregó mordiéndole el labio y refregándose sin descaro sobre su entrepierna.
Mike ya estaba volando. Ya se sentía sumamente excitado y eufórico, con el miembro erecto y listo para penetrarlo. Entre medio de toda esa situación tan caliente y sensual entre los dos, se dio cuenta de que era su primera vez teniendo sexo de reconciliación y se sentía tan delicioso. "Vamos a tener que pelear más seguido para disfrutar de más momentos así de salvajes y apasionantes", pensó mientras se sonreía con malicia.
-No me lo pidas dos veces.. Me estoy muriendo de ansias por partirte al medio.. Quiero chuparte todo el cuerpo, morderte cada parte de tu piel, besarte hasta quedarme sin aliento.. Quiero hacértelo tan rudo y despiadado que no puedas ni moverte después..- le confesó mientras se removía debajo suyo.
Chester quedó aún más prendido fuego con esa declaración. La sangre le hervía y sentía un hormigueo por todo el cuerpo.
-Entonces.. ¿qué estás esperando?- y dicho así lo comenzó a besar con completa demanda y urgente necesidad.
Mike se sintió atrapado totalmente en ese beso fogoso y pasional que estaba recibiendo. Lo abrazó fuerte, recorriendo toda su espalda y dejando sus manos apoyadas sobre el elástico del bóxer, tanteando la tela con la punta de los dedos. La fricción lo estaba desquiciando.
-Si seguis moviéndote así voy a acabar antes de penetrarte..- le dijo entre jadeos. -Me estás volviendo loco.. no te das una idea de lo muchísimo que te deseo Chaz-.
-Sí que me doy una idea.. porque yo también te deseo muchísimo.. Me tenes completamente hechizado- y a continuación se levantó un poco de su regazo para bajarse él mismo el bóxer. Luego le deslizó la ropa interior a su compañero para poder sentir más directo el contacto.
-Te voy a complacer enormemente.. te lo debo por hacerme el copado con Giovanni.. Quiero que te quede bien claro que el único hombre que amo y que me lo pone así de duro sos vos- le declaró sosteniéndose el miembro con una mano, al tiempo que lo refregaba contra el de Mike.. acción que lo hizo vibrar de auténtico placer.
Se besaron y se manosearon descaradamente por varios minutos, sintiendo que se perdían en los besos, caricias y abrazos del otro.
En un momento Chester estiró el brazo hacia la mesita de luz y abrió el cajón. Se puso a revolver dentro a tientas, debido a que aún era de noche y la habitación estaba casi en penumbras. Mike no entendía que estaba buscando hasta que Chaz muy contento da en el blanco y saca del fondo una cuerda enrollada.
Con una expresión de absoluta felicidad la extendió frente a los ojos de Mike, que no tenía idea de dónde había salido y que estaba haciendo en su cajón.
-Ahora sí..  que comience el juego- acotó fingiendo una voz gruesa, mientras le sujetaba ambas muñecas y se las amabarraba a los cabezales de la cama. En ningún momento optó por darle al desconcertado Mike una explicación coherente con respecto al origen de la cuerda, pero imaginándose las cosas perversas y hot que tenía en mente al haberlo atado, eso ni siquiera le importó.
-¿Estamos representando alguna escena de 50 sombras de Grey?- le preguntó con voz chachonda, mientras forcejeaba en un intento inútil de desatarse. -Desde ya te aclaro que estoy dispuesto a someterme a tus caprichos y peticiones.. vos sabes que me podes de un millón de maneras.. aunque no poder tocarte me está quemando vivo..- le confesó tratando de incorporarse para besarlo pero Chester se apartó a propósito para hacer que lo desee todavía más. Al querer acercarse a él, los nudos en sus muñecas le apretaron fuerte, cortándole por unos segundos la circulación.
-Sos tan cruel.. pero supongo que me lo tengo merecido por como te traté.. ahora te estás vengando y tengo que confesarte que amo tu lado vengativo.. me excita de sobremanera..- le declaró mirándolo con absoluta lujuria. -Hace conmigo lo que quieras... Ya estoy entregado, te pertenezco, soy completamente tuyo-.
Chester no podía dejar de regocijarse con ese discurso tan caliente de su amante. Cada palabra pronunciada lo excitaba de modo sobrenatural. Estaba dispuesto a hacerlo pagar por haberlo lastimado. Por haberlo hecho sentir tan miserable. Por haberle roto el corazón y causar ese sentimiento autodestructivo en su interior. Lo amaba y lo odiaba, lo deseaba y al mismo tiempo tenía ganas de matarlo. En ese momento eran muchas emociones mezcladas y entrelazadas las que lo estaban dominando.
-Te juro que vas a lamentar haberme dicho egocéntrico de mierda..- le declaró mientras le mordía con fuerza el cuello. -Vas a pagar por haberme conducido nuevamente a ese pozo depresivo al cual no quería regresar..- agregó con un tono molesto pasándole la lengua por toda la piel lastimada, sintiendo el sabor a sangre. Con una mano le apretó el miembro y se lo bombeó a un ritmo bastante acelerado, aumentando su desesperación y excitación.
Mike se sacudía debajo suyo como si estuviera sufriendo una convulsión. No entendía realmente si Chaz estaba hablándole en serio o si todo formaba parte de una actuación previa al sexo.
-¿Tan enojado estás conmigo?- le preguntó de manera entrecortada. El dolor que estaba empezando a sentir, producto de las mordidas y caricias tan bruscas ya era demasiado notorio y el comportamiento de Chester lo estaba empezando a asustar.
El rubio no contestó. Simplemente continuó masturbándolo con rabia, al mismo tiempo que proseguía con un camino de mordiscos recorriendo todo su cuerpo. Después volvió en reversa pero poniendo en juego su lengua. Su intención era marcarlo, herirlo superficialmente como él lo había herido por dentro.
-Me estás dando miedo.. Ya no sé si pensar que esto es solo una especie de conducta sadomasoquista o si en verdad me odias y queres vengarte de mí por todo lo que pasó- le dijo sintiendo que las lágrimas se acumulaban en sus párpados.
-Ambas cosas.. - simplemente respondió Chester. Luego lo empezó a besar en los labios con completa ferocidad. Lo mordió, lo lamió, le abrió la boca y le metió la lengua hasta la garganta. Estaba desquitando con él toda la tristeza que había sentido. Toda la amargura que la pelea entre ellos le había ocasionado en el alma. Sus sentimientos hacia Mike jamás cambiaron. Seguía amándolo con locura pero necesitaba desahogarse. Necesitaba hacerle saber que su actitud celosa, hiriente y extremista le había hecho mucho daño.
-Te odio tanto como te amo.. y ahora te lo voy a demostrar- le escupió en la cara. Su voz sonaba firme, enojada, determinante.
A continuación le dirigió el miembro hasta su entrada y empezó a rozárselo con la única intención de provocarlo más y más.
Luego lo ubicó en el lugar correcto y se dejó caer sobre él de manera brusca, penetrándose hasta lo más profundo. Así, de forma directa, sin ningún tipo de lubricación, logrando que el dolor sea muy agudo y lo perfore por dentro. Pero la bronca que sentía pudo más, sus deseos de lastimar a Mike con su forma de follárselo eran más potentes. Quería que él sintiera su enojo, su ira, sus ganas de demostrarle que no iba a dejar que lo lastimara de nuevo con sus palabras tan crudas e hirientes. Ahora iba a saber que con Chester Bennington no se juega de esa manera. Ya había dejado que se burlaran de él por demasiado tiempo. Ya no iba a permitirlo nunca más.
-Ahh por diossss que placer!!!!- gritó Mike de repente, apenas sintió que se hundía en su interior. La sensación lo tomó por completo y le hizo estremecer hasta el alma. El placer mezclado con el dolor era extremadamente exquisito.
Chester enojado y vengativo era la cosita más ardiente y hermosa que podría existir. Sus lágrimas de angustia fueron rápidamente cambiadas por lágrimas de absoluto éxtasis y disfrute. Ya su actitud dominante no le daba miedo, sino que estaba ansioso por saber hasta donde era capaz de llegar con todo este juego tan salvaje y brutal.
-Decime que me amas.. que me deseas.. que soy el único hombre en tu vida.. que pase lo que pase siempre vamos a estar juntos- le repetía una y otra vez mientras se movía frenéticamente, embistiéndose contra su pene con total maestría.
Mike estaba delirando a causa del placer, el cual le nublaba la vista y le hacía temblar cada parte del cuerpo. Inconscientemente sacudía los brazos, deseoso por poder acariciarlo, lastimándose las muñecas con la cuerda en el proceso. Le desesperaba no poder tocarlo. No poder recorrer toda su piel suave y transpirada con la punta de sus dedos. Necesitaba un contacto más cercano, más equitativo, pero éste era el momento de Chester, de jugar con sus cartas y aceptar las reglas que él imponía.
-Decilo Micky.. quiero escucharte- volvió a hablar el rubio mientras continuaba moviéndose con mayor velocidad, aumentando la agonía dentro del cuerpo de Mike.
-Necesito oírlo de tu voz, necesito saber que así lo sentís- pronunció con la voz quebraba, casi a punto de largarse a llorar. 
Sus cambios de humor estaban haciéndose presentes otra vez. Era increíble como pasaba del enojo a la angustia y el llanto en un abrir y cerrar de ojos. 
En ese momento Mike llegó a la conclusión de que todo esto sólo se trataba de un tema de inseguridad. De sentirse confundido, al pensar que él ya no lo quería porque se había hecho el tonto con Giovanni. Enseguida sintió la necesidad de aclararle que jamás había dejado de amarlo como la primera vez.
-Chazy, mi amor... si te lastimé con mis palabras te pido perdón.. pero tené en cuenta que yo también me sentí lastimado cuando supe que habías coqueteado con ese bobo.. sé que tengo que aprender a manejar mis celos, que tengo que aprender a controlarme, pero quiero que sepas que te amo, que te deseo y que sos el único hombre en mi vida, el que más amo y más amé.. no peleemos más por favor.. mejor dediquémonos a darnos placer y disfrutar en paz y armonía-. Todo eso se lo confesó entre susurros entrecortados y suaves jadeos, sintiendo que le era completamente honesto con cada una de sus palabras.
Chester sonrió complacido. Había logrado su propósito. Ya se sentía pleno y satisfecho. Así que se inclinó sobre el cuerpo de Mike y desató los nudos, liberándole las muñecas. Éste se las masajeó suavemente, mientras observaba las marcas rojas que la cuerda le había dejado.
-Perdóname Micky.. todo lo que pasó fue mi culpa, nunca tendría que haberme hecho el canchero con Giovanni, eso no estuvo bueno.. pero en mi estado totalmente alcoholizado se ve que se me hizo una gran idea.. Perdón de verdad, no va a volver a pasar.. Te amo y te voy a amar por siempre, no me imagino ya una vida sin vos- le confesó besándolo con ternura, mientras continuó moviéndose sobre él de manera suave y pausada, logrando concentrarse en las sensaciones increíbles que el acto tan íntimo que compartían le estaba generando por todo su organismo.
Mike lo abrazó bien fuerte y hundió la cara en su cuello. Ahora se sentía completamente relajado y tranquilo. Estar mal con Chester no lo dejaba respirar con normalidad. No concebía el hecho de estar enojado con él o que el rubio se sintiera con bronca, triste o herido por culpa de su actitud celosa y posesiva. Tenían que aprender los dos a conversar de manera pacífica acerca de las cosas que les molestaban del otro sin llegar a gritarse cosas feas de las cuales tarde o temprano irían a arrepentirse. Pero todo era nuevo para ambos. Estaban aprendiendo a convivir y a llevar adelante su relación, y todavía tenían mucho que descubrir el uno del otro. Por lo pronto sabían lo más importante: que se amaban y se necesitaban. El resto lo irían averiguando con el correr del tiempo.
Cuando lograron alcanzar el orgasmo, se desplomaron uno junto al otro en la cama con los rostros colorados y muertos de calor. El momento había sido majestuoso. Había tenido todos los condimentos que se requerían para obtener el más alto y lujurioso placer que se podían imaginar. Enojo, rabia, posesión, puro deseo, necesidad mutua, dependencia, fidelidad, compromiso con el otro, amor incondicional. Habían dejado sellada su unión para siempre, jurándose amor eterno y perdonándose por haberse lastimado del modo en que ambos lo habían hecho. Ahora los dos se sentían con el alma en absoluta paz.
Chester lo miró con una expresión plena en todo su rostro. Una expresión que le hacía saber lo muy enamorado que lo tenía. Luego clavó sus ojos en el cuello de Mike, el cual tenía las claras marcas de sus dientes y se veía todo enrojecido. Enseguida se vio obligado a disculparse sinceramente por eso.
-Ayyyy Micky.. perdóname por haberte mordido tan fuerte, mirá como te dejé todo el cuello lastimado, soy un bruto- le susurró con una tonada triste. Después dirigió su mirada hacia sus muñecas, las cuales tenían una leve línea roja, marca que los nudos de la cuerda le habían dejado. También le pidió perdón por eso.
Mike lo disculpó de inmediato. No estaba molesto por las heridas, no les dio importancia, al fin y al cabo sólo eran superficiales. El sentimiento tan puro y sincero que lo envolvía por completo era mucho más fuerte y poderoso.
-Te perdono por todo mi amor.. sé que fue la manera que tuviste de defenderte y no te voy a juzgar mal por eso.. Te lastimé, nos lastimamos pero todo forma parte de crecer y adaptarse a esta relación tan linda que tenemos.. Te amo con toda mi alma y voy a dar lo mejor de mí para que funcione todo entre nosotros.. Yo tampoco puedo imaginarme una vida sin vos, sos mi mundo entero Chazy- le respondió al tiempo que lo abrazaba por el cuello y le comía la boca, dejándose llevar por una nueva oleada de placer desenfrenado.