Cap. 13: El regreso de Giovanni

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Dave no podía asimilar el hecho de estar parado frente a Giovanni

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Dave no podía asimilar el hecho de estar parado frente a Giovanni. Le parecía un suceso tan inverosímil tenerlo a pocos pasos, después de no verse ni saber uno del otro durante tanto tiempo.
De repente su mente empezó a reproducir un millón de escenas, como si se tratara de una película en cámara lenta. Recordó el momento en que se fue tan abruptamente, sin darle ninguna explicación, sin despedirse, sin comunicarse por ningún medio en todos esos años. Tenía tantas preguntas amontonándose en su cerebro que no supo cual escupirle primero en la cara. Sentía una mezcla de bronca y desolación, ganas de darle un abrazo por todo lo que lo había extrañado, pero también deseos de abofetearlo fuerte por su actitud tan cruel y egoísta. Pero no hizo nada de eso. Sólo se quedó quieto, como en estado de shock, esperando por una respuesta.
Giovanni no supo cómo reaccionar. No se esperaba encontrarse de ese modo con el que alguna vez fue su mejor amigo. No estaba preparado para enfrentarlo. Todos esos años que habían pasado separados había sufrido muchísimo. No fue su deseo irse y alejarse de él y la banda, pero no tuvo alternativa. Si se quedaba, todo se le iba a ir de las manos, las cosas se hubieran salido de control y no lo hubiese soportado. Prefirió saber que Dave lo odiaba por haberse ido y abandonado todo, antes que tener que confesarle lo que le pasaba por dentro.
Todos esos años había imaginado en su cabeza mil escenarios y situaciones diferentes por si alguna vez se lo llegaba a encontrar. ¿Qué le diría? ¿Cómo lo miraría a los ojos? ¿Cómo reaccionaría él al verlo? ¿Cómo seguirían después? ¿Su amistad tenía retorno?.. Eran demasiados interrogantes. Giovanni no sabía cuanto tiempo más iba a poder soportar seguir ahí parado sin decir nada, sintiendo que la mirada fija de Dave le iba a perforar el alma. Tenía que hacer algo, decir algo. Debía dejar de ser un cobarde y enfrentarse de una buena vez por todas a su destino. Así que tragó saliva y armándose del poco valor que aún le quedaba, lo miró a los ojos y rompió el silencio.
-Volví hace 4 días.. Le ofrecieron un excelente empleo a mi papá acá y tuvimos que mudarnos a las apuradas, ya que debía presentarse en el puesto con suma urgencia. No le dieron chance ni de pensarlo sino perdía la oportunidad y mi papá necesita el dinero, el salario es altísimo y no podíamos darnos el lujo de rechazarlo-. Hizo una pausa y quiso ver atentamente cual sería la reacción de Dave, el cual seguía mirándolo con una expresión vacía y sin emitir sonido. Sintió escalofríos al notar el modo en que lo estaba observando, con tanta intensidad y el cuerpo tan rígido, daba la impresión de que en cualquier momento se iba a desmayar. No supo si quedarse callado o seguir hablando, la situación lo estaba poniendo sumamente nervioso.
Por suerte Mike, que ya se estaba cansando de la mala energía que flotaba alrededor de esos dos, alzó la voz para ver si podía suavizar un poco los ánimos.
-Dave, ¿porqué no se sientan en una mesa y conversan tranquilos? Supongo que después de tanto tiempo deben tener muchos temas de los cuales hablar- expresó dirigiéndose a su amigo, abrazándolo de costado para ver si con su amable contacto lograba reaccionar y salir de ese espantoso trance. Éste lo miró de reojo y luego posó su mirada en Giovanni, el cual ya estaba temblando de la ansiedad. Decidió que ya era hora se hablar, de expresarse sin censuras, de soltar todo aquello que había oprimido su pecho durante tanto tiempo, no se guardaría nada.
-Hace 4 días que volviste y no fuiste capaz de avisar.. claro, si te fuiste como una rata hace 5 años porque ibas a ser valiente ahora para venir a mí y dar la cara.. No entiendo porque te comportaste así, porque te fuiste sin explicarnos nada, qué fue lo que te hizo actuar de esa manera.. Te cagaste en todo, en mí, en la banda, en Frank.. ¿Sabías que tuvimos que cancelar la gira a último momento por tu estúpida decisión de irte a la mierda sin siquiera explicar el motivo? La gente tuvo que soportar el desplante, tuvimos que dejar todo por tu culpa.. Eras el vocalista principal Giovanni, dejaste a tu compañero solo en ese rol y él no se sintió preparado para esa responsabilidad, para asumir el puesto de único cantante, así que renunció apenas supo que te habías ido.. pero supongo que eso evidentemente te importó un carajo.. Y lo que más me dolió fue el hecho de que nunca hablaste conmigo.. éramos mejores amigos y no tuviste el valor de venir y contarme que te pasaba, que cosas te hacían mal.. porque imagino que un motivo hay por más pequeño que sea, para que hayas tomado la decisión de abandonar el hermoso proyecto que teníamos entre todos.. Cuando estábamos en lo mejor, a punto de lanzar nuestro primer disco, rompiste la ilusión de todo un grupo con tu comportamiento infantil, te llevaste con vos todas nuestras esperanzas de triunfar en la música-.
Giovanni no podía soportar escucharlo más, le hablaba con tanta crudeza en la voz, con tanto odio y resentimiento. Pero tenía razón en cada palabra que había soltado. Había un motivo por el cual él había decidido marcharse. Un motivo que lo había llevado a abandonar todo y huir sin mirar atrás. Un motivo que lo había torturado todos esos años. Pero no se lo diría ahí. Y menos delante de sus otros amigos. Era algo demasiado personal y vergonzoso. Tendrían que conversarlo a solas, eso si Dave estaba de acuerdo.
Así que juntó sus últimas fuerzas, tragándose las lágrimas, y mirándolo a los ojos le respondió:
-Hay un motivo por el cual me fui.. en ese momento solo tenía catorce años y en mi inocencia e ingenuidad pensé que irme iba a ser lo mejor para no lastimarme yo ni lastimar a nadie.. Hoy con mis casi 20 y la madurez que tengo ahora reconozco que me equivoqué, que tendría que haber actuado de otra manera.. Te pido perdón de verdad Dave, nunca fue mi intención herir a nadie.. Si tenes ganas de conversar conmigo y que te explique bien todo, te espero en mi casa mañana y hablamos tranquilos-. Acto seguido sacó de su bolsillo su billetera, la abrió y extrajo del interior un papel blanco con algo escrito. Con manos temblorosas se lo entregó.
-Esta es mi dirección, vivo en el mismo edificio de siempre, solo que en otro departamento, ya que al irnos tuvimos que vender el anterior. Ahora alquilamos hasta que nuestra situación económica mejore con el nuevo trabajo de mi papá y podamos comprar una casa- le explicó con un tono apagado en su voz.
Dave aceptó el papel y se lo guardó en el bolsillo. Luego suavizó un poco su semblante e intentó calmar sus fuertes emociones. Estaba dispuesto a escucharlo, a darle una oportunidad de reponer las cosas aunque iba a necesitar su tiempo para sanar su corazón. La decepción que le había causado su actitud aún le dolía muchísimo.
-Está bien, mañana nos vamos a juntar a hablar.. esperé este momento por años, necesito saber porqué te fuiste, qué te llevó a abandonar tu sueño sin siquiera dar la cara.. Espero poder perdonarte- le susurró con la mirada baja.
Giovanni no pudo haber esperado una respuesta mejor. Al menos no había rechazado la posibilidad de conversar y aclarar las cosas entre ellos, aunque eso le costara la vida. Coordinaron en verse cuando él saliera de trabajar del club y antes de ir al estudio de Frank. Tendrían solo 2hs y media para ponerse al día, para concretar esa tan ansiada charla. Se pasaron los números telefónicos por las dudas, para estar en contacto por cualquier eventualidad que surgiera.
Cuando Giovanni se fue, Dave al fin pudo soltar el aire de sus pulmones, el que no se había dado cuenta que estaba reteniendo. Los chicos lo acompañaron hasta la mesa más cercana para sentarse ya que su rostro se encontraba demasiado pálido, temían que le haya bajado la presión y se desplomara en el suelo en cualquier momento.
-Ese tipo es un descarado- pronunció Joe apretando los dientes, con una evidente molestia en su tono. -No tiene ni un poco de vergüenza, aparecerse ahora así como si nada y haciéndose el arrepentido.. yo no le creo ni una palabra- agregó con el ceño mucho más fruncido que de costumbre, al tiempo que le daba un puñetazo a la mesa. Los chicos se sobresaltaron. Nunca habían visto a Joe tan enojado. Se ve que no solo Dave estaba afectado por la situación.
-Mañana van a saber porqué decidió marcharse.. Ahí decidirán si lo perdonan o no.. Pasó mucho tiempo ya de duda e incertidumbre, creo que ambos merecen saber que pasó- les dijo Brad mirándolos a ambos con una sonrisa compadeciente.
Dave suspiró, luego se recostó sobre la mesa agarrándose la cabeza con ambas manos. Estaba en un estado de total agonía existencial. Por un lado quería saber los motivos de su huida, por otro tenía miedo de enterarse de algo grave. Pero ahora no le quedaba más remedio que esperar. Sabía que las horas se le iban a hacer interminables, que el tiempo le iba a jugar en contra, volviéndose lento y tirano. Necesitaba sacarse ese peso de encima, liberarse de esa mochila de plomo que le estaba entumeciendo los hombros. No fue consciente de cuánto le dolía ni de cuan herido se encontraba su corazón hasta el momento en que lo volvió a ver. Hasta el minuto en que sus miradas se volvieron a cruzar. Ahí, en ese mísero segundo, sintió que revivía todo su pasado, el cual le cayó encima como un enorme balde de agua helada.
Mike miró la hora en su celular y notó que faltaban solo quince minutos para las 22hs así que decidió que esperaría a Chester para irse juntos a casa. El rubio había estado tan atareado yendo apresuradamente de un lado hacia otro, atendiendo gente y preparando pedidos, que ni había tenido tiempo de dirigir la mirada a la puerta donde se llevó a cabo todo el patético espectáculo entre Dave y Giovanni. Ya Mike lo podría al tanto durante la cena.
-Yo tengo sueño así que si no les molesta me voy yendo para casa.. Vamos Dave, necesitas descansar, mañana va a ser un día muy largo- acotó Joe dándole una suave palmada en la espalda. Éste asintió y se levantó lentamente. Luego el asiático dirigió su mirada a Rob. -¿Queres que te alcancemos? Tu casa nos queda de paso-. Rob respondió que sí y los tres se despidieron de Brad y Mike con un apretón de manos.
-Yo quedé en que pasaba a buscar a Gina para ir a cenar, ¿no te enojas si me voy? Chester ya debe estar por terminar- dijo Brad, una vez que los dos se quedaron solos. Mike lo observó atentamente y su expresión de preocupación le dio ternura.
-Como me voy a enojar, anda tranquilo, no te preocupes por mí, no hagas esperar a tu chica- le respondió con una enorme sonrisa.
Brad se rió y le dio un abrazo apretado.
-Gracias Micky, nos vemos mañana.. Disfruta tu noche con Chaz- agregó guiñándole el ojo y dirigiéndose apresurado hacia la salida.
El local ya estaba prácticamente vacío. Faltaban sólo cinco minutos para el cierre y él no veía la hora de estar acurrucado con Chester en su cama viendo la tele y comiendo cosas ricas.
En eso divisó que el rubio se acercaba con una gran bolsa de residuos colgándole del hombro. Éste se detuvo de golpe en cuanto lo vio sentado en la mesa más cercana a la puerta. Su expresión fue de absoluta sorpresa, ya que había creído que lo esperaría en casa.
-Micky.. no sabía que todavía estabas acá, de haberlo sabido te alcanzaba un café o algo para picar mientras me esperabas- le dijo con una media sonrisa. Apoyó la bolsa pesada en el suelo y se sentó en el banco de enfrente. -Aunque debo admitir que me pone muy feliz que me hayas esperado para irnos juntitos- le susurró con un ronroneo.
Mike lo miró con deseo y se mordió el labio de manera automática. Esa voz cachonda solo lo hacía pensar en una cosa. Y no podía esperar más para poder concretarla. Necesitaba finalizar ese día tan agobiante con una maravillosa revolcada con su amigo.
-Si me hablas así no voy a tener ningún reparo en hacértelo acá arriba de la mesa- le confesó acercándose a su rostro y clavando su mirada fogosa en sus labios. Chester se los relamió y lo observó con un brillo excitante en sus ojos. Él también deseaba finalizar ese día tan agotador con una buena ronda de sexo. Mike siempre lograba desestresarlo.
-Tiro la basura y ya nos vamos.. tengo que cerrar antes y acomodar un poco la cocina.. ¿me queres ayudar así termino más rápido?- le propuso, intentando apaciguar los latidos frenéticos de su corazón. Cuando Mike le hablaba de ese modo tan sugerente, onda strepper callejero, simplemente no podía controlar sus emociones. Solo pensaba en fundirse con él de todas las maneras existentes. Volvió a tomar la bolsa del piso y se encaminó hacia la salida. El moreno lo siguió, mientras le respondía que estaba más que dispuesto a darle una mano si eso significaba irse lo más pronto posible. Estaba cansado, tenía hambre y le dolía un poco la cabeza.
Una vez afuera, Chester arrojó la enorme bolsa dentro del contenedor y luego se apoyó contra la pared, al tiempo que estiraba su espalda. Estar tantas horas parado le hacía doler bastante la cintura.
Sacó una cajita del bolsillo del pantalón y se prendió un cigarrillo. Le dio una pitada y luego exhaló lentamente el humo. Mike lo miró encantadísimo, era la primera vez desde que se conocían que lo veía fumando. Y la acción le pareció tan sexy.
-Me termino el cigarro y vamos.. necesito relajarme un poco, hoy estuve a mil, no paré un minuto, no sabes como me duelen las piernas- le declaró mirándolo con una expresión cansada.
Mike se le acercó lentamente hasta que estuvo a escasos centímetros. Le arrebató el cigarrillo de la mano y le dio una pitada, al tiempo que lo abrazaba fuerte y lo empujaba contra la pared. Expulsó el humo hacia arriba y luego lo observó a los ojos, mientras le sonreía con picardía.
-Yo conozco otro método más efectivo para que te relajes.. uno que incluye mis besos y caricias- le balbuceó, hundiendo la nariz en su cuello y aspirando suavemente. Chester no pudo evitar pensar que olía a aceite y frituras, que necesitaba darse un buen baño.. pero parece que a Mike eso mucho no le importó porque enseguida comenzó a besarlo ahí con efusividad.
-Me excita muchísimo como te queda ese uniforme.. aunque te lo sacaría ahora mismo para follarte duro contra esta pared- le declaró con la voz muy ronca. Chester tembló de solo imaginarlo. Ya sentía que la entrepierna le palpitaba ansiosa. Estaba ardiendo y podía sentir como su cuerpo entero vibraba de placer.
-Si somos rápidos mi jefe no se va a dar cuenta..- susurró mientras se desabrochaba el cinturón. -Necesito sentir tus labios ahí abajo, que me lo chupes todo, de esa manera tan sensual como solo vos sabes hacer-. Mike ni lo pensó. Lo arrastró hacia el callejón que estaba pegado al local, donde la oscuridad era más extrema. Ahí nadie iba a verlos. Ahí iban a poder satisfacerse sin miedo a ser descubiertos. Lo arrinconó contra la pared sucia y descascarada del fondo y le bajó la ropa de un tirón, dejando al descubierto su gran erección que se veía deseosa por ser estimulada. Mike se arrodilló frente a él y sin juego previo, debido al poco tiempo que tenían, se la introdujo a la boca. En ese momento se juró a sí mismo que le iba a hacer la mejor mamada que haya experimentado en toda su vida. Y así fue. Los gemidos y jadeos del rubio se lo confirmaron. Su lengua lo estaba haciendo volar. Lo estaba llevando directo al infierno. Mike no pudo sentirse más orgulloso por eso.
-Ahhh que bien se siente..- susurraba entrecortado, mientras le sujetaba la cabeza al moreno para que vaya más rápido. -Me encanta como lo haces.. me excita mucho sentir tu boca ahí..- Y se calló de golpe cuando sintió una mordida en la punta del pene. Mike sí que sabía cómo provocar un fuego arrollador dentro de su sistema. Sabía perfectamente cómo anestesiarlo de placer. Su cuerpo era para él la droga más poderosa y lo estaba matando de a poco. Como si fuera a sufrir una potente sobredosis de excitación al sentirse envuelto en esa bruma de deseo descomunal. Y nada lo satisfacía más que sentirse de ese modo.
Un par de lamidas y succiones más y el fuerte orgasmo lo hizo estremecerse con furia. Acabó en la boca de su amigo, el cual se tragó su esencia con total agrado. Luego se puso de pie y lo besó en los labios con desenfreno. Estuvieron un rato así hasta que Chester recordó que tenía que ir a cerrar el establecimiento, su jefe iba a matarlo. Hacía como media hora que estaban ahí acobachados en la penumbra.
-Micky, tenemos que volver.. me van a despedir sino voy a cerrar ahora- le manifestó con un tono apenado, separándose de él y subiéndose los pantalones. Mike lo miró haciendo un puchero pero entendiendo que era hora de regresar. Ya en casa seguirían con la fiesta.
Por suerte su jefe no lo regañó y Chaz pudo terminar sus tareas en la cocina. Acomodó todo, se fue a cambiar y luego cerró el local despidiéndose con una sonrisa. Salieron con Mike tomados de la mano rumbo a su hogar, con la idea de llegar y darse un buen baño de relajación juntos. Después comer algo rápido en la cama y si el sueño no los vencía, mirar una película o seguir con su sesión de caricias y besos apasionados. La escena del callejón los había dejado bastante calientes.

Amor incomprendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora