Llegaron al pub pasadas las 2 de la mañana. El lugar estaba bastante lleno y les costó llegar hasta la barra esquivando gente que se movía al ritmo de la música de tal manera que parecía poseída.
Mike tenía agarrado a Chester de la mano. Lo sujetaba fuerte y de a ratos miraba para atrás para asegurarse de que el rubio lo seguía.. No sea cosa de que alguien se lo manoteara sin que él se diera cuenta y lo perdiera por el camino. De sólo pensar que alguna zorra o algún idiota le tocara un pelo, le hervía la sangre. Mike en estado celoso posesivo era realmente peligroso. Y nadie que se considere al menos un poco inteligente, quisiera conocerle ese lado oscuro de su personalidad.
Una vez que llegaron donde el barman, pidieron sus bebidas. Se sentaron en las butacas altas y se acercaron bien al oído del joven para poder solicitar sus tragos, debido a que el volumen de la música se encontraba demasiado alto.
-Yo voy a pedir un vodka doble con mucho hielo- gritó Rob.
-Yo quiero un martini- acotó Brad.
-Yo voy a tomarme una buena cerveza- exclamó Dave.
-Yo paso de alcohol.. voy a pedirme un agua saborizada sin gas- dijo Joe, ligándose un abucheo de parte de todos.
-Ay Mr Han que aburrido.. ¿no pensas emborracharte hoy para celebrar?.. ahhh ya sé, te autoelegiste conductor designado y nos estás cuidando.. que considerado que sos con nosotros amigo- le agradeció Dave, ganándose una mirada fastidiosa de parte del asiático.
-¿Ustedes que van a tomar?- le preguntó Brad a Mike y Chester que seguían leyendo la carta de bebidas pegada sobre el mostrador, sin haberse decidido todavía.
-Yo quiero un buen tequila.. me revienta la cabeza al día siguiente pero me encanta- respondió Chaz entre risas.
Mike lo miró de reojo y se mordió el labio al suponer el estado de ebriedad en que iba a terminar su amigo. Ya su mente cochina iba a la velocidad de la luz representándose un millón de escenarios en los cuales sometía al rubio a su voluntad.. amarrándolo a la cama, habiéndole vendado los ojos y cumpliendo sus fantasías más perversas. Se sujetó fuerte del asiento porque de solo pensarlo se le estremeció todo el cuerpo.
-¿Y vos Micky, que vas a pedir?- quiso saber Chester, lo que logró que Mike bajara nuevamente a la tierra.
-Lo mismo que vos- contestó de modo automático, intentando apagar el incendio que ya se estaba formando en su interior. Ésta era la primera vez que salían juntos como pareja y encima celebrando el cumple de Chaz... Mike estaba deseoso, impaciente por darle su última parte de la sorpresa a solas pero al mismo tiempo se encontraba feliz de compartir esa noche con todos sus amigos.
El barman anotó todo en una libretita y se dispuso a preparar las bebidas.
Mientras esperaban los chicos se pusieron a conversar.
-No podíamos terminar la velada de un modo mejor que éste... tomando como unos auténticos camioneros- acotó Rob, con su típico humor exagerado. Todos lo observaron y se largaron a reír.
-La verdad que si.. pero el motivo del festejo lo vale- exclamó Brad. -No sólo estamos a un paso de concretar nuestro sueño con respecto a la música, sino que logramos formar una bella amistad entre los seis y eso es algo super valedero.. Yo ya tenía una amistad de mil años con Rob y Mike pero haber conocido a los demás me pone muy contento.. Ojalá este vínculo no se rompa nunca, pase lo que pase- agregó con emoción en su voz.
-Ayyy Brad ya te pusiste sentimental- se burló Mike, mientras le revolvía los pelos. Éste lo miró con una mueca fingida y acto seguido le sonrió con complicidad.
-Realmente nunca voy a olvidarme de este cumpleaños.. muchas gracias a todos, de verdad- se sinceró Chester, logrando un hermoso abrazo de grupo. Para todos la incorporación del rubio a la banda había sido una idea mucho más que acertada. No sólo le proporcionaba su gran voz sino que él era una persona genial que le aportaba una vibra sumamente alegre y positiva al proyecto.
-Vos te lo mereces.. Ya no vas a tener más cumples tristes.. junto a nosotros cada nuevo cumpleaños va a ser mejor que el anterior- le respondió Mike dándole una suave palmada en la espalda.
Chester lo miró con ternura. Cada día se convencía más de que Mike era el verdadero amor de su vida. No se podía imaginar ya un mundo sin él. Y no podía evitar preguntarse como había sobrevivido tantos años sin tenerlo a su lado. Pero ahora que por fin había llegado para protegerlo de todo mal, iba a aferrarse a él con uñas y dientes. Iba a luchar con todo lo que tenía para cuidarlo, para demostrarle todas las veces que hicieran falta cuánto lo amaba. Después de mucho tiempo de estar hundido en el pozo más profundo, había logrado salir a la superficie y eso era gracias a Mike.
Una vez que todos tenían sus bebidas en mano, se decidieron por ir a bailar un rato. Dave había llamado a Elisa y Brad a Gina, para compartir con ellas la velada. Las chicas también pasarían a buscar a Sophie para que pudiera divertirse junto a Rob, ya que su relación iba viento en popa. Anna prefirió no sumarse al festejo. A pesar de haber terminado la relación con Mike en buenos términos, todavía le hacía mal verlo sabiendo que estaba con otra persona. Sabiendo que no la veía más como mujer. Necesitaba alejarse un tiempo para poder acomodar sus sentimientos. No había rechazado la propuesta del moreno de ser amigos pero todavía no podía ofrecerle eso. Su corazón aún estaba en carne viva y necesitaba sanar. Pasado el tiempo prudente iba a poder ver a Mike de otra manera, iba a poder ofrecerle su amistad sin inconvenientes. Sin que el hecho de que ame a Chester la lastimara.
Una hora después las tres chicas hicieron acto de presencia en el pub. Cada una se aferró a su hombre y se perdieron por la pista de baile. Joe quedó sentado en la barra con cara de aburrido, mientras se bebía su agua saborizada. Él no tenía novia ni amiga especial ni nada que se le pareciera. Pero tampoco demostraba interés en conocer a nadie. Salía muy poco y siempre decía que estaba demasiado cansado para tener una cita. Las mujeres ni se le acercaban al notar su expresión ceñuda y poco simpática. Y a él eso no podía importarle menos. Estaba muy bien así solo, disfrutando sus noches leyendo algún cómic de superhéroes o jugando video juegos. En su vida no había lugar para el amor. O eso era lo que se decía a sí mismo para intentar convencerse, aunque en el fondo se moría de ganas de conocer a la mujer de sus sueños.
Mike y Chester disfrutaban de sus tequilas charlando animadamente. Estaban sentados muy juntos, rozando sus rodillas y mirándose con un crudo deseo. Ambos ya estaban algo mareados y con un calor sofocante que les recorría todo el cuerpo.
-No sé si es por culpa de la bebida o qué, pero esta noche te veo más hermoso que nunca Micky- le susurró con la voz arrastrada, al tiempo que le apoyaba una mano sobre la pierna. Mike se mordió el labio y colocó su mano sobre la de su amigo, al tiempo que le acercaba bien la cara sin despegar sus ojos de los labios del rubio.
-Vos estás hermoso Chaz.. esa boca me está tentando tanto.. que hermosa boca que tenes- le respondió entre jadeos, sin poder contenerse y dándole un buen lenguetazo. Chester cerró los ojos y lo abrazó por el cuello, totalmente entregado al placer que su compañero le estaba provocando.
-Necesito sentirte en mí, necesito entregarme entero a tu cuerpo.. ya no aguanto más- le confesó, haciendo que Chaz abriera los ojos y lo observara con la mirada empañada por la tentación. Él también lo necesitaba, le urgía fundirse con Mike nuevamente y saciar toda la sed de sexo desenfrenado que lo estaba carcomiendo por dentro.
-Yo también me muero de ganas de sentirte- le expresó Chaz con la voz ronca y besándole el cuello de una forma sumamente posesiva.
Mike estaba volando de éxtasis. No iba a soportar mucho tiempo más. Estaba tan excitado que era capaz de sacarle toda la ropa y follárselo encima del mostrador. Pero tuvo una idea mejor, al menos una no tan exhibicionista. Se acercó a su oído y le propuso ir a otro lugar donde estuvieran solos, cómodos y más tranquilos. Obviamente que Chester no pudo negarse.
Dejaron sus vasos semi vacíos sobre la barra y se bajaron de las butacas de un salto. Tomados de la mano y empujando a toda la gente que se les iba atravesando, se encaminaron hacia las escaleras que daban al primer piso. Allí se encontraban los reservados vip, donde iban las parejas que al igual que ellos, estaban desesperadas por saciar sus más bajos instintos.
Ahí arriba todo estaba bastante más oscuro que en la planta baja. Apenas iluminado con una luz tenue que alumbraba lo justo y necesario. Para dar más privacidad, más intimidad. Justo lo que Mike y Chester estaban buscando.
Se ubicaron en el banco que se encontraba más alejado de las escaleras. Mike se sentó con sus piernas abiertas, dejando el espacio para que Chaz se acomodara y luego lo abrazó con fuerza. Empezó a acariciarle la espalda, por debajo de la ropa, masajeándole cada músculo y logrando que el rubio se sacudiera en sus brazos a raíz de un escalofrío. Dirigió sus manos hacia adelante y empezó a desabrocharle esa camisa ajustada que le quedaba tan sexy. Se la quitó rápidamente y la arrojó al suelo. Luego empezó a acariciarle el pecho y los abdominales, al tiempo que lo cubría de besos fogosos y mordidas por todos lados. Chester lo empujó contra la pared que tenían detrás y se acomodó en su regazo. Ahora fue su turno de desnudar el torso de Mike. Le sacó la remera y la tiró a sus pies y a continuación lo empezó a besar en la boca con completa lujuria. Entre que estaba medio borracho y tenía las hormonas todas revolucionadas, el deseo de hacer el amor con Mike sobre ese banco lo estaba volviendo loco.
-Haceme tuyo ya.. No puedo resistirlo más.. Te deseo tanto..- le susurró al oído mientras se refregaba sobre su erección de un modo frenético. Mike lo sujetó fuerte de la cintura para que dejara de moverse. A continuación se recostó sobre el banco y lo acostó sobre él, al tiempo que le apretaba y acariciaba el culo con desenfreno. La manera en que se le marcaba a la perfección bajo la tela ajustada lo estaba haciendo vibrar de puro placer, lo estaba llevando a la completa locura. Solo deseaba penetrarlo con furia, embestirlo con total violencia hasta saciar toda el hambre que su organismo experimentaba en ese momento. Nunca se había considerado una persona sádica en el sexo ni le habían llamado la atención las prácticas salvajes, pero Chester despertaba en él un instinto animal que no podía dominar, que no podía controlar. Un roce, una sonrisa coqueta, una mirada.. hasta lo más insignificante lo hacía estremecer a tal punto de solo desear esposarlo al respaldar de su cama y follarlo de todas las maneras que existan. Probando cada pose del kamasutra. De sólo pensarlo se le hacía agua la boca y no podía esperar más para hacer realidad todos sus más perversos anhelos.
Lo besó con todas sus ganas. Pasó su lengua por sus labios, su cuello, su clavícula. Después dirigió sus manos a su cinturón y se lo desprendió. Chaz se incorporó para ayudarlo a bajarse el pantalón y luego se volvió a ubicar sobre él haciendo presión sobre su entrepierna.
-Estoy tan duro que duele... no dilatemos más esto por favor..- le suplicó el rubio con la voz entrecortada.
Mike no iba a perder más tiempo. Él también estaba ardiendo de deseo. Lo apartó de encima suyo y se levantó del banco. Se quitó los pantalones y bóxers, y luego lo arrinconó contra la pared.
-Te voy a follar de un modo tan violento que mañana apenas vas a poder caminar- le advirtió, al tiempo que lo volteaba con brusquedad y le bajaba el bóxer de un tirón. Chester alucinaba cuando Mike le hablaba de ese modo tan vulgar, sucio, callejero. Apoyó las manos en la pared y curvó la espalda, como dándole la bienvenida a su templo, a su lugar sagrado que sólo le pertenecía a él.
Mike estaba dispuesto a quebrarlo en dos. Su miembro estaba palpitando con desesperación y ese culazo irresistible que tenía enfrente lo estaba invitando a saciarse por completo sin ninguna intención de ser delicado y suave. Sino todo lo contrario. Le pedía a gritos que lo penetrara bestialmente y sin ninguna clemencia.
Primero lo lubricó un poco con sus dedos, los cuales se empapó de saliva. Y después sin previo aviso lo embistió de una sola estocada, sintiendo que lo perforaba por dentro. Sintiendo que la punta de su pene rozaba su próstata.
Chester no pudo controlar sus fuertes gemidos, que salían descontrolados de su boca. Estaba experimentando el placer más extremo y descomunal que había sentido en toda su vida. Involuntariamente movía sus caderas hacia atrás para sentirlo más adentro todavía, al tiempo que se acariciaba su propia erección totalmente anestesiado de excitación.
-Te amo con locura Chaz, me gustas tanto- le decía Mike entre jadeos, sin dejar de entrar y salir de su interior. Chester no podía ni hablar, estaba totalmente perdido y mareado, y no era todo culpa del alcohol. Mike era su droga más fuerte. Se había convertido en un adicto a sus besos, sus caricias, su piel. Su cuerpo era su vicio más grande. Tenerlo dentro suyo y moviéndose de ese modo tan rudo y animal lo estaba dejando al borde de la asfixia. Lo estaba matando lentamente.
Un par de embestidas más y ambos acabaron en un orgasmo estremecedor.
Se sentaron en el suelo enfrentados, con las piernas entrelazadas y se abrazaron.
-Gracias por hacerme tan feliz Micky.. nunca nadie me había hecho sentir tantas cosas lindas acá dentro del corazón- le confesó Chester apenas recuperó un poco el aire y poniéndose una mano en el pecho. Mike lo miró con los ojos entrecerrados y le acarició con dulzura la cara. Ambos estaban todos transpirados y bastante agitados, pero sumamente satisfechos y felices del momento increíble que habían compartido.
-Será mejor que volvamos con los chicos.. quizás nos estén buscando- propuso Mike poniéndose de pie y dándole la mano al rubio para que también se levantara. Éste se la tomó con fuerza y se paró con un ágil movimiento, logrando chocarse con la cabeza de Mike producto del impulso.
-Auch... si no te gustó el sexo era mejor decírmelo en vez de golpearme- le dijo en chiste, simulando un tono molesto, mientras se masajeaba la frente.
Chester le sacó la lengua y sin responder nada, optó por buscar sus prendas y vestirse en completo silencio. Mike lo imitó y también se vistió. Pero la actitud de Chaz lo hizo poner nervioso.. ¿porqué no le hablaba? ¿Se había tomado en serio su tonta broma? Sin soportarlo más se sentó a su lado en el banco mientras se estaba atando los cordones de las zapatillas y lo encaró.
-¿Estás enojado?.. No habrás pensado que hablaba en serio ¿verdad?- le dijo en un tono preocupado. No podía creer que había arruinado un momento perfecto por no saber mantener la boca cerrada.
Chester lo miró de reojo y no pudo mantener su postura seria y ofendida mucho tiempo más. Se empezó a reír y luego le pellizcó las mejillas, al tiempo que le encajaba un beso.
-Ay Mike sos tan exagerado.. como voy a estar enojado.. como vas a pensar que no me gustó el sexo que tuvimos cuando me cortas la respiración cada vez que te tengo cerca.. como ahora- le confesó y luego le comió la boca de tal manera que ya no le quedara ninguna duda. Que supiera de una vez y para siempre que era el hombre de su vida.
Mike entreabrió los labios y dejó que la lengua del rubio hiciera contacto con la suya, provocando que el beso vaya aumentando de temperatura. Provocándoles nuevas ganas de entregarse el uno al otro, nuevos deseos de volver a fundirse en ese placer indescriptible.
Pero tenían que volver. Hacía casi una hora que habían desaparecido y seguramente los chicos debían estar preocupados. Aunque todos se podían hacer una idea de donde podrían estar y haciendo qué. Eran bastante predecibles.
Tomados de la mano se dirigieron a las escaleras y bajaron a toda velocidad, salteándose algunos escalones. Estaban caminando muy relajados, yendo nuevamente hacia la barra, cuando Mike se detuvo de golpe haciendo que Chester se chocara contra su espalda.
-¿Qué pasó? ¿Porqué frenaste?.. ¿Acaso viste un fantasma?- le preguntó Chaz tentado por lo que él mismo había dicho, al tiempo que Mike le señalaba en dirección a la barra. Chester dirigió sus ojos hasta ahí y quedó sorprendido con lo que vio. Joe estaba a los besos con una hermosa mujer, la cual estaba sentada sobre sus piernas y con la espalda apoyada sobre el mostrador. Una escena muy subida de tono, y más viniendo de su amigo. Una persona extremadamente seria y que nunca se atrevería a montar en público ninguna demostración de cariño excesivo hacia alguien del sexo opuesto. Ambos se refregaron varias veces los ojos por las dudas.. no vaya a ser que el alcohol que habían ingerido los estaba haciendo ver visiones. Pero no. Realmente era Joe con una chica y estaban muy entretenidos comiéndose las bocas mutuamente.
-Ja, lo dejamos un rato solo y hace desmadres- exclamó Chester con tono divertido. -Y nosotros que pensábamos que era gay o pintaba pa cura, pero no.. vaya sorpresa que se tenía guardada- agregó sin poder dejar de observar a la pareja, que ni se imaginaba que estaba siendo espiada por ese dúo curioso.
-Naaa, menos mal que no es gay, no podría soportar que se fijara en vos- acotó el moreno apretando los dientes... Y ahí salía a la luz nuevamente ese lado celoso y posesivo de Mike, uno que no había existido antes de conocerlo a Chaz. Era una sensación muy extraña que le recorría las extremidades cada vez que se le cruzaba por la mente la idea de su amigo enrollándose con alguien más. No soportaba siquiera pensar en alguien interesado en él, alguien que tuviera el tupé de insinuársele, alguien que se atreviera a hablarle con segundas intenciones. Chester le pertenecía en cuerpo y alma, era solamente suyo y no iba a permitir jamás que ninguna persona en el mundo fuera a quitárselo. Sabía que estaba actuado de una manera horrible, que era un novio tóxico, que no era sano pensar así. Pero no podía evitarlo, se transformaba cuando se trataba de su amigo, lo amaba de un modo tan obsesivo que la sola idea de perderlo o que lo dejara por otra persona lo rompía por dentro. Eran demasiados sentimientos nuevos para Mike, demasiados cambios en su vida en tan poco tiempo. A veces se le hacía muy difícil poder manejar tanta adrenalina, pero hacía su mayor esfuerzo para no morir en el intento. Para no dejarse ganar por los pensamientos negativos. Él era muy consciente de que Chester lo amaba, y lo que menos quería era alejarlo de su lado por culpa de su comportamiento desconfiado y egoísta.
La voz del rubio lo hizo volver en sí. Se había quedado paralizado mientras digería toda esa información en su cabeza. Y no estaba escuchando lo que su amigo le decía. Éste le chasqueó los dedos delante de los ojos y le hizo saber que Joe se había dado cuenta hace como más de cinco minutos que los dos estaban ahí parados como viejas chismosas observándolo desde la penumbra.
Mike sacudió la cabeza y dirigió la mirada hacia Joe, ofreciéndole una disculpa. Éste les hizo señas para que se acercaran. Si ya habían visto todo no iban a tener vergüenza ahora de caminar hasta ahí.
Los dos sumamente apenados se acercaron y se sentaron en las butacas junto a Joe y su acompañante.
-Chicos ella es Cindy.. Cindy ellos son mis amigos Chester y Mike- los presentó. La tal Cindy les sonrió y enseguida les dio un beso en la mejilla a cada uno. Era bastante simpática y agradable.
-Hola Cindy.. mucho gusto- le dijo Chester sonriente. -Nos alegra que hayas ablandado el corazón de Joe, nos hace felices saber que están juntos- agregó dándole un codazo suave al asiático en las costillas. Éste lo observó y le dedicó una mirada de soslayo, sin responderle nada. Pero la joven no tardó mucho en explicarles toda su historia, como si los chicos tuvieran un cartel luminoso que dijera "queremos saber con lujo de detalles como se conocieron". Joe no estaba tan cómodo con eso, no le gustaba que su vida privada fuera un libro abierto. Que todos supieran sobre su intimidad, por más que fueran sus amigos no le causaba mucha gracia. Era muy tímido y exponerles su relación amorosa lo hacía poner sumamente nervioso. Lo hacía sentir vulnerable. No le gustaba para nada ventilar sus emociones. Pero Cindy pensaba todo lo contrario.
-Nos conocimos en Inglaterra donde Joe vivió un tiempo, allá él estudiaba en la escuela de arte y yo trabajaba de camarera en la cafetería que quedaba en la esquina, a la cual él iba a desayunar casi todas las mañanas.. Apenas lo vi la primera vez quedé flechada, quise ir rápido a hablarle para tomarle el pedido y así empezamos a interactuar.. Cada mañana esperaba ansiosa que él ingresara por la puerta y se sentara en su mesa de siempre, junto a la ventana..- comenzó relatando mientras lo tomaba con ternura de la mano. Mike y Chester escuchaban atentos, muy concentrados en la historia. Y Joe rojo como un tomate.
-Al cabo de dos semanas de idas y vueltas, comenzamos a salir.. Fue un romance lleno de pasión y aventura.. La pasábamos sensacional juntos.. Hasta que un día me comunicó que debía viajar con urgencia a Estados Unidos porque un viejo amigo lo había contactado con la propuesta de formar una banda de música junto a otros chicos.. Y decidió irse sin pensar en nosotros, sin detenerse a preguntarse que sentía yo.. Se fue con la promesa de que volvería a buscarme en cuanto la banda se hiciera conocida y yo no le creí sinceramente.. Para mí era una manera de contentarme en el momento, un modo de salir del paso y no hacerse cargo de que me estaba abandonando.. Y yo no pude quedarme a esperarlo de brazos cruzados, así que junté todos mis ahorros y me compré un pasaje para venir a verlo.. Le avisé anoche que estaba en el país y coordinamos de vernos hoy, aprovechando que ustedes salían de festejo.. Como pudieron apreciar la llama entre nosotros sigue bien encendida- terminó de narrarles con una amplia sonrisa. Joe ni podía mirarla y mucho menos posar sus ojos en sus dos amigos que estaban fascinados con todo lo que la muchacha les había contado. Al fin de cuentas su amigo sí tenía un círculo social más allá de ellos y la banda.
-Guau, que loco todo.. como nunca nos mencionaste siquiera que tenías a alguien especial en tu vida- le expresó Mike, logrando que se pusiera aún más nervioso. La situación le resultaba bastante embarazosa, le costaba exponer sus sentimientos con suma fluidez como a todos sus amigos. Él no era así.
-No necesito gritar a los cuatro vientos que estoy con alguien.. No hace falta, yo no soy como ustedes que se franelean delante de todo el mundo como si nada.. A mí me cuesta- explicó mirándolo con una mueca de irritación. No quería ser grosero pero ya quería irse y no hablar más del tema. No quería seguir aumentando su vergüenza frente a nadie.
-Ehhh, eso dolió.. No era necesario ser tan cruel con tus palabras, solo queríamos hacerte saber que nos alegra el hecho de que estés con alguien, nada más. Perdónanos si te molestó nuestra emoción, nunca fue nuestra intención hacerte sentir mal- acotó Chester bajando la mirada, con un tono apagado en su voz. Joe lo miró y se dio cuenta de que se había excedido un poco. Le puso una mano sobre el hombro y le pidió perdón. También hizo lo mismo con Mike.
-Chicos perdónenme ustedes a mí, soy un bruto, no debí hablarles de esa manera, pero me puse nervioso.. Ya saben que me resulta difícil hablar de mi vida privada, disculpen que no lo supe manejar- les dijo arrepentido de su accionar.
Los chicos enseguida le sonrieron y lo abrazaron. No podían estar enojados con Joe. Y menos en una noche especial como esa, la cual no ameritaba ningún tipo de roce o bronca, ya que su único propósito era celebrar todos los logros obtenidos.
Cindy los observaba con una gran emoción. Ella también estaba feliz de estar ahí, de haberse reencontrado con su amor.
-Me imagino que les vas a contar a los chicos ¿no?- quiso saber Mike, a lo que Joe asintió, diciéndole que más tarde cuando pudieran conversar tranquilos haría la presentación oficial. Esa respuesta hizo sentir a Cindy sumamente orgullosa. De pronto también se sintió parte del grupo de amigos de su novio.
Cerca de las 6:30 de la mañana todos decidieron regresar a sus hogares. La mayoría había bebido tanto que apenas podía mantenerse en pie. Salieron empujándose y riéndose a los gritos.
Gina había mezclado tantos tragos que terminó vomitando en el cordón de la vereda, mientras Brad le sujetaba con delicadeza el cabello.
Sophie estaba casi desmayada en brazos de Rob. Sabía que la resaca sería terrible.
Y Elisa no podía mantenerse parada producto del tremendo mareo que la sacudía. Se prometió no volver a beber de esa manera nunca más.
Cindy era la única sobria, al igual que Joe. Ambos eran los encargados de dirigir a sus amigos hasta los vehículos y llevarlos sanos y salvos a sus casas. Cuando se les pasara la borrachera iban a poder conversar y ahí les podría presentar a su chica, de la cual nadie se había percatado debido al grado de ebriedad en el que se encontraban todos. Y los dos únicos que habían tenido la oportunidad de conocerla, en ese momento no podían recordar ni sus propios nombres. Menos recordarían el rostro de la joven ni que ya habían hablado con ella.
Joe se subió a su auto. Él se encargaría de alcanzar a Dave, Elisa, Gina y Brad. Tendría que hacer un enorme recorrido ya que las chicas vivían a distancias bastantes alejadas entre sí. Pero haría el sacrificio por sus amigos.
En el otro auto, que pertenecía a Brad, se subió Cindy (la cual conduciría) y ahí metió a Chester, Mike, Rob y Sophie. Anteriormente le había solicitado sus direcciones a Joe ya que ninguno de los cuatro se encontraba en sus cabales para poder decirle con exactitud donde vivía. Especificó todo en el GPS y se dirigió al primer destino que era la casa de Mike.
Una vez ahí, bajó a los dos amigos prácticamente a los tirones. Ambos estaban tan borrachos que se reían como tontos y decían cosas incoherentes.. o al menos eso creía ella. Joe no le había contado que sus amigos eran pareja así que cuando los observó que se manoseaban a las risotadas, quedó algo impactada. Pero no le dio demasiada importancia ya que pensó que ese comportamiento solo se debía a la enorme cantidad de alcohol que habían ingerido. Los tomó del brazo y los empujó hacia la puerta. Ya había agarrado las llaves del bolsillo de Mike así que abrió y los metió a la casa, entrando ella también y cerrando la puerta detrás de su espalda. Los acompañó hasta el futon de la sala y los sentó ahí. Los dos chicos enseguida encontraron una posición cómoda y se quedaron dormidos. Cindy supo que su acción buena del día estaba realizada. Pero todavía tenía que llevar a Rob y Sophie, le quedaba un tramo aún por recorrer antes de poder llegar a su casa y acostarse. Después de sacarles las zapatillas y taparlos con sus abrigos, se marchó no sin antes escribirles una nota, la cual dejó sobre la mesita ratona junto a las llaves.
Varias horas después Mike se despertó con una terrible resaca. Se le explotaba la cabeza y sentía un sabor amargo en la boca, el cual tanta ingesta de alcohol le había dejado. Se incorporó en el sillón y observó como Chester dormía tan relajado con una mano sobre el estómago y la otra bajo su cabeza. Trató de recordar como habían llegado hasta ahí. El último flashback que tenía de anoche era la charla con Joe y esa bella chica con la que lo habían descubierto a los besos.. ¿Cindy se llamaba? Pero después de eso todo era una página en blanco. Se pondría como condición para las próximas salidas no volver a beber tequila. Realmente lo había destrozado, produciendo en su sistema un gran estado de amnesia.
Al dirigir su mirada hacia la mesita ratona observó un papel blanco con algo escrito. Lo tomó y lo leyó, enterándose así que la tal Cindy los había llevado a casa.
-Que chica más considerada, se tomó la molestia de traernos.. la próxima vez que la veamos deberíamos darle las gracias- se dijo para sí mismo.
Luego se levantó con dificultad y se dirigió al baño. Necesitaba una ducha con urgencia. Para variar Chester ni se movió. Conociéndolo dormiría hasta pasado el mediodía. Y él no iba a molestarlo.
Una vez bañado y cambiado, se encaminó a la cocina a prepararse una buena taza de café para ver si de ese modo podía recuperar un poco el sentido. También se tomó un analgésico para alivianar las fuertes puntadas que le daban en la nuca.
En eso recordó que había quedado pendiente la sorpresa final para homenajear al rubio. Se le había pasado totalmente y no sabía si aún conservaban su reserva. Apurado tomó su teléfono y llamó al hotel para sacarse la duda. Por suerte le dijeron que tenía hasta las 22hs para hacer uso de la habitación. Eso lo hizo sentir aliviado. Dando las gracias y avisando que esa tarde estarían los dos ahí, finalizó la llamada. Hoy sería el cumpleaños de Chaz durante todo el día así que nada mejor que celebrarlo los dos juntos y solos. Desnudos y en un jacuzzi. Dándole rienda suelta a toda esa pasión desenfrenada que los envolvía enteros.
Tres horas más tarde, Chester al fin dio señales de vida. Se desperezó lentamente, estirando sus brazos y piernas, y luego se sentó en el sillón. Se puso ambas manos sobre las sienes, sintiendo que la cabeza le iba a estallar. El tequila efectivamente lo había hecho trizas.
Mike enseguida le ofreció una pastilla y un vaso con agua para que tome y así aliviar un poco el malestar.
-No debimos tomar tanto- le dijo mirándolo con una mueca graciosa, al tiempo que se metía la pastilla a la boca y se bajaba toda el agua de un saque. -Y eso que yo sabía perfectamente que el tequila me iba a hacer mierda, no entiendo porque soy así de masoquista- agregó mientras se ponía de pie, sintiendo que un fuerte mareo lo estremecía. Se sujetó del apoyabrazos, mientras se reía de lo absurdo que debía verse en ese estado deplorable. Mike lo ayudó a caminar hasta el baño ya que Chester también necesitaba una ducha son suma urgencia.
-¿Te queres bañar conmigo Micky?- le preguntó con una voz exageradamente chillona, al ver que el moreno se metía a la bañera con él. Éste lo miró con los ojos entrecerrados, mientras abría la canilla del agua caliente.
-Lamento informarte que yo ya me bañé así que esta vez te toca bañarte solito- le respondió, a la vez que lo ayudaba a sacarse la ropa. Chaz le hizo un puchero sumamente tierno, pero no se quejó ni hizo ningún tipo de berrinche. Solo se rindió y se ubicó debajo del chorro de agua, sintiendo como se le relajaban todos los músculos, los cuales tenía bastante tensionados. Cerró los ojos y tiró la cabeza hacia atrás, mientras se pasaba una mano por el pelo y con la otra se acariciaba todo el cuerpo enjabonado.
Mike que seguía ahí parado se relamía de completa excitación al presenciar semejante escena erotica frente a sus ojos. Chester completamente desnudo, mojado y dispuesto a todo si él se lo pedía. Pero no iba a caer rendido a sus encantos. No esta vez. Tenía que reservar todas sus energías para la fantástica velada que disfrutarían juntos dentro de unas horas. Sabía que a su compañero le iba a encantar la sorpresa. Y él no podía sentirse más feliz por eso.*Holis !!! Espero que hayan disfrutado del capítulo... Decidí terminarlo así porque se me extendió demasiado, y no quería que quedara tan largo.. En el cap siguiente se viene la escena hot en el jacuzzi😏
Conocimos a la novia de Joe... que lindo que nuestro querido Mr Hanh tenga a alguien a quien apapachar😚 aunque todavía no fuimos testigos del momento en que se las presente a los chicos.. ya disfrutaremos de eso...
Pronto aparecerá un personaje clave que causará grandes disturbios en el grupo, sobre todo en la estabilidad emocional del pobre Mike.. ¿ya saben de quién se trata?
En fin, ojalá la historia les esté gustando.. por mi parte estoy super feliz de poder compartir mis ideas locas con ustedes 💕 Les dejo un beso enorme y nos estamos leyendo prontito, en un nuevo capítulo
Los quieroooo!!Sami🌈
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Amor incomprendido
RomanceEsta es una historia de superación, amistad, respeto, muchísimos obstáculos para lograr un mismo objetivo.. Pero principalmente amor puro, sincero y verdadero.. Esta es la historia de una banda, formada por seis amigos, y de todo lo que los llevó a...